domingo, 5 de abril de 2009

POR UNA IZQUIERDA REVOLUCIONARIA, LIBERTARIA, ETICA, Y PROFUNDAMENTE HUMANA


x Fesal Chain

Ya no podemos callar, no podemos callar. Porque grita en la médula de cada uno y retumba este hombre grande y bello, grita en nuestra médula Pablo, Pablo Milanés. Sí, el mismo de "Yo pisaré las calles nuevamente" y no me vengan ahora con la sordera habitual y la ceguera de la ignorancia y la idiotez.

Nosotros, chilenos y chilenas conocemos a la bestia capital, vivimos en sus entrañas, nos duele el dinero como un yugo en el cuello. Como bueyes andamos tristes por la arena negra de un mar sureño. Y este país clama revolución aún cuando no esté, al parecer, a la orden del día, al parecer.

Y conocemos a la social democracia tan "buenita" esa que quiere, como tanta veces he dicho, y también gritado, maquillar, embellecer la explotación, la marginación y acallar la voz del mundo inteligente y bueno, del mundo pobre y triste en su derrota temporal.

En la maldita televisión del régimen, bailan las prostitutas de los ricos, como ayer bailaba Maripepa, la que se acostaba con el mismo esbirro que mataba a nuestros hermanos, la bestia CNI, el ensangrentado Corvalán.

¿Y hoy donde están mis hermanos, donde están, donde Luis Le Bert, donde Francisco Villa y Elena Varela en las pantallas del pueblo que tendría que bailar la belleza y el amor, donde están? ¿Donde el poeta, el líder sindical, el poblador con sus alas que se despliegan al atardecer, donde el pueblo mio eterno, donde, en que canal, en que radio o altavoz. Donde los libros, las pinturas del pueblo, la pelota que rebota en los tierrales hermoseados de este Chile asesino de conciencias y de mapuches y del obrero en el montacargas, donde están los muertos de hoy?

Y en Cuba, grita Pablito, si, el que nos ayudo a sobrevivir, a soñar y a amar en los tiempos de la rabia de la Bestia Militar, burguesa plagada de salas de tortura, ese mismo Pablo que se escuchaba en las mentes y en las lenguas de las hermanas y hermanos de Villa Grimaldi, en José Domingo Cañas, en Londres 38 y en tantas y tantas partes más. Ese que nos ayudó a vivir y a luchar.

Ahora lo vas a abandonar? El no te deja ni te olvida hermano, hermana.

Pablo clama al cielo y también dice: "Donde están, los amigos que tuve ayer, los amigos que tuve ayer, qué les pasó, qué sucedió, adonde fueron, que triste estoy". Y sigue junto a nosotros cantando "donde están , quiero verlos para saber, que soy humano que vivo y siento por mis hermanos y ellos por mí, donde estén, un saludo para decir, que los he amado y he deseado, más de una vez, verlos conmigo aquí morir". En esa Cuba hoy tan militar llena de aparatos y de exilio.

No podemos callar, gritar la verdad no es volver atrás o estar en la derecha ni en la social democracia eunuca, NO, NO, NO es eso. Gritar y vociferar y actuar es amar, es volver a la izquierda que debemos SER, a la izquierda de la justicia y del poder popular, esa SI. A la izquierda radical y libertaria, no la liberal, la de la lucha armada si es preciso, pero en participación real, en fraternidad, en la igualdad real. No más dirigentes sobre el pueblo mismo, aunque parezca una ficción, una ilusión. No más mal menor para justificar y defender procesos.En ninguna parte, ni aquí, ni en Cuba, ni en Nicaragua, ni en Venezuela. No más.

Y Pablo miren a Pablo llorar la libertad: " La libertad es una niña hermosa y pura que nos violan al cabo de los años cuando crece por encima de los árboles, sabemos que no va a sobrevivir...Es un feo retrato destruido por la fuerza del tiempo en su interior, es un lindo fracaso sostenido de una buena mirada con amor...La libertad se va poniendo vieja, la libertad ya no puede parir, la libertad como todo en la vida nació para morir...."

