x Fesal Chain
Gonzalo Rojas, ha escrito en el sitio blogs de El Mercurio del Miércoles 18 de Agosto, el Decálogo del comunista chileno. Ciertamente hay escritos y personas que no merecen ni siquiera comentarios ni espacios públicos donde mostrar sus garrapatas, es el caso del Sr. Rojas, sin embargo es interesante ir analizando sus guturales afirmaciones, de un odio parido sin precedentes al menos en los últimos años, a excepción de las columnas tristemente célebres del Sr. Hermógenes Perez de Arce.
Nada sería demasiado importante, sino es porque esta columna llena de difamaciones y amenazas que rayan en la histeria, no fuera parte integrante de una seguidilla de imprecaciones del anticomunismo chileno, durante las últimas semanas. Las acusaciones de vínculos entre los diputados comunistas y las FARC han sido enarboladas por los honorables Hernán Larrain y Patricio Melero, junto al inefable Jovino Novoa de la UDI, y entre otros próceres de Renovación Nacional, por el Sr. Carlos Larraín, el Ministro del Interior Hinzpeter y el propio Presidente de la República Sr. Piñera. Todas basadas en un "dossier" del gobierno colombiano de Uribe realizado a partir de la información sacada de de dos discos duros y dos USB del computador del asesinado Raúl Reyes, uno de los líderes de las FARC. No está de más decir, que ya en mayo del año 2008, la propia Interpol afirmó que los ordenadores de las FARC fueron manipulados por los organismos de seguridad del gobierno de Uribe, en un informe publicado por el diario El País de España, como referencia es posible leer el siguiente sitio:
http://www.radiomundial.com.ve/yvke/noticia.php?5844
La cuestión es que la derecha transformista, esa que gritó por todas partes que era democrática, que estaba por los acuerdos y la unidad nacional, ha mostrado su puño de hierro, al hacerse eco y partícipe de las diatribas de la UDI, hasta llegar a comprometer al propio Presidente de la República en la operación. Tampoco está de más decir que el Sr. Piñera en reuniones con el nuevo gobernante colombiano Santos, ha establecido relaciones y planes de inteligencia al más alto nivel, para justamente trabajar en torno a la tesis de las relaciones ideológicas y operativas de las FARC con el Partido Comunista de Chile y las organizaciones mapuche.
Bien, teniendo claro el marco de esta operación, los invito a analizar partes claves del artículo y observar sus alcances, no por cierto al voleo:
"(...) Nunca dirás la verdad, la mentira te hará libre. Con la verdad serás capturado por fiscalías y servicios de seguridad. No faltará un valiente diputado Melero que te exija aclarar el vínculo con las FARC o con el narcotráfico, con el terrorismo indigenista o con la toma de liceos. Pero con la mentira seguirás siendo libre, en la calle, en el Congreso y en todo lugar. Miente bien: los terminarás agotando, y quizás algunos te creerán".
Se deduce de las palabras del Sr. Rojas en este párrafo, que el Partido Comunista de Chile tiene no sólo relaciones con las FARC, sino también con el narcotráfico y con grupos terroristas indígenas. Pero no sólo afirma con subterfugios lo anterior, sino que establece que las relaciones preferentes son con los diputados electos y en ejercicio del Partido ("en el Congreso"), es decir con Lautaro Carmona, Guillermo Teillier y Hugo Gutiérrez. Y además hace un llamado, frente a esta verdad, a las fiscalías del nuevo sistema penal y a los servicios de seguridad, es decir a la ANI, a investigar y capturar si es posible a los diputados y a todo los militantes del partido (los que caminan por la calle). Y continúa:
"Usarás todas las fachadas posibles para victimizarte. Crearás la Asociación de Exonerados de Medios de Transporte; el Comité de Perseguidos del Mundo Rural; la Orgánica de Desplazados de la Cultura Alternativa; el Grupo Amplio de Reprimidos por las Fuerzas Opresivas. Dale con la imaginación, dale con los nombres; tres personas bastan en cada referente".
El llamado a la operación de inteligencia y judicial que hace el Sr. Rojas, que a estas alturas habría que preguntarse si tiene o no relaciones con los organismos a los que llama, es que toda organización social pueden ser fachada de una asociación ilícita entre el Partido Comunista, sus militantes y diputados, las FARC, el terrorismo indigenista y el narcotráfico, y por tanto que también serían susceptibles de ser investigadas y capturadas por las fiscalías y los servcios de seguridad. Sigamos:
"(...) Tolerarás sin mayor apoyo a quienes se mueven a tu izquierda: anarquistas, trotskistas, maoístas. Si ponen bombas,callarás. Si los detienen, exigirás sus garantías y pedirás un juicio justo para unos combatientes que facilitan tu imagen moderada. Te prepararás, eso sí, para explicar por qué hace 70 años exactos hubo que mandar a matar a Trotsky."
