x Fesal Chain
Ya no podemos callar, no podemos callar. Porque grita en la médula de cada uno y retumba este hombre grande y bello, grita en nuestra médula Pablo, Pablo Milanés. Sí, el mismo de "Yo pisaré las calles nuevamente" y no me vengan ahora con la sordera habitual y la ceguera de la ignorancia y la idiotez.
Nosotros, chilenos y chilenas conocemos a la bestia capital, vivimos en sus entrañas, nos duele el dinero como un yugo en el cuello. Como bueyes andamos tristes por la arena negra de un mar sureño. Y este país clama revolución aún cuando no esté, al parecer, a la orden del día, al parecer.
Y conocemos a la social democracia tan "buenita" esa que quiere, como tanta veces he dicho, y también gritado, maquillar, embellecer la explotación, la marginación y acallar la voz del mundo inteligente y bueno, del mundo pobre y triste en su derrota temporal.
En la maldita televisión del régimen, bailan las prostitutas de los ricos, como ayer bailaba Maripepa, la que se acostaba con el mismo esbirro que mataba a nuestros hermanos, la bestia CNI, el ensangrentado Corvalán.
¿Y hoy donde están mis hermanos, donde están, donde Luis Le Bert, donde Francisco Villa y Elena Varela en las pantallas del pueblo que tendría que bailar la belleza y el amor, donde están? ¿Donde el poeta, el líder sindical, el poblador con sus alas que se despliegan al atardecer, donde el pueblo mio eterno, donde, en que canal, en que radio o altavoz. Donde los libros, las pinturas del pueblo, la pelota que rebota en los tierrales hermoseados de este Chile asesino de conciencias y de mapuches y del obrero en el montacargas, donde están los muertos de hoy?
Y en Cuba, grita Pablito, si, el que nos ayudo a sobrevivir, a soñar y a amar en los tiempos de la rabia de la Bestia Militar, burguesa plagada de salas de tortura, ese mismo Pablo que se escuchaba en las mentes y en las lenguas de las hermanas y hermanos de Villa Grimaldi, en José Domingo Cañas, en Londres 38 y en tantas y tantas partes más. Ese que nos ayudó a vivir y a luchar.
Ahora lo vas a abandonar? El no te deja ni te olvida hermano, hermana.
Pablo clama al cielo y también dice: "Donde están, los amigos que tuve ayer, los amigos que tuve ayer, qué les pasó, qué sucedió, adonde fueron, que triste estoy". Y sigue junto a nosotros cantando "donde están , quiero verlos para saber, que soy humano que vivo y siento por mis hermanos y ellos por mí, donde estén, un saludo para decir, que los he amado y he deseado, más de una vez, verlos conmigo aquí morir". En esa Cuba hoy tan militar llena de aparatos y de exilio.
No podemos callar, gritar la verdad no es volver atrás o estar en la derecha ni en la social democracia eunuca, NO, NO, NO es eso. Gritar y vociferar y actuar es amar, es volver a la izquierda que debemos SER, a la izquierda de la justicia y del poder popular, esa SI. A la izquierda radical y libertaria, no la liberal, la de la lucha armada si es preciso, pero en participación real, en fraternidad, en la igualdad real. No más dirigentes sobre el pueblo mismo, aunque parezca una ficción, una ilusión. No más mal menor para justificar y defender procesos.En ninguna parte, ni aquí, ni en Cuba, ni en Nicaragua, ni en Venezuela. No más.
Y Pablo miren a Pablo llorar la libertad: " La libertad es una niña hermosa y pura que nos violan al cabo de los años cuando crece por encima de los árboles, sabemos que no va a sobrevivir...Es un feo retrato destruido por la fuerza del tiempo en su interior, es un lindo fracaso sostenido de una buena mirada con amor...La libertad se va poniendo vieja, la libertad ya no puede parir, la libertad como todo en la vida nació para morir...."
