martes, 25 de noviembre de 2008
El pivote de la política es el pueblo
El pivote de la política es el pueblo. Ya sea que se le denomine soberano, ya sea se le denomine movimiento de masas, poder popular, movimiento social, movimiento popular, pobres del campo y la ciudado o proletariado. El pivote es el pueblo si queremos hacer una política real. Lo que no se entiende tantas veces es que si se hace política palaciega, política de mero diálogo desde la clase política, ya sea de componendas o de relativa discordia, sin considerar al soberano, lo único que se hace es erradicar de la política al pueblo y por tanto dejar a los grupos sociales, a las clases y a la nación completa sin política real de transformación. Entonces, a veces el error lógico de los que analizamos la política y que la hacemos, es complejizar demasiado este principio fundamental. El pivote de la política es el pueblo y no hay política sin él o termina agotándose en breve espacio y tiempo, transformándose en administración pública y consensos con los dominantes. Cuando he afirmado una y otra vez que los partidos políticos chilenos están en las alturas y se han olvidado del pueblo, lo que afirmo una y otra vez, es que los destacamentos y representaciones, por una parte, ya ni siquiera representan, y es cosa de observar la crisis de representación del sistema electoral, y por otra, menos convergen y participan junto al pueblo en los territorios sociales y políticos del mundo popular en su conjunto. Los partidos no construyen desde el mundo popular, ahí en el trabajo territorial. Que los partidos de la izquierda histórica se hagan presentes en los sindicatos y en las marchas de los sectores sociales postergados es una expresión muy básica, muy corporativa de la política popular y de masas. Es el acompañamiento casi oportunista del movimiento social en la lucha por mejoramientos parciales. Lo que falta es una política. Es decir una relación orgánica, territorial y sectorial entre las expresiones del pueblo y los partidos políticos de la izquierda y un programa y estrategia con vocación de poder. Esto tan simple y tan evidente, la política de elite lo ha dejado en el baúl de los recuerdos y casi no se habla de esto en ninguna parte. Quizás este artículo breve debería preceder a todo aquello que he escrito al respecto, para esclarecer el fundamento de mis artículos. No es más que la consideración fundamental que la política nace y se desarrolla sólo y sólo si, si es expresión del soberano y se profundiza si el soberano, el pueblo o como se le quiera llamar hace su política y no aquella que los partidos dictan en las alturas del diálogo, la negociación y la negación del pueblo como soberano. Así que más valdría que los distintos destacamentos empezaran a pensar y actuar en conformidad al principio fundante de la política, que no es sino la conformación del poder del pueblo para gobernar su destino y hacer la política, la única posible, la que se asienta en las necesidades y sueños del soberano y no en los intereses de una casta divorciada de las reales aspiraciones populares.
domingo, 23 de noviembre de 2008
El traje nuevo del emperador
Por Pía Montalva / La Nación
Puntada sin hilo
Puntada sin hilo
"Toma toda una vida llegar a ser un hombre universal". La frase pertenece a Ricardo Lagos. Abre el texto que escribe y publica en homenaje a los ochenta años del escritor mexicano Carlos Fuentes, luego de informar que no seguirá deshojando margaritas porque, ahora sí, está disponible para competir por la Concertación en las próximas elecciones presidenciales. Según la propia definición de Lagos la universalidad no se busca, simplemente llega. Ocurre cuando se ha llevado una existencia cosmopolita que se forja residiendo en lugares diversos y cultivando una identidad no excluyente.
El esperado anuncio no se emite en la provincia. Al igual que los niños encargados a la cigüeña por nuestras abuelas o los últimos gritos de la moda, que dieron que hablar durante casi todo el siglo XX, la novedad llega directamente desde París. Más específicamente, proviene de un café ubicado en el barrio Trocadero, cerca de la Tour Eiffel, símbolo universal de progreso, erigido cien años después de la revolución francesa, con ocasión de la también universal Exposición de 1889. Es la siutiquería PPD que de un tiempo a esta parte rodea al candidato.
Hubo una época en que "don Ricardo" se vanagloriaba de sus orígenes mesocráticos y de una cultura familiar marcada por la sencillez. A nadie se le habría ocurrido formular gratuitamente juicios estéticos sobre su look o mencionar la marca de sus trajes. Porque los espléndidos ternos Andreoli, hechos a medida con los mejores materiales italianos, apenas se dejaban ver. El cuerpo investido, el poder, el proyecto político emergían indiferenciadamente. Como el mejor de los sastres, Lagos conocía y manipulaba a la perfección cada detalle de su indumentaria. Nada de asesores de imagen. Puro instinto. El resultado generaba un efecto tan potente que le creíamos el cuento ese de que encarnaba la República. Particularmente cuando vestía de azul. Austero y todo, a pesar de su antigua filiación radical, el hombre se cuidaba del negro funcionario.
En estos días Ricardo Froilán Lagos Escobar, el "Presidente fundador", estrena inéditos e invisibles ropajes. Imitando al emperador de Andersen encabeza una procesión con la complicidad de su tienda política que insiste en perfilarlo como un líder internacionalizado, capaz de generar "ideas y actitudes nuevas". Los trajes Andreoli han sido despojados de su condición de fetiches, superados entre otras cosas por el nada glamoroso Transantiago. Por eso el pueblo no para de cuchichear: "Pero si va desnudo".
jueves, 20 de noviembre de 2008
Decir....Derrotamos a la dictadura sólo con un lápiz... es un insulto a la memoria histórica
X Miguel Lawner
Esta es la presentación que hiciera Miguel Lawner, el 21 de octubre en la Biblioteca de Santiago, en el lanzamiento del libro de Tita Friedmann, "Mi hijo Raúl Pellegrín, Comandante José Miguel", de Editorial LOM.
Necesitábamos un libro como el que nos entrega Tita Friedmann. En estos largos años de lo que hemos conocido en Chile como la transición, demasiadas verdades se han conocido a medias, otras han tardado demasiado en conocerse, y aun persisten versiones maliciosamente tergiversadas sobre numerosos hechos o personas que exigen un necesario esclarecimiento.
La historia del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, sus orígenes y desarrollo, es una de estas asignaturas pendientes, y el libro que hoy comentamos, es una gran contribución para el restablecimiento de la verdad.