Y ahora lo vas a acusar, lo vas a hacer tu enemigo? No seas ciego o ciega, no seas burdo, burda en tu pensar. Y termina Pablo " Ha valido la pena, respondo , no sé, respondo no sé".

sábado, 4 de abril de 2009

Respuesta a Fidel Castro a propósito de su artículo Encuentro con la Presidenta de Chile Michelle Bachelet


x Fesal Chain
Poeta, narrador y sociólogo

La batalla de las ideas, presupone emplazar justamente estas ideas, para entre otras cosas, debatir e intercambiar no sólo puntos de vista de la realidad social y política, sino para establecer un espacio real de lucha, donde de alguna manera se imponen y también seducen aquellas ideas que van interpretando la realidad de manera justa, que no es sino, el apoyo y la legitimidad de éstas en el ámbito del mundo social y político. Lucha de ideas, generación de verdades sociales, establecimiento y transformación de la realidad a partir de esta lucha.

Al respecto he querido dar una respuesta al Comandante Fidel Castro, dirigente histórico de la izquierda Latino americana y del Caribe y de la Izquierda mundial. Hombre de acción y de reflexión, que fue capaz junto a muchos y muchas de realizar una Revolución e influir con sus ideas y actos en la totalidad de la izquierda mundial durante ya 50 años.

No es fácil discutir o plantearle al compañero Fidel Castro mis desacuerdos. No porque Fidel no sea capaz de escuchar y reflexionar en torno a las ideas de otros y otras, como la derecha y la reacción siempre lo ha afirmado, sino por la estatura de su legado y la legitimidad que se ha construido como líder de la izquierda y de los revolucionarios.

Pero bueno, ya es hora de discutir ciertas cosas, puesto que la vida de millones en Chile está en juego. No claro como estuvo en juego durante la dictadura, pero si en riesgo vital del abandono por parte de las fuerzas de izquierda y de una derrota estratégica.

Espero que este artículo llegue a la lectura de Fidel Castro y también de los cubanos, tanto aquellos que tienen responsabilidades de dirección política y cultural en la revolución, como al pueblo mismo, de tan alto nivel educativo.

Desgraciadamente, el artículo de Fidel, tiene enormes imprecisiones, en primer lugar la afirmación de que “A Michelle le correspondió el mérito de ser electa como Presidenta de Chile por el voto mayoritario otorgado al Partido Socialista que la postuló” y que “…por primera vez en los últimos años en América Latina una organización de izquierda había obtenido tal victoria, sin apoyo del dinero, las armas y el aparato de publicidad yanqui”, no es cierto totalmente.

Michelle Bachelet si bien proviene del tercerismo del PS Almeyda, representa hoy a la concertación de partidos por la democracia, una alianza política y social entre la social democracia socialista y cristiana y que representa a amplias capas sociales y clases desde la burguesía financiera, productiva, pasando por los sectores medios y el proletariado urbano y rural organizado. También vastos sectores de los pobres del campo y la ciudad son representados por esta alianza. Sin embargo dicho conglomerado, no es una organización propiamente de izquierda, sino más bien de corte socialdemócrata de centro izquierda, que ha levantado un programa liberal de gobierno, de economía de libre mercado, bajo lo que se denomina tradicionalmente, la superestructura jurídica y política del pinochetismo.

A pesar de las más de 150 reformas aproximadamente a la Constitución, sigue siendo esta la Constitución pinochetista del 80, bajo la firma de Ricardo Lagos, y el modelo económico, dista muchísimo del levantado por Salvador Allende y las fuerzas de la Unidad Popular y mucho también de los programas de la izquierda venezolana, boliviana y ecuatoriana de hoy.

En estricto rigor, la concertación es un conglomerado social demócrata, liberal y populista, que ha dedicado esfuerzos de reforma al modelo, sólo en la medida que éste apunte a desinflar los bolsones de pobreza, vía aumento y focalización del gasto social, bajo un régimen de democracia protegida, enmarcada en el modelo de Jaime Guzmán y el gremialismo pinochetista.

Nos dice Fidel además, que “Gladys Marín y su Partido no se equivocaron, dieron todo su apoyo a Michelle Bachelet, determinando así el fin de la influencia de Augusto Pinochet. No se podía admitir que el tirano diseñado y llevado al poder por el imperio rigiera una vez más los destinos de Chile”.

