ALLENDE
“Con todas las flaquezas
Y debilidades
De un hombre
Sin pasta de apóstol
Ni de mecías
Sin condiciones de mártir”[1]
Y sin embargo todo era mentira,
Una gran mentira de la vida
No eras cualquiera
Eras día a día
De tarde a tarde
La dignidad de Chile
El amor de Chile
Su historia errante y vagabunda
Asaltando el poder
De la podrida fronda
Eras
En la mañana del Once
La multitud de ojos
Los miles de pechos
Palpitando
Los millones de músculos
En espasmo
De los trabajadores
Y de los pobres
Mentira,
Compañero Presidente
No eras sólo un hombre
Eras desde tu cuerpo
Inquebrantable
El pueblo entero
Gritándole al mundo nuestro sueño
Gritándole al mundo la tragedia
Rodeado de bombas y metralla.
(Y entonces la humareda
Y el fuego en espiral
Quemando la bandera de la patria
La ajada bandera
De la tristísima patria
Siempre traicionada).
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