Se trata del relato conmovedor de una madre que describe la corta vida de su hijo: Raúl Pellegrin Friedmann , fundador del FPMR, adolescente con 15 años de edad al momento del golpe militar del 11 de Septiembre de 1973, y que cayó asesinado quince años mas tarde, mientras encabezaba dicho destacamento popular.
Con Tita Friedmann nos une una larga amistad, compartiendo ideales y el noble oficio de arquitectos. Los dramáticos episodios acontecidos en nuestra existencia, no han quebrado una relación, que se conserva tan sólida como hace ya unos sesenta años.
Pertenecemos a la generación que ingresó a la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Chile, en los años posteriores al fin de la Segunda Guerra Mundial, motivados por la ola progresista que cubrió toda la humanidad, como consecuencia de la derrota inferida al nazismo, y en particular por el rol de la Unión Soviética en dicha conflagración. La superioridad del socialismo parecía indiscutible, y las más altas figuras de la cultura universal adherían a los Partidos Comunistas en todo el mundo, también en Chile.
En nuestra Escuela de Arquitectura, el movimiento estudiantil había impuesto una profunda renovación de los planes de estudio: la Reforma del 46, caracterizada por su alto contenido social. Ingresamos a la Jota y después al Partido Comunista un gran número de estudiantes, varios de los cuales además contrajimos matrimonio, entre ellos, la Tita y Raúl Pellegrin Arias, conocido familiarmente como el Pollo; su hermana: Ety y Pablo de Carolis; el Maco Gutiérrez y Betty Fishman; Carlos Albrecht y Yolanda Schwartz; Pedro Iribarne y Sonja Friedman; Ricardo Tapia Chuaqui; Pancho Ehijo; Sergio González; Alejandro Rodríguez, Sergio Bravo Ramos, que mas tarde derivó al cine, Moisés Bedrack, y nosotros dos con mi compañera, Anamaría Barrenechea, sin mencionar a tantos de las generaciones que nos sucedieron.
Es difícil concebir una amistad tan estrecha como la que se generó en este lote. Fernando Ortiz nos bautizó como la aldea, porque siempre llegábamos apatotados, ya sea a las asambleas de la Fech, como a las fiestas, al cine o a los paseos.
Destacamos en nuestros estudios y más tarde en el ejercicio profesional, conservando siempre a lo largo de los años, los ideales asumidos en la juventud. Nunca separamos la arquitectura del compromiso social.
Nos formamos políticamente en los años de la represión de González Videla. Bajo la conducción de Ricardo Fonseca, de Galo González y Luis Corvalán, el partido nos hizo personas de espíritu abierto, unitario, desprovistos de sectarismo, lejos de la caricatura que suelen atribuirnos.
Tuvimos el privilegio de ser protagonistas en los 20 años de crecimiento del movimiento popular en Chile que culminaron con el triunfo de Allende, y casi todos fuimos distinguidos con altas responsabilidades en su gobierno.
Esas fueron las familias cohesionadas en cuyo seno se criaron nuestros hijos. Nacieron rodeados de ideales, del amor y la solidaridad.
Raúl Alejandro Pellegrin Friedmann es uno de ellos. La mayoría ingresó a las Juventudes Comunistas de Chile y a muy tierna edad cumplieron tareas políticas. Se unieron a las brigadas muralistas, o cargaron sacos de harina durante los paros sediciosos contra el gobierno de la Unidad Popular. Raulí -como lo llamaba Tita-, endureció sus tiernas manos cosechando tomates en las jornadas de trabajos voluntarios.
El golpe militar en Septiembre del 73 acabó de cuajo con el proceso excepcional que encabezó Salvador Allende. Nuestros hijos vieron frustradas sus expectativas en plena adolescencia. Les cercenaron su futuro. Algunos perdieron a sus padres, la mayoría se quedó sin estudios y sin país
La casa de los Pellegrin Friedmann fue allanada brutalmente, siendo destruidos utensilios, mobiliario o inofensivos objetos domésticos por lo cual la familia debió refugiarse en la Embajada de la República Federal Alemana. Una vez en su interior, el niño les expresó a sus padres muy seria y categóricamente:
“No quiero que me digan mas Raúl ni Raulito. Desde ahora soy Alejandro para siempre” Afirmación que resultaría una suerte de presagio.
La familia se estableció en Frankfurt -Am- Main. Durante tres años, Alejandro se entregó con pasión a las tareas de la solidaridad internacional y formó el conjunto Víctor Jara, entre otras múltiples actividades. Allí confirmó las condiciones de líder que ya había puesto en evidencia durante su infancia. Tita nos recuerda que la profesora de música Luz Albert del colegio La Girouette, donde Raúl cursó la educación básica se refirió a él en esta forma:
Hay niños a los cuales se les puede presentar cualquier materia: dóciles, receptivos. Raúl, en cambio, hacía que uno preparara la clase a nivel de Raúl Pellegrin. Era súper activo. Era listo para cuestionar o proponer variaciones con un alto poder de encantamiento, súper inteligente era Raúl.
A su vez, Chela, su profesora de castellano sostiene lo siguiente:
Para los profesores es difícil recordar a todos sus alumnos, especialmente cuando el trabajo ha sido por más de treinta aсos. Desde el comienzo me impresión у Raúl Pellegrin. Era pequeño, pero sobresalía en todas las actividades que realizábamos. Improvisábamos los experimentos y nos divertíamos. Recuerdo que el curso estaba constituido por alumnos muy diferentes, lo que me hacía difícil a veces, atender a niсos como Raúl, más inteligentes e interesados.
Su compañero de educación secundaria en la Alianza Francesa, Benjamín Galemiri lo recuerda así:
Nunca pasé mejores y más vibrantes momentos que junto a Raúl, por su desarmante sentido del humor, el humor de las palabras con las que jugábamos todo el día. De alguna manera formábamos una especie de dupla humorística tipo hermanos Marx, ya que, a nuestra manera hacíamos la revolución de las palabras, que es la que yo seguí en mi vida. Raúl tenнa libertad de reírse de medio mundo porque era un genio. Todo se le estaba permitido gracias a su fascinante luz interna. Era un huracán en matemáticas, en física, en química, en todas aquellas materias más duras.
Las posibilidades de trabajo y de estudio en la República Federal Alemana no fueron fáciles para la familia, y a fines de 1976 optaron por trasladarse a Cuba, país donde los esperaban de brazos abiertos ya que Raúl y Tita habían respondido al llamado de la revolución en 1960, cuando la emigración masiva de profesionales, obligó a recurrir a la solidaridad internacional para cubrir los programas del nuevo régimen. Cuatro años habían permanecido entonces en la Isla, y su retorno doce años más tarde resultó como volver a casa.