Gladys Marín, a quien el Comandante conoció latamente, estaba fallecida cuando el partido comunista decide, vía Guillermo Tellier y Lautaro Carmona, apoyar a la Concertación en segunda vuelta, con la condición de que ésta cumpliera un pliego de peticiones de 5 puntos. Este apoyo, que muchos comunistas, en su momento consideramos legítimo, dada la capacidad que mostraba el Partido de poder negociar una votación que históricamente había sido proclive a la concertación, pero sin condiciones, fue prefigurando un cambio estratégico de la línea política del partido con respecto justamente a las tesis de Gladys Marín. En relación a este punto fundamental en su intervención en la Fiesta de los Abrazos en Santiago el 7 de enero de 1995, ya nos decía la dirigenta máxima del comunismo chileno y esto sólo como un botón de muestra:

“En forma seria, responsable y meditada decimos que sólo nos proponemos cumplir con nuestro deber, y ese es el de luchar con todas nuestras fuerzas por cambiar este sistema, y para eso tenemos que oponernos a su administrador, el gobierno de la Concertación”.

…¿Acaso no es más realista acercarse y entenderse con la Concertación? Tenemos que decir que no hay condiciones ni deseos de acercamiento con la Concertación, tanto de parte de ella, como de parte nuestra. La llamada transición-transada con la dictadura y los norteamericanos - (la victoria a lo Pirro, como señaló hace poco José Galeano) impuso la exclusión de la izquierda y del Partido Comunista, y por lo tanto jamás van a aceptar acuerdos con nosotros, a no ser que les sirvamos de acompañantes sin derechos en procesos electorales, a no ser que el Partido Comunista se disuelva y se convierta en un movimiento amorfo, a no ser que cambiemos nuestra política”.

Luego de la muerte de Gladys, la historia del giro hacia la derecha del partido o hacia la centro izquierda en el escenario político chileno, que es lo mismo, ha sido persistente, el pacto por omisión se convirtió en alianza política a nivel de alcaldes y hoy el pacto parlamentario que contempla lista única del partido con la concertación, con el objetivo de aunar fuerzas para derrotar a la extrema derecha.

Luego el compañero Fidel nos plantea”…A pesar de ello, no ha sido ni es aún fácil deshacer la urdiembre legal que, con la ayuda yanqui, la oligarquía vengativa y fascista ata a la nación chilena, digna de un mejor destino”.

El punto justamente es ese. Es decir, si la alianza política y electoral del partido comunista con la concertación, efectivamente logra desentrañar la urdiembre legal y el modelo ultraliberal herencia del pinochetismo.

Y he aquí la lucha de ideas y la discusión teórica necesaria. Si consideramos a la concertación como un conglomerado de centro izquierda, socialdemócrata, liberal-populista, por su programa, políticas económicas y acuerdos políticos con el pinochetismo, al respecto hay suficientes muestras, ( la cuasi histérica defensa del Freismo y de Insulza para que Pinochet retornara a Chile para ser juzgado acá, cosa que nunca se realizó, pasando por la aprobación y legitimación definitiva de la constitución del 80, con la firma de Ricardo Lagos y finalmente con la aplicación de un modelo neo liberal a ultranza con mínimos arreglos), es imposible, absolutamente ilógico y más bien un voluntarismo fruto de la imaginación o de la ceguera, que la alianza política y electoral con la concertación, deshaga la urdiembre legal de la oligarquía y el fascismo. Más bien, un apoyo a este conglomerado, es en definitiva sellar el régimen neo liberal y de democracia protegida por décadas y acaso por siglos bajo la administración de la socialdemocracia.

Finalmente el compañero Fidel Castro nos dice: “….Albergo sin embargo la seguridad de que en Venezuela la Revolución obtendrá la victoria, y en Chile vencerá definitivamente el ideal del socialismo, por el cual luchó y dio su vida Salvador Allende”

El modelo venezolano no tiene ninguna relación con la apuesta y propuesta concertacionista, sino que apunta justamente a un modelo antagónico. Hay suficientes hechos que lo demuestran. Por una parte la cumbre de los gobiernos “progresistas” en la que el gobierno concertacionista es uno de sus más interesados promotores, apunta justamente a otro polo de desarrollo político, económico y social del que propone el Presidente Chávez, además la democracia cristiana chilena, aliada del partido de Michelle Bachelet es firme opositora al régimen de Chávez y apoya sistemáticamente a la oposición interna a este.