Aquí el Sr. Rojas afirma que el Partido Comunista, sus militantes y diputados constituyen una asociación ilícita terrorista, pues por una parte, serían cómplices por omisión de todos aquellos grupos que ponen bombas y que además, el mencionado Partido y abogados relacionados a él, tiene todo un sistema organizado para su defensa. Al respecto, no es posible en el nuevo ni tampoco en el antiguo sistema penal, exigir garantías y pedir juicios justos de manera efectiva para los acusados o procesados sino es haciéndose parte de los procesos, ya sea con querellas o abogados. Continuemos:
"(...)Exigirás todo tipo de reparaciones económicas del Estado a tu favor. Si en septiembre de 1973 te negaste a obedecer una orden de un superior militar siendo tú un infiltrado, hoy eres un patriota merecedor de recompensa. Pediste 520 millones de pesos como reparación, pero aceptas ahora la posibilidad de obtener sólo 130. La caja del Partido los necesita"
Este párrafo es críptico y es evidente que es un mensaje cifrado para personas en particular. Primero afirma que aquel que se negó para el golpe de estado obedecer ordenes de asesinato, torturas, desapariciones y otros crímenes contra la humanidad, podría ser infiltrado, obviamente del propio Partido Comunista en las Fuerzas Armadas y de Orden. La pregunta que se deduce de este párrafo, es quién es la persona o grupo de personas a las que se refiere el Sr. Rojas, que pidió o solicitaron 520 millones de pesos como reparación y terminaron aceptando 130 millones. Afirma también en este párrafo que además los recursos recibidos se los transfirieron al Partido Comunista. También habría que preguntarse quien recibió ese dinero en el Partido y por medio de qué cuenta o si fue por mano.
Acusaciones como pueden notar ustedes, sin nombre, gravísimas y que están destinadas a difamar, si es que no se prueban las aseveraciones, a muchísimas personas las cuales perfectamente se podrían querellar, partiendo por aquellos ciudadanos y ciudadanas que recibieron reparaciones financieras del Estado por ser víctimas de la violencia política y de sus derechos humanos.
Hasta aquí el somero análisis. Creo que esta columna del Sr, Rojas merece, más allá de la repulsa general del mundo democrático, una querella por difamaciones gravísimas y un recurso de amparo a los diputados nombrados y a la totalidad de los militantes comunistas. Como así también para los miembros de organizaciones sociales y culturales, sino otras medidas judiciales en contra de este terrorista de la palabra y difamador profesional. No podemos permitir que en pleno Estado de Derecho este tipo de personas haga tal cantidad de acusaciones, de manera tan irresponsable y por un medio de comunicación nacional, que al menos debería ser multado por este hecho.
Nada sería demasiado importante, sino es porque esta columna llena de difamaciones y amenazas que rayan en la histeria, no fuera parte integrante de una seguidilla de imprecaciones del anticomunismo chileno, durante las últimas semanas. Las acusaciones de vínculos entre los diputados comunistas y las FARC han sido enarboladas por los honorables Hernán Larrain y Patricio Melero, junto al inefable Jovino Novoa de la UDI, y entre otros próceres de Renovación Nacional, por el Sr. Carlos Larraín, el Ministro del Interior Hinzpeter y el propio Presidente de la República Sr. Piñera. Todas basadas en un "dossier" del gobierno colombiano de Uribe realizado a partir de la información sacada de de dos discos duros y dos USB del computador del asesinado Raúl Reyes, uno de los líderes de las FARC. No está de más decir, que ya en mayo del año 2008, la propia Interpol afirmó que los ordenadores de las FARC fueron manipulados por los organismos de seguridad del gobierno de Uribe, en un informe publicado por el diario El País de España, como referencia es posible leer el siguiente sitio:
http://www.radiomundial.com.ve/yvke/noticia.php?5844
La cuestión es que la derecha transformista, esa que gritó por todas partes que era democrática, que estaba por los acuerdos y la unidad nacional, ha mostrado su puño de hierro, al hacerse eco y partícipe de las diatribas de la UDI, hasta llegar a comprometer al propio Presidente de la República en la operación. Tampoco está de más decir que el Sr. Piñera en reuniones con el nuevo gobernante colombiano Santos, ha establecido relaciones y planes de inteligencia al más alto nivel, para justamente trabajar en torno a la tesis de las relaciones ideológicas y operativas de las FARC con el Partido Comunista de Chile y las organizaciones mapuche.
Bien, teniendo claro el marco de esta operación, los invito a analizar partes claves del artículo y observar sus alcances, no por cierto al voleo:
"(...) Nunca dirás la verdad, la mentira te hará libre. Con la verdad serás capturado por fiscalías y servicios de seguridad. No faltará un valiente diputado Melero que te exija aclarar el vínculo con las FARC o con el narcotráfico, con el terrorismo indigenista o con la toma de liceos. Pero con la mentira seguirás siendo libre, en la calle, en el Congreso y en todo lugar. Miente bien: los terminarás agotando, y quizás algunos te creerán".