Al arribar a Cuba, el joven Pellegrin, con solo 18 años a cuesta, no vaciló respecto a su futuro. Con la complacencia del padre y la ignorancia de su madre, se incorporó de inmediato a la formación militar, junto a otros chilenos llegados a la Isla en calidad de exiliados políticos.
Estudió allí hasta 1979 en la Escuela Internacional de Armas General Antonio Maceo, con la misma tenacidad con que asumió todas las responsabilidades en su corta vida. Un compañero de carrera, Rafael Muñóz lo retrata así:
Su inteligencia y modestia en imponerse por lógica le daba gran autoridad. Siempre estaba pensando más allá del momento que vivía. Tenía el respeto ganado por la autoridad que imponía con argumentaciones. Se tomaba el tiempo que fuera necesario para transmitir sus ideas. Era el único que tenía la capacidad de líder y jefe por sobre los demás. Para él no era preocupación el poder. Mas que un jefe, era un líder.
A mediados de 1979, Fidel Castro reunió al contingente de militares chilenos preparados en Cuba y les planteó la necesidad de apoyar al Frente Sandinista en los combates decisivos que tenían lugar en Nicaragua. El joven Pellegrin se incorporó al frente de batalla con el nombre de Benjamín, y vivió en plenitud la felicidad del triunfo, contribuyendo a organizar el nuevo ejército de una revolución victoriosa, como lo afirma Miguel, uno de sus compañeros de lucha.
Raúl Alejandro retorna a Cuba ya experimentado en combates y es en 1980 cuando la situación que se vive en Chile define su próximo destino.
La dictadura chilena se afianza después de haber destruido la democracia, y busca institucionalizarse convocando en 1980 a un plebiscito destinado a aprobar una nueva constitución, referéndum que tendrá lugar sin registros electorales y sin mesas receptoras de sufragios sometidas al control popular.
El resultado es previsible, y el 11 de Septiembre de ese año, Pinochet anuncia la aprobación mayoritaria de una constitución que le asegura al menos otros 10 años de mandato.
Resultaba evidente que para poner fin a la dictadura no bastaban las formas tradicionales de lucha. En una histórica reunión efectuada dos meses más tarde en Estocolmo, Luis Corvalán invoca el derecho del pueblo chileno a la rebelión. Declara lo siguiente:
El pueblo sabrá descubrir en la lucha las formas específicas de expresión de su proceso democrático y revolucionario dando paso, seguramente, a los mas variados mйtodos que ayuden a desarrollar el movimiento de masas, aislar a la tiranнa, aunar fuerzas, abrir perspectivas de victoria. Es el fascismo el que crea una situación frente a la cual el pueblo no tendrá otro camino que recurrir a todos los medios a su alcance, a todas las formas de combate que lo ayuden, incluso a la violencia aguda, para defender su derecho al pan, a la libertad y a la vida (1)
Estuve presente en el encuentro de Estocolmo y confieso que todos los presentes quedamos conmovidos, respaldando el mensaje con una ovación inolvidable.
El planteamiento formulado por Corvalán contó con el respaldo unánime de la izquierda. Clodomiro Almeyda, Secretario General del Parido Socialista afirmó poco después en Madrid que ...se abandonan las ideas aperturistas, y se da paso a la lucha insurreccional.(2)
Por su parte, el Presidente del Partido Radical, Anselmo Sule, declaró en México que ...ya hay consenso en que el derecho a la rebelión es un derecho que se ha ganado el pueblo, y que la lucha amada, como parte de una lucha total, es también una forma de rebelión, aunque no la única.” (3)
También el Mapu, el Mapu Obrero Campesino y la Izquierda Cristiana manifestaron su respaldo a esta política.
Este es el verdadero origen del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, que nace bajo iniciativa del PC chileno, como brazo armado de la resistencia contra la dictadura.
Raúl Alejandro ingresa clandestino a Chile a mediados de 1983, encabezando un contingente de combatientes del Frente. Ahora su apodo es Rodrigo, y mas tarde será José Miguel.
En el país se han iniciado las protestas poniendo en jaque la capacidad represiva de Pinochet, que hasta entonces parecía invencible. La presencia del Frente intensifica el nivel de las protestas, surgen las barricadas, las fogatas, los apagones que la población aplaude alborozada.
Hacia fines de 1985 tambalea el dictador. En la protesta de Octubre de ese año, el propio Pinochet aborda un helicóptero para constatar por sus propios ojos la magnitud del alzamiento popular. El Mercurio titula al día siguiente: Santiago aislado por un cinturón de fuego. Las protestas cubren ya todo el contorno de la capital. De Arica a Magallanes resuenan las cacerolas.
En 1986, considerado por nosotros el aсo decisivo, dos acontecimientos marcarán el rumbo de las acciones. El atentado a Pinochet que pone al descubierto la capacidad operativa del Frente, y el descubrimiento de los arsenales introducidos clandestinamente en Carrizal Bajo.
Previendo un desenlace incontrolable, y alarmado por la magnitud alcanzada por las protestas en Chile, el Departamento de Estado de los Estados Unidos presiona al dictador para llegar a un acuerdo que garantice la estabilidad del modelo vigente, al mejor estilo gato pardo, y cambia a su embajador para facilitar la imposición de una nueva estrategia. Además, el cardenal Fresno se suma a estos planes y propicia el llamado Acuerdo Nacional.
Con el transcurso del tiempo, tienen éxito las tentativas por dividir a la izquierda, y un sector importante se suma al Acuerdo Nacional que establece -de hecho- el reconocimiento de la constitución pinochetista, aceptando la concurrencia al plebiscito convocado para 1988.
Ya sabemos la historia. El 5 de Octubre de ese año triunfa el No y a pesar de la obstinación del tirano por desconocer el veredicto de las urnas, las presiones internas e internacionales lo obligan a aceptarlo, pactando los términos de la transición que todos conocemos.
El curso de los acontecimientos ha erosionado las relaciones del Partido Comunista y del Frente, que nunca fueron de comprensión total, y en 1987 se produce la ruptura separándose del Partido un sector importante del rodriguismo encabezado por Raúl Alejandro.