Finalmente no podrá vencer en Chile el ideal del socialismo de Allende, por tanto la concertación en sus programas de 20 años, en sus políticas económicas y en sus alianzas sociales y políticas con la derecha, jamás ha querido emular la vía chilena al socialismo, Sino mas bien ha construido en la práctica, un modelo global de dominación del capital financiero y transnacional, incluso como reacción a lo que la totalidad de partidos “de izquierda” dentro de la concertación consideran como un experimento fracasado y que sólo llevo a Chile a estados de polarización sin apoyo de masas y que fue económicamente ineficaz. Basta observar como aquellos que más defendieron la vía chilena al socialismo en el pasado, hoy son los adalides del libre mercado y de la democracia parlamentaria de carácter burgués.

No quisiera extender esta carta respuesta, sin embargo para terminar requiero plantear algunas cuestiones que para el pueblo pobre, el proletariado y las masas excluidas de la llamada modernización capitalista, son cuestiones centrales. Y no ahondaré aquí las ideas y propuestas que ya he escrito en otros artículos. La cuestión central es que Fidel Castro y Raúl Castro y también la alta dirigencia política y cultural de la revolución cubana, han estado apoyando a la concertación de partidos por la democracia y su alianza con el partido comunista de Chile, y que el artículo del compañero Fidel Castro, trata de ser una coronación a este apoyo, justamente en el momento en que toda la izquierda, la social demócrata de viejo cuño y la histórica se han juntado en La Habana, como dije en un artículo, bajos los mismos cielos de Raúl y también de Fidel para sellar un pacto al estilo del euro comunismo de Berlinguer o de los Frentes Antifascistas de Stalin.

Como añoro y esto es más profundo aún, y va más allá de los contextos históricos y las coyunturas, que efectivamente son otras, la actitud política y cultural del Comandante Fidel Castro cuando en plena Unidad Popular vino a decirnos a los chilenos y chilenas los peligros de la vía chilena al socialismo, sus riesgos como modelo de transformación, como anhelo la actitud política y cultural de Fidel y la revolución con su apoyo a los combatientes contra la dictadura pinochetista y a la Política de Rebelión Popular de Masas, y especialmente como añoro la actitud de aquel Fidel y los barbudos de la Sierra Maestra que fueron capaces de señalar cómo la vieja política, no era una salida a la dominación burguesa e imperialista, y que había que hacer las cosas de otra manera, frontalmente, como verdaderos rebeldes al conjunto del sistema político, sus actores y al sistema económico imperante.

Acaso esta última lección de los revolucionarios fue lo que impulsó una renovación revolucionaria de la izquierda latino americana, no meramente por la defensa de la lucha armada como vía de transformación, sino porque justamente la revolución cubana y el M-26 rompía con el viejo modelo reformista de hacer alianzas tácticas con los adversarios para derrotar al enemigo principal, y se comenzaba en ese momento brillante de la historia construir fuerza social y destacamentos capaces de acompañar, representar y liderar a las masa insatisfechas de América, que habían comenzado a decir basta y echado a andar.

No podemos finalmente decirle al compañero y Comandante Fidel Castro que no nos de sus ideas y no analice nuestra realidad, no podemos, porque se ha ganado un lugar en la historia que le permite hacerlo, sin embargo si puedo decirle, con el respeto a su trayectoria, que se equivoca en su análisis.

Que el apoyo del partido comunista cubano al partido comunista chileno en su alianza con la concertación, es un camino de derrota, que anula toda capacidad de forjar nuevos destacamentos y nueva fuerza social, por un cambio profundo de las estructuras y relaciones, políticas, ideológicas, sociales y de producción en el Chile del Siglo XXI.

Que este apoyo y esta estrategia errada, sólo significará, el abandono de las masas por parte de la izquierda consecuente y de la subsumisión a los destacamentos social demócratas liberal populistas. Y que con esto se sella un camino casi sin retorno a la profundización del modelo neo liberal en Chile.