Se deduce de las palabras del Sr. Rojas en este párrafo, que el Partido Comunista de Chile tiene no sólo relaciones con las FARC, sino también con el narcotráfico y con grupos terroristas indígenas. Pero no sólo afirma con subterfugios lo anterior, sino que establece que las relaciones preferentes son con los diputados electos y en ejercicio del Partido ("en el Congreso"), es decir con Lautaro Carmona, Guillermo Teillier y Hugo Gutiérrez. Y además hace un llamado, frente a esta verdad, a las fiscalías del nuevo sistema penal y a los servicios de seguridad, es decir a la ANI, a investigar y capturar si es posible a los diputados y a todo los militantes del partido (los que caminan por la calle). Y continúa:
"Usarás todas las fachadas posibles para victimizarte. Crearás la Asociación de Exonerados de Medios de Transporte; el Comité de Perseguidos del Mundo Rural; la Orgánica de Desplazados de la Cultura Alternativa; el Grupo Amplio de Reprimidos por las Fuerzas Opresivas. Dale con la imaginación, dale con los nombres; tres personas bastan en cada referente".
El llamado a la operación de inteligencia y judicial que hace el Sr. Rojas, que a estas alturas habría que preguntarse si tiene o no relaciones con los organismos a los que llama, es que toda organización social pueden ser fachada de una asociación ilícita entre el Partido Comunista, sus militantes y diputados, las FARC, el terrorismo indigenista y el narcotráfico, y por tanto que también serían susceptibles de ser investigadas y capturadas por las fiscalías y los servcios de seguridad. Sigamos:
"(...) Tolerarás sin mayor apoyo a quienes se mueven a tu izquierda: anarquistas, trotskistas, maoístas. Si ponen bombas,callarás. Si los detienen, exigirás sus garantías y pedirás un juicio justo para unos combatientes que facilitan tu imagen moderada. Te prepararás, eso sí, para explicar por qué hace 70 años exactos hubo que mandar a matar a Trotsky."
Aquí el Sr. Rojas afirma que el Partido Comunista, sus militantes y diputados constituyen una asociación ilícita terrorista, pues por una parte, serían cómplices por omisión de todos aquellos grupos que ponen bombas y que además, el mencionado Partido y abogados relacionados a él, tiene todo un sistema organizado para su defensa. Al respecto, no es posible en el nuevo ni tampoco en el antiguo sistema penal, exigir garantías y pedir juicios justos de manera efectiva para los acusados o procesados sino es haciéndose parte de los procesos, ya sea con querellas o abogados. Continuemos:
"(...)Exigirás todo tipo de reparaciones económicas del Estado a tu favor. Si en septiembre de 1973 te negaste a obedecer una orden de un superior militar siendo tú un infiltrado, hoy eres un patriota merecedor de recompensa. Pediste 520 millones de pesos como reparación, pero aceptas ahora la posibilidad de obtener sólo 130. La caja del Partido los necesita"
Este párrafo es críptico y es evidente que es un mensaje cifrado para personas en particular. Primero afirma que aquel que se negó para el golpe de estado obedecer ordenes de asesinato, torturas, desapariciones y otros crímenes contra la humanidad, podría ser infiltrado, obviamente del propio Partido Comunista en las Fuerzas Armadas y de Orden. La pregunta que se deduce de este párrafo, es quién es la persona o grupo de personas a las que se refiere el Sr. Rojas, que pidió o solicitaron 520 millones de pesos como reparación y terminaron aceptando 130 millones. Afirma también en este párrafo que además los recursos recibidos se los transfirieron al Partido Comunista. También habría que preguntarse quien recibió ese dinero en el Partido y por medio de qué cuenta o si fue por mano.
Acusaciones como pueden notar ustedes, sin nombre, gravísimas y que están destinadas a difamar, si es que no se prueban las aseveraciones, a muchísimas personas las cuales perfectamente se podrían querellar, partiendo por aquellos ciudadanos y ciudadanas que recibieron reparaciones financieras del Estado por ser víctimas de la violencia política y de sus derechos humanos.
Hasta aquí el somero análisis. Creo que esta columna del Sr, Rojas merece, más allá de la repulsa general del mundo democrático, una querella por difamaciones gravísimas y un recurso de amparo a los diputados nombrados y a la totalidad de los militantes comunistas. Como así también para los miembros de organizaciones sociales y culturales, sino otras medidas judiciales en contra de este terrorista de la palabra y difamador profesional. No podemos permitir que en pleno Estado de Derecho este tipo de personas haga tal cantidad de acusaciones, de manera tan irresponsable y por un medio de comunicación nacional, que al menos debería ser multado por este hecho.
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