Por uno y otro lado se cometieron errores y en definitiva, las masas buscaron espontáneamente un camino unitario, no insurreccional.
El Partido convoca a sus militantes a inscribirse en los Registros Electorales, a fin de asegurar el triunfo de la opción No en el plebiscito.
El libro de Tita nos cuenta que su hijo Raúl, junto con la colaboración de un reducido número de cuadros, fue consolidando un pensamiento propio que él mismo definiría como “El rodriguismo es la aplicación del Marxismo Leninismo a las realidades de Chile” Así nacieron dos documentos: el “Rediseño político Interno” y “Estrategia de la Guerra Patriótica Nacional”.
Según otro de sus compañeros -el Chino Rojas-, Raúl Pellegrin, sabía que por el camino que se estaban dando los acontecimientos en 1988 se iban a perpetuar en nuestro país la dictadura y principalmente su sistema.
Él quiso atravesarse en ese camino y no se equivocó en lo medular: el diseño de un país nacido en dictadura con matices y remiendos.
Es conforme a la estrategia de la Guerra Nacional Patriótica que el Frente lanza a fines de Octubre de 1988 -días después del plebiscito- el ataque al cuartel policial de Los Queñes, concebido como una operación de propaganda armada, que concluye con la muerte de Raúl Pellegrin y de su compañera Cecilia Magni.
El resultado de la acción en Los Queñes, y la caída del Número Uno de la organización, terminaron por abortar casi desde su nacimiento, la estrategia de enfrentar a la dictadura en todos los terrenos.
Permítanme acá expresar una disgresión personal al margen del texto que estamos comentando.
Han transcurrido veinte años desde que ocurrieron estos sucesos y aun está pendiente un análisis serio y reflexivo de las causas que motivaron la ruptura del frente con la organización política que impulsó su creación.
Es indiscutible que las cosas se manejaron mal ya que el Partido apareció abandonando a su propia suerte a un destacamento admirable. A jóvenes que se jugaron la vida para contribuir a que todos nosotros podamos hoy disfrutar de nuestros derechos más esenciales.
El deber de todo revolucionario es procesar constantemente el estado de las relaciones sociales, analizando las condiciones objetivas y subjetivas existentes, a fin de definir la estrategia adecuada para cada etapa.
Yo mismo admito, que ya desde comienzos de 1986 comenzaba a constatar una merma sustantiva de las movilizaciones sociales. Con ocasión del paro nacional convocado para el 2 y 3 de Julio de ese año, el doctor Mario Vidal y yo fuimos encargados de dar el vamos a las protestas programadas en el centro de la capital, y nos encontramos que en el lugar donde antes éramos capaces de reunir varios miles de manifestantes, ahora habíamos congregado apenas unos 200 compañeros.
Algo había cambiado. Ya sea por habilidad de nuestros adversarios o por consecuencia de nuestras propias insuficiencias, lo cierto es que se había modificado la correlación de fuerzas.
Además, la coyuntura internacional estaba lejos de jugar en nuestro favor. Caía el muro de Berlín, uno tras otros desaparecían sin pena ni gloria los países socialistas de Europa, algo mas tarde zozobraba la revolución sandinista, y el neoliberalismo emergía avasallador en todo el orbe.
A estas alturas es fácil ser general después de la batalla: Ignoro los detalles del conflicto PC-Frente, pero percibo que no hubo los esfuerzos suficientes por parte de la Dirección del Partido para retener a todo el rodriguismo, y por otra parte, creo que el Frente se negó a entender los cambios operados en el movimiento de masas, empecinándose en continuar con su línea, no obstante la nueva situación.
El libro concluye con un relato pormenorizado de la doctora Carla Pellegrin, hermana de Raúl, que investigó pacientemente la verdad de lo ocurrido en Los Queñes. Carla pudo acceder al proceso judicial de este caso: 5 kilos de papeles desordenados que clasificó y seleccionó cuidadosamente. Entrevistó a sobrevivientes y recorrió paso a paso la zona del enfrentamiento, logrando reconstruir la última semana de vida de su hermano, y contribuyendo así al esclarecimiento de la verdad.
El empecinamiento de Carla y de Rafael Walker, ex marido de Cecilia Magni, impidieron que se cerrara la investigación judicial que había sido sobreseída once veces en el curso de 18 años, hasta que finalmente, hace apenas un año, un juez acucioso informó oficialmente, que estaban confesos y encarcelados los torturadores y asesinos de Raúl Pellegrin y Cecilia Magni, el Teniente Coronel de Carabineros Julio Verne Acosta, y el paco Mauricio Bezmalinovic.
Días atrás, con motivo de cumplirse 20 años del Plebiscito del NO, la Concertación recordó este acontecimiento con un magro acto efectuado en el Court Central del Estadio Nacional. Los medios de comunicación prestaron gran cobertura a esta celebración, lo que nos permitió enterarnos de nuevos antecedentes respecto a las tentativas de Pinochet por perpetuarse en el poder.
Varios dirigentes de la Concertación volvieron a ufanarse de haber derrotado a la dictadura sólo con un lápiz.
Esta afirmación es un insulto a la memoria histórica.
Jamás el tirano habría admitido ni siquiera llegar al plebiscito, a no mediar la magnitud que alcanzaron las protestas contra su régimen, en las cuales el Frente Patriótico Manuel Rodríguez desempeñó un rol fundamental. El plebiscito fue solo el corolario de un proceso social incontenible, al que se echó mano como tabla de salvación a fin de impedir un auténtico cambio social.
Los hechos objetivos demuestran que las aprensiones de Raúl Pellegrin tenían fundamento. El tirano retuvo durante varios años el puesto de comandante en jefe del ejército, y mas tarde ejerció como senador vitalicio, Su modelo económico sigue en pié al igual que la Constitución y el espurio sistema electoral binominal, y no ha sido derogada la Ley de Amnistía.
Es verdad que hemos avanzado en el esclarecimiento de muchos crímenes y algunos asesinos han sido privados de libertad.
Todo esto dentro de un cuadro político lleno de ambigüedades, de lo cual es un buen ejemplo el memorial dedicado a Jaime Guzmán, que está a punto de ser inaugurado. Es un homenaje al principal ideólogo de la dictadura, y autor de la constitución que ha sofocado nuestra democracia. Ignoramos si será cierto o no, pero se anuncia la posible presencia de nuestra Presidenta en el acto inaugural.