Espero que estas palabras sean motivo de una discusión en el seno de la izquierda chilena y también en el seno de la izquierda cubana y un camino de recuperación de nuestra herencia política y cultural de triunfos y no de derrotas. Porque compañeros de Cuba y Chile y compañero Fidel “lo que brilla con luz propia, nadie, lo puede apagar”.

LA IZQUIERDA DISPERSA

X FESAL CHAIN

La izquierda está dispersa y dispersa al mundo social. Y es risible el planteamiento de Guillermo Tellier a La Nación del jueves 26 de marzo, así sin más, risible. Decir a estas alturas del partido que: "Si vamos a empezar a postergar como en el pacto por omisión, vamos a llegar a quedar casi en nada y no estamos dispuestos a eso, esa ya fue una experiencia para eso son las experiencias, para sacar lecciones y ahora queremos un plazo razonable para que nosotros movamos nuestras piezas".

La declaración anterior no demuestra más que la incapacidad profunda de esos dirigentes, que no son, valga la redundancia, capaces ni siquiera de bien maquillar sus declaraciones anteriores de supuestos triunfos a partir de la Omisión. Por fin, al menos en su error político habitual se desenmascaran. Son un fraude táctico y una oferta estratégica demencial. Fraude táctico por que asumen en definitiva que los acuerdos y pactos anteriores al que viene o no, fueron una derrota, ya lo había analizado en mi artículo “La derrota de la Omisión”. Estrategia demencial cuando se trata en definitiva, inconsciente o concientemente de dejar al pueblo de izquierda, ya exiguo, a merced de las alternativas neoliberales ya sea el freismo, ya sea el piñerismo-pinochetista, ejercicio que describí con suficiente lógica en el artículo “Porqué estamos en una coyuntura crítica” pero que lo refrenda la última Carta del Juntos Podemos Más, cuando estos dirigentes afirman en ella que:

“Tenemos presente que las actuales demandas ante la crisis que afecta al país necesitan de medidas legales, lo que exige contar con una correlación parlamentaria que pueda aprobar esas leyes. De lo contrario, toda propuesta tendiente a enfrentar el tema de la crisis no pasará de ser una buena intención, porque no habrá quórum para aprobarlo. Es una batalla electoral democrática y democratizadora, pero además tiene una relación directa con las capacidades del Estado de responder con medidas legales a las situaciones propias de la crisis que afectan a los trabajadores. Pero además no sería responsable soslayar una potencial conducta electoral ante una eventual segunda vuelta.”

Así, estos preclaros dirigentes hablan de favorable correlación parlamentaria y nunca de una favorable correlación de fuerzas sociales, de realizar a partir de las primeras, un mejoramiento de las capacidades del Estado para afrontar la crisis que afecta a los trabajadores y finalmente se amarran y amarran a quienes votarían por ellos, a apoyar a Frei. Bueno, lisa y llanamente el social-reformismo en su máxima expresión. Apoyar a la concertación en segunda vuelta, ser parte de la bancada parlamentaria de la misma concertación durante el período parlamentario y presidencial siguiente y apoyar las medidas reformistas del liberalismo concertacionista, a cambio de algunos mínimos puestos en el parlamento

Por otra parte, Navarro, la Nueva Izquierda, G80 en su dimensión política y la candidatura de Pamela Jiles, se encuentran entrampados en preacuerdos de primarias para elegir a un solo candidato. Digo entrampados, porque a mi modo de ver la política hoy, estas discusiones larguísimas de mecanismos, no provocan más que inmovilismo en las huestes izquierdistas.

Inmovilismo porque en definitiva que la izquierda esté dispersa, dispersa toda capacidad de generar frentes sociales con la idea clara de transformación de la situación política nacional, o al menos ser un vector de transformaciones parciales para que la crisis, nunca pronunciada de la lucha ínter burguesa, es decir de la lucha política de los de arriba por seguir comandando el modelo neo liberal de desarrollo, se resuelva a favor de las mayorías, de los de abajo.

En muchos artículos he analizado las distintas dimensiones de la acción política de la izquierda y en la mayoría de ellos sigo insistiendo como así lo hice en la Carta Abierta a Pamela Jiles, que sólo aquel o aquella que sea capaz de pasar de ideas programáticas a la acción de comandar a los insatisfechos y marginados del modelo, con clara vocación de poder, aunque en la coyuntura no se obtenga, es la o el candidato que puede construir fuerza social de izquierda, aunque no sea revolucionaria, con capacidad de movilización y agrupamiento frente a la lucha de los de arriba.

