sábado, 4 de abril de 2009

Respuesta a Fidel Castro a propósito de su artículo Encuentro con la Presidenta de Chile Michelle Bachelet


x Fesal Chain
Poeta, narrador y sociólogo

La batalla de las ideas, presupone emplazar justamente estas ideas, para entre otras cosas, debatir e intercambiar no sólo puntos de vista de la realidad social y política, sino para establecer un espacio real de lucha, donde de alguna manera se imponen y también seducen aquellas ideas que van interpretando la realidad de manera justa, que no es sino, el apoyo y la legitimidad de éstas en el ámbito del mundo social y político. Lucha de ideas, generación de verdades sociales, establecimiento y transformación de la realidad a partir de esta lucha.

Al respecto he querido dar una respuesta al Comandante Fidel Castro, dirigente histórico de la izquierda Latino americana y del Caribe y de la Izquierda mundial. Hombre de acción y de reflexión, que fue capaz junto a muchos y muchas de realizar una Revolución e influir con sus ideas y actos en la totalidad de la izquierda mundial durante ya 50 años.

No es fácil discutir o plantearle al compañero Fidel Castro mis desacuerdos. No porque Fidel no sea capaz de escuchar y reflexionar en torno a las ideas de otros y otras, como la derecha y la reacción siempre lo ha afirmado, sino por la estatura de su legado y la legitimidad que se ha construido como líder de la izquierda y de los revolucionarios.

Pero bueno, ya es hora de discutir ciertas cosas, puesto que la vida de millones en Chile está en juego. No claro como estuvo en juego durante la dictadura, pero si en riesgo vital del abandono por parte de las fuerzas de izquierda y de una derrota estratégica.

Espero que este artículo llegue a la lectura de Fidel Castro y también de los cubanos, tanto aquellos que tienen responsabilidades de dirección política y cultural en la revolución, como al pueblo mismo, de tan alto nivel educativo.

Desgraciadamente, el artículo de Fidel, tiene enormes imprecisiones, en primer lugar la afirmación de que “A Michelle le correspondió el mérito de ser electa como Presidenta de Chile por el voto mayoritario otorgado al Partido Socialista que la postuló” y que “…por primera vez en los últimos años en América Latina una organización de izquierda había obtenido tal victoria, sin apoyo del dinero, las armas y el aparato de publicidad yanqui”, no es cierto totalmente.

Michelle Bachelet si bien proviene del tercerismo del PS Almeyda, representa hoy a la concertación de partidos por la democracia, una alianza política y social entre la social democracia socialista y cristiana y que representa a amplias capas sociales y clases desde la burguesía financiera, productiva, pasando por los sectores medios y el proletariado urbano y rural organizado. También vastos sectores de los pobres del campo y la ciudad son representados por esta alianza. Sin embargo dicho conglomerado, no es una organización propiamente de izquierda, sino más bien de corte socialdemócrata de centro izquierda, que ha levantado un programa liberal de gobierno, de economía de libre mercado, bajo lo que se denomina tradicionalmente, la superestructura jurídica y política del pinochetismo.

A pesar de las más de 150 reformas aproximadamente a la Constitución, sigue siendo esta la Constitución pinochetista del 80, bajo la firma de Ricardo Lagos, y el modelo económico, dista muchísimo del levantado por Salvador Allende y las fuerzas de la Unidad Popular y mucho también de los programas de la izquierda venezolana, boliviana y ecuatoriana de hoy.

En estricto rigor, la concertación es un conglomerado social demócrata, liberal y populista, que ha dedicado esfuerzos de reforma al modelo, sólo en la medida que éste apunte a desinflar los bolsones de pobreza, vía aumento y focalización del gasto social, bajo un régimen de democracia protegida, enmarcada en el modelo de Jaime Guzmán y el gremialismo pinochetista.

Nos dice Fidel además, que “Gladys Marín y su Partido no se equivocaron, dieron todo su apoyo a Michelle Bachelet, determinando así el fin de la influencia de Augusto Pinochet. No se podía admitir que el tirano diseñado y llevado al poder por el imperio rigiera una vez más los destinos de Chile”.