Destaquemos sin embargo, que los momios no la han sacado barata en este asunto, ya que el movimiento ciudadano impidió que dicho monumento se instalara en Plaza Baquedano debiendo levantarse bajo las polleras de la Embajada de los Estados Unidos, ya que está situado en la Costanera frente a esa sede diplomática. Podría decirse con toda propiedad que el diablo los junta.
Raúl Alejandro Pellegrin Friedmann tendrá algún día el sitial que se merece en la historia de Chile, junto a los héroes que venera nuestra patria. Al igual que Espartaco alzando a los esclavos contra el Imperio Romano; al igual que el guerrillero Manuel Rodríguez desafiando al ejército español, al igual que Salvador Allende defendiendo con su vida la democracia, al igual que Marta Ugarte, que Víctor Díaz, que Jorge Muñoz, al igual que Orlando Letelier, Carlos Prats, Miguel Enríquez y tantos otros compañeros que la historia sabrá honrar.
Gracias Tita por haber oxigenado la enrarecida atmósfera política con este texto honesto, conmovedor, a ratos dramático, pero necesario para la recuperación de la memoria histórica en nuestro país.
Fuente: G-80
miércoles, 19 de noviembre de 2008
LA POLÍTICA DE LOS POLÍTICOS Y LA POLÍTICA DEL MUNDO POPULAR
Fesal Chain, poeta, escritor y sociólogo.
En un texto muy clarificador que me presto una alumna, titulado Dispersar el Poder, de Raúl Zibechi, se plantea una cuestión central: "La revolución es partera de la historia. La frase de Marx sintetiza una concepción de la revolución que ha sido sepultada por los marxistas. (...) La revolución ayuda al nacimiento del mundo nuevo, pero no es ella quien lo crea. Ese nuevo mundo ya existe, en determinado grado de desarrollo. (Al respecto) reflexiona Marx sobre la experiencia de la Comuna de París: "Los obreros -decía- no tienen ninguna utopía lista para implantar por decreto del pueblo. Ellos no tienen que realizar ningún ideal, sino simplemente dar suelta a los elementos de la nueva sociedad que la vieja sociedad burguesa agonizante lleva en su seno".
Por otra parte Zibechi afirma: "La historia del siglo XX está repleta de partos de mundos que encarnan relaciones sociales "viejas". Este es un hecho dramático que ha traído nefastas consecuencias. En general las revoluciones no han parido mundos nuevos sino que los revolucionarios intentaron construir el nuevo mundo desde los aparatos estatales (...) más allá de la mejor buena voluntad de los revolucionarios, lo cierto es que los estados no son los instrumentos adecuados para crear relaciones sociales emancipatorias".
Y termina: "Desde este punto de vista, lo más revolucionario que podemos hacer es empeñarnos en crear nuevas relaciones sociales al interior de nuestros territorios, relaciones que nacen en la lucha y se sostienen y expanden gracias a ella".
En mi ensayo de la Sociología de la Resistencia afirmo en otras palabras algo similar, por una parte el mundo social actualmente se organiza o da suelta a su existencia independientemente del estado, de manera descentralizada y fragmentaria y también como reacción al estado, que se organiza en una fortaleza central. Estado que es siempre hoy la organización no sólo de los aparatos del poder sino del capital financiero en su conjunto.
Los partidos políticos en el mundo y en Chile son expresiones del estado y no del mundo social. O dicho de otra manera se constituyen internamente desde el modelo estatal y quieren llegar a él, y lo que es más dramático aún que la política de los revolucionarios clásicos, que esto se da cada vez de manera más autónoma con respecto al mundo social. En Chile se ha hecho tan evidente al punto que los partidos en su conjunto acceden al poder estatal sin mediar ni la lucha, ni la participación, ni la votación de las mayorías y al mismo tiempo emplazando sus máquinas internas. Al respecto el padrón envejecido y el binominal son clara muestra de aquello como lo gerontocrático de sus cuadros y estructuras.
Pero también se ve esto en las estrategias de la izquierda extra parlamentaria que ya no debe acceder a las masas para concursar y ganar, bastan pactos políticos o acuerdos de acceso a las listas electorales de los dominantes para repartirse el viejo padrón y colocar un representante en el poder estatal. Y en casos más reactivos aún, conversaciones de palacio o negociaciones individuales a partir de las máquinas partidarias para colocar funcionarios públicos menores en el aparato del estado.
Por eso que la contradicción principal en el seno de la izquierda extra parlamentaria en Chile, ya no es lucha armada de masas o vía chilena al socialismo. En realidad ni siquiera hay contradicción puesto que la totalidad de sus destacamentos unos más otros menos en su potencia, diseñan y actúan desde la estrategia de la negociación de elite.
No está de más decir que el sistema estatal del capital financiero ni siquiera, como hace 38 años, es un vehículo de ampliación de la participación ni menos de acceso al poder del mundo popular. Y cuando lo fue, sólo disciplinó las energías populares ese dar suelta su organización, de tal manera que anulo la fuerza social y la subsumió a la estrategia de los partidos. Así el intento de revolución en Chile fue abortado, no sólo por la reacción sino por los reformistas en una primera etapa (1970-1973).
Pero también los revolucionarios en el período 1973-1986, en su concepción estadocentrista, al tratar de subsumir la estrategia popular a la mera estrategia de lucha armada de los aparatos militares, nunca trabajaron sistemáticamente lo político de lo social y arrastraron a la estrategia popular a la derrota.
Mirada la realidad así, si el estado fuese un vehículo o un lugar a asaltar, la matriz de pensamiento de toda la izquierda terminaría por ahogar la fuerza social del mundo popular, negando su especificidad o la política de lo social.
Pero como ya no es ni lo uno ni lo otro, dada la construcción de fortaleza del sistema estatal del capital financiero, la izquierda auto derrotada y ciega al mundo social, sólo hace juegos de palacio o desde arriba, en el diálogo con los destacamentos neo liberales de la izquierda y de la derecha o ya ocupó espacios de mandos medios en el poder estatal.
Pero lo social existe y tiene su política que no es la de los partidos en su juego de negociaciones ni tampoco en su juego de maquinas internas. Mientras éstos juegan arriba y despliegan sus maquinas afuera del estado para llegar a él o dentro del estado para incidir, el pueblo despliega su política. Que siempre para los de arriba (hoy la izquierda extra parlamentaria incluida), es otra cosa y no política. Es desorden, espontaneismo, falta de conciencia, abulia, delincuencia, violencia injustificada y vandalismo, anomia para los sociólogos del orden y de la finalidad dada por las elites.