Y ahora lo vas a acusar, lo vas a hacer tu enemigo? No seas ciego o ciega, no seas burdo, burda en tu pensar. Y termina Pablo " Ha valido la pena, respondo , no sé, respondo no sé".
Nosotros, chilenos y chilenas conocemos a la bestia capital, vivimos en sus entrañas, nos duele el dinero como un yugo en el cuello. Como bueyes andamos tristes por la arena negra de un mar sureño. Y este país clama revolución aún cuando no esté, al parecer, a la orden del día, al parecer.
Y conocemos a la social democracia tan "buenita" esa que quiere, como tanta veces he dicho, y también gritado, maquillar, embellecer la explotación, la marginación y acallar la voz del mundo inteligente y bueno, del mundo pobre y triste en su derrota temporal.
En la maldita televisión del régimen, bailan las prostitutas de los ricos, como ayer bailaba Maripepa, la que se acostaba con el mismo esbirro que mataba a nuestros hermanos, la bestia CNI, el ensangrentado Corvalán.
¿Y hoy donde están mis hermanos, donde están, donde Luis Le Bert, donde Francisco Villa y Elena Varela en las pantallas del pueblo que tendría que bailar la belleza y el amor, donde están? ¿Donde el poeta, el líder sindical, el poblador con sus alas que se despliegan al atardecer, donde el pueblo mio eterno, donde, en que canal, en que radio o altavoz. Donde los libros, las pinturas del pueblo, la pelota que rebota en los tierrales hermoseados de este Chile asesino de conciencias y de mapuches y del obrero en el montacargas, donde están los muertos de hoy?
Y en Cuba, grita Pablito, si, el que nos ayudo a sobrevivir, a soñar y a amar en los tiempos de la rabia de la Bestia Militar, burguesa plagada de salas de tortura, ese mismo Pablo que se escuchaba en las mentes y en las lenguas de las hermanas y hermanos de Villa Grimaldi, en José Domingo Cañas, en Londres 38 y en tantas y tantas partes más. Ese que nos ayudó a vivir y a luchar.
Ahora lo vas a abandonar? El no te deja ni te olvida hermano, hermana.
Pablo clama al cielo y también dice: "Donde están, los amigos que tuve ayer, los amigos que tuve ayer, qué les pasó, qué sucedió, adonde fueron, que triste estoy". Y sigue junto a nosotros cantando "donde están , quiero verlos para saber, que soy humano que vivo y siento por mis hermanos y ellos por mí, donde estén, un saludo para decir, que los he amado y he deseado, más de una vez, verlos conmigo aquí morir". En esa Cuba hoy tan militar llena de aparatos y de exilio.
No podemos callar, gritar la verdad no es volver atrás o estar en la derecha ni en la social democracia eunuca, NO, NO, NO es eso. Gritar y vociferar y actuar es amar, es volver a la izquierda que debemos SER, a la izquierda de la justicia y del poder popular, esa SI. A la izquierda radical y libertaria, no la liberal, la de la lucha armada si es preciso, pero en participación real, en fraternidad, en la igualdad real. No más dirigentes sobre el pueblo mismo, aunque parezca una ficción, una ilusión. No más mal menor para justificar y defender procesos.En ninguna parte, ni aquí, ni en Cuba, ni en Nicaragua, ni en Venezuela. No más.
Y Pablo miren a Pablo llorar la libertad: " La libertad es una niña hermosa y pura que nos violan al cabo de los años cuando crece por encima de los árboles, sabemos que no va a sobrevivir...Es un feo retrato destruido por la fuerza del tiempo en su interior, es un lindo fracaso sostenido de una buena mirada con amor...La libertad se va poniendo vieja, la libertad ya no puede parir, la libertad como todo en la vida nació para morir...."
Y ahora lo vas a acusar, lo vas a hacer tu enemigo? No seas ciego o ciega, no seas burdo, burda en tu pensar. Y termina Pablo " Ha valido la pena, respondo , no sé, respondo no sé".
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