Gladys Marín, a quien el Comandante conoció latamente, estaba fallecida cuando el partido comunista decide, vía Guillermo Tellier y Lautaro Carmona, apoyar a la Concertación en segunda vuelta, con la condición de que ésta cumpliera un pliego de peticiones de 5 puntos. Este apoyo, que muchos comunistas, en su momento consideramos legítimo, dada la capacidad que mostraba el Partido de poder negociar una votación que históricamente había sido proclive a la concertación, pero sin condiciones, fue prefigurando un cambio estratégico de la línea política del partido con respecto justamente a las tesis de Gladys Marín. En relación a este punto fundamental en su intervención en la Fiesta de los Abrazos en Santiago el 7 de enero de 1995, ya nos decía la dirigenta máxima del comunismo chileno y esto sólo como un botón de muestra:

“En forma seria, responsable y meditada decimos que sólo nos proponemos cumplir con nuestro deber, y ese es el de luchar con todas nuestras fuerzas por cambiar este sistema, y para eso tenemos que oponernos a su administrador, el gobierno de la Concertación”.

…¿Acaso no es más realista acercarse y entenderse con la Concertación? Tenemos que decir que no hay condiciones ni deseos de acercamiento con la Concertación, tanto de parte de ella, como de parte nuestra. La llamada transición-transada con la dictadura y los norteamericanos - (la victoria a lo Pirro, como señaló hace poco José Galeano) impuso la exclusión de la izquierda y del Partido Comunista, y por lo tanto jamás van a aceptar acuerdos con nosotros, a no ser que les sirvamos de acompañantes sin derechos en procesos electorales, a no ser que el Partido Comunista se disuelva y se convierta en un movimiento amorfo, a no ser que cambiemos nuestra política”.

Luego de la muerte de Gladys, la historia del giro hacia la derecha del partido o hacia la centro izquierda en el escenario político chileno, que es lo mismo, ha sido persistente, el pacto por omisión se convirtió en alianza política a nivel de alcaldes y hoy el pacto parlamentario que contempla lista única del partido con la concertación, con el objetivo de aunar fuerzas para derrotar a la extrema derecha.

Luego el compañero Fidel nos plantea”…A pesar de ello, no ha sido ni es aún fácil deshacer la urdiembre legal que, con la ayuda yanqui, la oligarquía vengativa y fascista ata a la nación chilena, digna de un mejor destino”.

El punto justamente es ese. Es decir, si la alianza política y electoral del partido comunista con la concertación, efectivamente logra desentrañar la urdiembre legal y el modelo ultraliberal herencia del pinochetismo.

Y he aquí la lucha de ideas y la discusión teórica necesaria. Si consideramos a la concertación como un conglomerado de centro izquierda, socialdemócrata, liberal-populista, por su programa, políticas económicas y acuerdos políticos con el pinochetismo, al respecto hay suficientes muestras, ( la cuasi histérica defensa del Freismo y de Insulza para que Pinochet retornara a Chile para ser juzgado acá, cosa que nunca se realizó, pasando por la aprobación y legitimación definitiva de la constitución del 80, con la firma de Ricardo Lagos y finalmente con la aplicación de un modelo neo liberal a ultranza con mínimos arreglos), es imposible, absolutamente ilógico y más bien un voluntarismo fruto de la imaginación o de la ceguera, que la alianza política y electoral con la concertación, deshaga la urdiembre legal de la oligarquía y el fascismo. Más bien, un apoyo a este conglomerado, es en definitiva sellar el régimen neo liberal y de democracia protegida por décadas y acaso por siglos bajo la administración de la socialdemocracia.

Finalmente el compañero Fidel Castro nos dice: “….Albergo sin embargo la seguridad de que en Venezuela la Revolución obtendrá la victoria, y en Chile vencerá definitivamente el ideal del socialismo, por el cual luchó y dio su vida Salvador Allende”

El modelo venezolano no tiene ninguna relación con la apuesta y propuesta concertacionista, sino que apunta justamente a un modelo antagónico. Hay suficientes hechos que lo demuestran. Por una parte la cumbre de los gobiernos “progresistas” en la que el gobierno concertacionista es uno de sus más interesados promotores, apunta justamente a otro polo de desarrollo político, económico y social del que propone el Presidente Chávez, además la democracia cristiana chilena, aliada del partido de Michelle Bachelet es firme opositora al régimen de Chávez y apoya sistemáticamente a la oposición interna a este.