Pero no es así y cualquiera que reflexione desde la práctica popular y observe, se da cuenta que la diversidad de manifestaciones realmente existentes de lo social popular, son expresiones y manifestaciones de organización social, de política propia y de economía popular.
La paradoja del neo liberalismo de izquierda, de derecha y de la izquierda extra parlamentaria (que tiene muy bien puesto el nombre, ya que no está en el parlamento pero tampoco en lo social) es que la construcción sistémica que hacen, genera un poder dual acaso mayor que el del pasado, puesto que no solo lo popular existe y se organiza en distintos planos sino que a su vez por abandono de la elite, de la clase política, va construyendo autonomía.
Con esto no digo que la revolución esta ni siquiera en ciernes, o que el pueblo se moviliza a grandes zancadas, puesto que la revolución o la acción popular a gran escala es un acto político que justamente ayuda al nacimiento del mundo nuevo como sistema hegemónico pero no es él. Lo que afirmo es que dada la dinámica del sistema en su conjunto, de lo político divorciado de lo social y de lo social abandonado y autonómico de manera creciente, el mundo nuevo comienza a tener más cuerpos.
El problema ya no será si existen o no territorios sociales fecundos para el nuevo mundo dominante, sino si la política de los partidos nuevos entiende esto: que sólo es posible que el mundo nuevo en ciernes se haga dominante, si los propios partidos políticos dejan de tener una cultura estadocéntrica y comienzan a ponerse al lado de lo popular como una organización más que facilite, sistematice y traduzca la organización social del mundo popular y su expresión política en ciernes.
martes, 18 de noviembre de 2008
Discusiones Necesarias
x Andrés Zöllner Sánchez
La realidad es que nos encontramos todavía en la prehistoria de la humanización. Por lo tanto, el grado de civilización que hemos logrado históricamente es igualmente prehistórico. Esto no implica que en el nivel civilizatorio actual no existan algunas reglas básicas cuando se trata de este tipo de discusiones.
La discusión de diferentes posiciones es un momento constitutivo del desarrollo del conocimiento, y por eso deberíamos evitar todo aquello que lo impide. Si desde vuestra (la respuesta no esta personalizada) sensibilidad y pensamiento mi cuestionamiento les parece no aceptable, entonces fundamenten una respuesta sin descalificaciones.
Ahora si niegan la existencia del problema y solo les preocupa “no pisar el palito” entonces algunos datos adicionales.
Al interior del JPM el eje PC-IC ha desarrollado en el último tiempo un “acercamiento” a la “Concertación” que es evidente. El “pacto por omisión” solo se explica en el contexto de ese acercamiento. Las diferenciaciones actuales no las comparto. En política todo pacto es político. El pacto por omisión postulaba una cooperación política en un proceso político por excelencia: el proceso eleccionario que determina los “Gobiernos Municipales”. El significado político que esto tiene en el contexto del desarrollo de toda la sociedad chilena se puede discutir. Sin duda la elección presidencial tendría en relación a lo municipal un significado político mayor. Pero en política todo es político. Un claro indicador de esto es justamente el hecho que no pocos personeros de la Concertación así lo expresan: el pacto por omisión compromete el voto en una segunda vuelta presidencial. Algunos dicen claramente que el PC no permitirá que por sus votos gobierne la derecha tradicional. Esta afirmación funciona siempre.
Aclarado esto, la pregunta que yo trato de discutir es como el acercamiento político del eje PC-IC influirá en el desarrollo del JPM. En especial pienso que es de gran importancia discutir en forma transparente cuales son las diferentes posiciones que existen sobre este tema. El problema ya existe y no se puede negar. No se trata de “pisar el palito” se trata de tomar posición frente a un tema de importancia para el desarrollo de un movimiento de izquierda. Da lo mismo si lo que dicen otro corresponde con lo que dice el eje PC – IC, el tema es inevitable.
Si discuto la relación del JPM con la Concertación, no se entiende la crítica de no haberme referido a la derecha. En este contexto solo interesa la derecha como un referente del sistema político y económico actual. No discuto aquí la relación del JPM con la derecha tradicional.
Más me interesa el acercamiento ideológico de la Concertación y la Alianza y como sus discursos en lo económico se parecen cada día más. “Fortaleciendo el desarrollo de mercados “libres” (sin regulación dice el dogma neo liberal) se dispararan dinámicas que regularan el desarrollo hacia la prosperidad y la equidad” son los discursos que a menudo hemos escuchado de voceros de la Alianza y la Concertación. Aquí existe una gran coincidencia. Las diferencias comienzan en la intensidad de las regulaciones que se piensan desarrollar políticamente. Estamos en lo económico frente a dos fuerzas de derecha. Ambas celebran como un logro el crecimiento económico. Ricardo Lagos uso el argumento económico para diferenciarse de la dictadura, destacando que el crecimiento logrado por la Concertación ha sido superior. La Concertación sufre de mala memoria.
El primer gobierno post dictadura de esa fuerza política marco claramente la diferencia con la dictadura indicando en lo económico de favorecer un crecimiento que seria funcional con la Justicia Social. R. Lagos renovó ese compromiso siendo candidato a la presidencia proclamando “Crecimiento con Equidad”. Las cifras mencionadas solo pretenden demostrar lo que realmente ha sucedido en los últimos 18 años: Chile es hoy más rico que antes. El crecimiento es mayor al logrado por la dictadura en el mismo periodo anterior. Lo que no ha variado como producto del crecimiento económico es la distribución de la riqueza. Por lo tanto la equidad no mejoro (vale indicar que en estas cifras están incluidos todos los beneficios de los programas sociales desarrollados por los gobiernos de la Concertación; pero también hay que indicar que la distribución se mide sin tomar en cuenta las riquezas privadas acumuladas históricamente).
Vale recordar que los conceptos Izquierda y Derecha originalmente diferenciaban a las fuerzas progresistas de las conservadoras. Esta diferenciación implica que las fuerzas conservadoras están dirigidas a que se conserven las estructuras actuales que eternizan los beneficios que solo favorecen a unos pocos. Las fuerzas progresistas a lo menos cuestionan la injusticia social y buscan el desarrollo de sociedades incluyentes. En términos practico lo que persiguen las fuerzas conservadoras es antagónico a las pretensiones de un movimiento de izquierda que justamente cuestiona lo que las fuerzas conservadoras defienden: sus privilegios.