El análisis y discúlpenme los que ignoran esto, no es más que un básico ejercicio de construcción política de masas y no más que eso.

La estrategia del JPM y toda estrategia que se enmarque ya sea en la negociación con los de arriba o en la supuesta unidad de los destacamentos de izquierda y la consagración de una candidatura única, no es más que un ejercicio intelectual y voluntarista de la pequeña burguesía, por tratar de ilusamente de dirigir a aquellos que ni siquiera han logrado aunar y reconstruir realmente, en la luchas sectoriales y de calles y menos en la lucha política y de fuerzas sociales existentes. Como se dice en Chile, los piojos se matan de a uno, y como decía un amigo mío, muy querido, como los piojos no saltan, cuando uno ya mata dos o tres es que tiene un suerte descomunal o es una persona con amplias capacidades.

¿Cual es el piojo que hay que matar en la política chilena hoy? Desde la izquierda es simple, la izquierda-izquierda, la que tiene al menos hoy en sus declaraciones voluntad de ruptura con todo el sistema político imperante, debe y requiere rearmar fuerza social para entre otras cosas luchar con una correlación de fuerzas más favorable contra todos aquellos que no tienen ni la capacidad teórica ni práctica de dar una lucha política y social contra los que comandan políticamente el modelo neo liberal. Ese es el primer piojo.

El segundo y si la izquierda es capaz de matarlo simultáneamente junto al primero, sería ya una genialidad, es movilizar a los sectores sociales agrupados, en contra del modelo tal cual lo chilenos y chilenas lo estamos viviendo y sufriendo. No luchar y movilizar a las masas descontentas con el manejo económico y la crisis que se despliega en toda su magnitud, es un error estratégico que nos puede cobrar años y décadas de inmovilismo.

Y finalmente, un piojo de regalo para aquéllos que más allá de estar o no equivocados en su operación política actual, al menos tienen la voluntad de romper el inmovilismo y seguidismo de la izquierda comunista: el tercer y fundamental piojo que hay que matar de un solo apretón o pellizco, es el de romper con la mitología de la unidad de la izquierda y de la necesaria vocación nacional de esta tarea.

Habrá que romper con la unidad de una vez por todas, para construir el camino, el partido o movimiento y la lucha completa a partir de un programa, una organización y una estrategia de masas y de conformación en la lucha misma de una fuerza política y social de izquierda capaz de comandar y acompañar a los insatisfechos movilizados. El que sea perspicaz, valiente y osado seguirá el camino y el derrotero del destacamento que se atreva a construir lo anterior.

Porque estaremos más que de acuerdo que la política es el despliegue de correlaciones de fuerza social, con programa y organización y que la unidad política sin fuerza social es lo mismo que realizar negociaciones con la concertación o a lo más juntarse para discutir lo que la falta de práctica obliga a hacer, encerrarse entre cuatro paredes entre aquellos que dejan pasar la historia por la berma del camino, mientras se toman un café en la vereda del frente del pueblo movilizado, ya sea para protestar o para votar por la derecha, que también será una forma de protesta. Al respecto, esa es una cuestión, que en la coyuntura debe contemplarse con máximo rigor:

Si la izquierda no avanza sobre los sectores sociales y le muestra una alternativa, las masas votarán por la derecha, pero en masa, y ya con un gobierno piñerista-pinochetista ad portas, no sólo habrá sido el triunfo del neoliberalismo del pasado, sino además el desarme social de la izquierda.

La derecha ganará en Diciembre, al menos construyamos para el futuro inmediato una izquierda y una fuerza social capaz de oponerse al liberalismo descarnado, desde la lucha de calles y la organización social y popular, con un programa de cambios radicales. Si no lo hacemos hoy, a lo más tendremos un par de diputaditos de la izquierda comunista aliándose a la concertación liberal para votar un par de leyes más o un par de leyes menos, que “ayuden” a los trabajadores a tomarse el trago amargo de un modelo de crecimiento neoliberal, y ahora sí con la ayuda de la izquierda comunista y sus aliados.