Finalmente no podrá vencer en Chile el ideal del socialismo de Allende, por tanto la concertación en sus programas de 20 años, en sus políticas económicas y en sus alianzas sociales y políticas con la derecha, jamás ha querido emular la vía chilena al socialismo, Sino mas bien ha construido en la práctica, un modelo global de dominación del capital financiero y transnacional, incluso como reacción a lo que la totalidad de partidos “de izquierda” dentro de la concertación consideran como un experimento fracasado y que sólo llevo a Chile a estados de polarización sin apoyo de masas y que fue económicamente ineficaz. Basta observar como aquellos que más defendieron la vía chilena al socialismo en el pasado, hoy son los adalides del libre mercado y de la democracia parlamentaria de carácter burgués.

No quisiera extender esta carta respuesta, sin embargo para terminar requiero plantear algunas cuestiones que para el pueblo pobre, el proletariado y las masas excluidas de la llamada modernización capitalista, son cuestiones centrales. Y no ahondaré aquí las ideas y propuestas que ya he escrito en otros artículos. La cuestión central es que Fidel Castro y Raúl Castro y también la alta dirigencia política y cultural de la revolución cubana, han estado apoyando a la concertación de partidos por la democracia y su alianza con el partido comunista de Chile, y que el artículo del compañero Fidel Castro, trata de ser una coronación a este apoyo, justamente en el momento en que toda la izquierda, la social demócrata de viejo cuño y la histórica se han juntado en La Habana, como dije en un artículo, bajos los mismos cielos de Raúl y también de Fidel para sellar un pacto al estilo del euro comunismo de Berlinguer o de los Frentes Antifascistas de Stalin.

Como añoro y esto es más profundo aún, y va más allá de los contextos históricos y las coyunturas, que efectivamente son otras, la actitud política y cultural del Comandante Fidel Castro cuando en plena Unidad Popular vino a decirnos a los chilenos y chilenas los peligros de la vía chilena al socialismo, sus riesgos como modelo de transformación, como anhelo la actitud política y cultural de Fidel y la revolución con su apoyo a los combatientes contra la dictadura pinochetista y a la Política de Rebelión Popular de Masas, y especialmente como añoro la actitud de aquel Fidel y los barbudos de la Sierra Maestra que fueron capaces de señalar cómo la vieja política, no era una salida a la dominación burguesa e imperialista, y que había que hacer las cosas de otra manera, frontalmente, como verdaderos rebeldes al conjunto del sistema político, sus actores y al sistema económico imperante.

Acaso esta última lección de los revolucionarios fue lo que impulsó una renovación revolucionaria de la izquierda latino americana, no meramente por la defensa de la lucha armada como vía de transformación, sino porque justamente la revolución cubana y el M-26 rompía con el viejo modelo reformista de hacer alianzas tácticas con los adversarios para derrotar al enemigo principal, y se comenzaba en ese momento brillante de la historia construir fuerza social y destacamentos capaces de acompañar, representar y liderar a las masa insatisfechas de América, que habían comenzado a decir basta y echado a andar.

No podemos finalmente decirle al compañero y Comandante Fidel Castro que no nos de sus ideas y no analice nuestra realidad, no podemos, porque se ha ganado un lugar en la historia que le permite hacerlo, sin embargo si puedo decirle, con el respeto a su trayectoria, que se equivoca en su análisis.

Que el apoyo del partido comunista cubano al partido comunista chileno en su alianza con la concertación, es un camino de derrota, que anula toda capacidad de forjar nuevos destacamentos y nueva fuerza social, por un cambio profundo de las estructuras y relaciones, políticas, ideológicas, sociales y de producción en el Chile del Siglo XXI.

Que este apoyo y esta estrategia errada, sólo significará, el abandono de las masas por parte de la izquierda consecuente y de la subsumisión a los destacamentos social demócratas liberal populistas. Y que con esto se sella un camino casi sin retorno a la profundización del modelo neo liberal en Chile.

Espero que estas palabras sean motivo de una discusión en el seno de la izquierda chilena y también en el seno de la izquierda cubana y un camino de recuperación de nuestra herencia política y cultural de triunfos y no de derrotas. Porque compañeros de Cuba y Chile y compañero Fidel “lo que brilla con luz propia, nadie, lo puede apagar”.

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