En este contexto es necesario ubicar correctamente en lo que se ha convertido la “Concertación”. Aquí los discursos no valen. Sirven para conocer intenciones. Pero ellos llevan 18 años gobernando, por lo tanto sus intenciones no se pueden leer desde lo que dicen, hay que leerlas desde lo que concretamente hicieron.
Y sin dudas podemos decir que la “Concertación” en los últimos 18 años hizo muchas cosas. Hicieron crecer económicamente al país en forma mas efectiva que la dictadura, pero no lograron mejorar la distribución (por lo tanto la injusticia social es la misma que hace 18 años atrás). La Concertación decidió un camino de integración a la globalización respetando las “recomendaciones” de las instituciones mundiales del neo liberalismo. Decidió poner a economistas neo liberales como ministros de hacienda. Siguió la lógica neoliberalista impuesta por la dictadura en las políticas de privatización. Convirtió el lenguaje del neo liberalismo en el lenguaje de Estado. Todos los jóvenes chilenos, según la Concertación, deberán transformarse en “Emprendedores Proactivos”. La iniciativa privada se confirma como el mecanismo central de desarrollo a pesar que la experiencia vivida nos muestra que eso solo asegura el crecimiento económico pero no la mejoría de la equidad. La Concertación ya hizo suya el concepto de desarrollo del neo liberalismo y lo reduce solo al crecimiento económico. El concepto de la equidad que decide lo que es una fuerza del progreso (del desarrollo) desaparece de la definición de progreso.
En lo económico le derecha tradicional y la concertación han homogenizado sus discursos. Siempre hay matices. Unos son neo liberales radicales y los otros son neo liberales moderados, a pesar que no en pocas situaciones los discursos neo liberales moderados o radicales se escuchan en ambos bloques. La Concertación celebra como progreso el crecimiento y no toma posición frente al problema estructural por excelencia: la concentración. Desde el Bien-Estar de sus cúpulas se han transformado en una fuerza conservadora. No pueden permitir que la calidad de vida lograda para sus grupos familiares disminuya. A nivel subjetivo el Bien-Estar como el Mal-Estar son determinante para la forma como el ser humano actuad sobre el mundo.
Sin duda existen muchos que hoy apoyan a la Concertación, y que desde su inspiración histórica de izquierda piensan estar en lo correcto. Ellos sin dudas podrían ser parte de un movimiento de izquierda. Pero aparecer en la foto con las cúpulas concertacionistas por lo menos borra las necesarias diferenciaciones entre las fuerzas ahí representadas.
El principal argumento esgrimido hasta ahora es logra superar la exclusión que provoca el sistema binominal. Como siempre estamos frente a procesos acumulativos, vale preguntar en el contexto de los próximos procesos eleccionario cual será la postura que tomara el JPM frente a estos y como será el proceso al interior del JPM para dirimir sobre posibles llamamientos frente a la segunda vuelta presidencial. Discutir esto desde ya es lo único que me interesa.
Al insistir en este tema, no es mi intención “hacer pisar el palito” a nadie. Me inquieta constatar que nuevamente se puede producir un debilitamiento del JPM al negarse a discutir lo que es evidente.
La postura del JPM frente a la “Concertación” y los partidos políticos que la componen no es un tema menor.
El PC ya ha manifestado a través de hechos concretos como el llamado a votar por Bachelet el año 2006, cual era en ese momento su posición frente a un gobierno concertacionista. De eso el PC es responsable. Por lo tanto también es responsable, en las proporciones que correspondan, de las políticas que ha desarrollado el gobierno de Bachelet. La decisión de llamar a votar por ella crea una situación de responsabilidad.
Hacer uso de los resultados concretos de las municipales para hacer valer una posición sobre otra me parece peligroso en el frágil proceso de desarrollo del JPM. Las minorías merecen un respeto al margen de la ingeniería eleccionaria.
Es un ejercicio democrático transparentar las posiciones frente a un tema que es de importancia. El JPM tiene que desarrollar una institucionalidad capaz de discutir estos y otros temas de una forma amplia. Finalmente todas las decisiones tienen que sostenerse en esos mecanismos participativos. Coartar la discusión de posiciones diferentes con descalificaciones solo ahoga la “pugna de ideas”. El conocimiento sobre lo que hacemos en política solo se puede desarrolla en espacios en los cuales la “pugna de ideas” esta garantizado.
Fuente: Colectivo LER
viernes, 14 de noviembre de 2008
Retratos entre Banderas
Tanto escribir, tanto... Pongo en las mañanas letras unas al lado de otras, ideas, razones, tanto escribir, corregir, que cada palabra diga lo que quiere decir.....Pero cuando al levantarme puse estas imágenes regaladas por una mujer sensible y callada, se me cayeron las palabras al suelo, y las ideas volaron al fin. Este es nuestro camino, nuestro amor y nada nos detendrá, nada, ni las mil frases de los otros que no nos conocen, ni entienden ni nos aman, ni los mil fusiles amargos que siempre esperan a la vuelta de la esquina, ni mil millones de votos pagados, esto somos, nada más ni menos, somos la historia chiquita, somos la vida que avanza... Gracias por existir y ser, gracias por darme la oportunidad de estar aquí, junto a ustedes... Un abrazo, Fesal Chain.
Imágenes, emociones y sueños capturados por Solange Allendes. Se observan los rostros de gran parte del equipo que, día trás día, sigue construyendo un lugar único, un espacio mejor para nuestra gente.
jueves, 13 de noviembre de 2008
Ricardo Lagos y su liderazgo
Ricardo Lagos ha realizado este miércoles 12 de noviembre, una declaración al conjunto de la Concertación y también a la izquierda extra parlamentaria, en un intento de liderazgo de la neo liberal izquierda institucional y de la social democracia chilena.
En esta declaración plantea 4 ideas centrales:
1.- La necesidad de que la coalición gobernante tenga nuevas ideas, propuestas y objetivos a partir de los avances y metas ya logradas.
2.- El tener una coalición ordenada que actúe con cultura de gobierno y lealtad. Disciplina y lealtad de quienes representan la coalición tanto en el gobierno como en el parlamento.
3.- El carácter siempre supra-suprapartidario del Presidente de la República como jefe de la coalición para que pueda en torno a ideas y valores acordados y compartidos impulsar con eficiencia las tareas de gobierno.
4.- Incorporar a las nuevas generaciones dándoles todo el espacio que deben tener en el diseño del futuro y ampliar la coalición a quienes desean una conducción de progreso y de mayores oportunidades.
En relación a los contenidos del punto uno, plantea en síntesis:
1.- Un crecimiento basado cada vez más en el desarrollo de un sistema de innovación en ciencia y tecnología.
2.- Una sociedad de garantías que progresivamente cubra de manera adecuada las exigencias de todos los chilenos en salud, educación, y protección social.
3.- Una democracia más competitiva y más amplia y participativa.
4.- Un Chile capaz de enfrentar de manera creativa y múltiple los desafíos ambientales y del cambio climático de manera audaz y pionera entre los países emergentes.
La propuesta de Ricardo Lagos, es más de lo mismo, es lo que ha querido realizar la Concertación ya durante 20 años sin lograrlo realmente, con un énfasis en la disciplina, en la lealtad de los cuadros a la coalición misma y al gobierno, y sujeción casi absoluta al jefe de estado como jefe de estado y de la coalición. Lo único quizás novedoso es su llamado a ampliar la coalición, que es evidentemente a estas alturas, una necesidad imperiosa de la Concertación, si desea vencer a la derecha.
Si a esto le sumamos su ambiguedad con respecto a si él como dirigente, se sujetará a las primarias o no, es decir si se disciplinará tanto como él le pide al resto que lo haga, al mecanismo de primarias, el escenario que genera Ricardo Lagos con esta misiva, es de una mayor confusión y desorganización en la Concertación. Ya se comienzan a ver las divisiones que ha producido su declaración. Lagos ha generado una verdadera paradoja entre su tratar de ordenar el escenario y las consecuencias de sus palabras. Así en un solo acto del lenguaje, no logra ni su liderazgo y ser el ordenador, ni la unidad de la coalición.
A mi juicio esto demuestra la profunda crisis de la Concertación, no tiene propuesta nueva que ofertar: ni programa, ni estrategia, ni organización.
Es decir las ideas de siempre un tanto remozadas, el cómo llevarlas acabo no queda claro más que como una general declaración de ampliación de la democracia y de inclusión de los jóvenes y de la izquierda extra parlamentaria. Y no tiene claramente, un ordenamiento básico tanto de la coalición de partidos como del gobierno que carece de hoy de la autoridad mínima. Para rubricar, no tiene un líder que sea capaz de "mandar a parar" la escalada de descomposición interna tanto a nivel de gobierno como de la propia coalición.
Si se continúa así, la derecha avanzará sobre lo que en definitiva sucede, el vacío de conducción del neo liberalismo de izquierda, y se presentará como la alternativa neo liberal de mejor gestión al modelo. Cuestión que en esto de neo liberalismos más o menos, puede ser que efectivamente sean mejores.
martes, 11 de noviembre de 2008
Jaime Guzmán/su asesinato/nuestro enorme desafío
X Fesal Chain, Sociólogo.
Jaime Guzmán Errázuriz, fue el más preclaro ideólogo de la dictadura militar y un hombre de una inteligencia pocas veces vista en el ámbito de la intelectualidad orgánica o ligada a fuerzas sociales y políticas con vocación de poder.
Guzmán fue el líder teórico y espiritual del proyecto político más transformador del siglo XX en Chile, el de la construcción del moderno capitalismo financiero nacional y transnacional y de la institucionalidad política, social y cultural que hasta el día de hoy nos rige y en la que los actores políticos y sociales consciente o inconscientemente, juegan el juego que Guzmán fue capaz de diseñar.
Esto que planteo es fundamental, en tanto estoy convencido, que más allá de que los actores sociales y políticos de fines del siglo pasado, hayamos vivido la acción personal de Guzmán como ideólogo y político y las consecuencias sistémicas de sus actos, dudo razonablemente que muchos de los que hoy lideran procesos políticos y tratan de realizar análisis de la realidad chilena, hayan ni siquiera leído a Jaime Guzmán y sepan desde un pormenorizado estudio de sus textos, la tremenda profundidad y sistematicidad de su diseño y planificación y como ésta fue capaz de plasmarse en la realidad chilena.
Y lo último es gravísimo. No hay error más nefasto en ámbito de la ideología y de la política que subestimar al enemigo. No basta con ser un enconado opositor meramente político a la figura de Jaime Guzmán y a lo que representó en el pasado histórico de Chile y a lo que representa hoy. Menos sirve levantar exabruptos contra su figura. Y no sirvió, en modo alguno su asesinato. Al respecto, no me pareció en su momento, ni me parece hoy que el asesinato de Guzmán haya sido un acto revolucionario.
En primer lugar porque para ciertos destacamentos de la izquierda armada, el acto militar siempre lo consideraron absolutamente divorciado de lo político, de las tendencias de la lucha de clases y de cómo esta se desarrollaba "realmente". Y porque nunca consideraron la existencia de campos cualitativamente distintos en el seno del pinochetismo. Existía el campo ideológico del pinochetismo y el campo político-militar, de los aparatos represivos de éste. Guzmán era el ideólogo de la dictadura, no el jefe de su policía política. Con esto quiero decir que a nadie se le ocurriría, ni se le ocurrió, a propósito de confundir campos, discutir teóricamente con Manuel Contreras o con Miguel Krassnof. Era correspondiente frente a los aparatos DINA, realizar defensa y ataque político militar. Por eso que asesinar a Jaime Guzmán fue tan improcedente como tratar de haber tenido comunicación epistolar con el Mamo o con Krassnoff en plena guerra sucia , o negociar políticamente con aquellos que eran el brazo armado del pinochetismo o su mano de hierro.
En segundo lugar, porque justamente si estamos de acuerdo que Jaime Guzmán fue entre otros el cerebro coordinador y planificador del modelo pinochetista neoliberal, era y es por eso, que había y que hay que ser capaces de dar frente a su propuesta, con una lucha teórica capaz de desbancar los fundamentos del pinochetismo cultural, social y político. Al asesinar a Guzmán, no se mató ni mucho menos la idea ni el emplazamiento de ella en la sociedad chilena. Se le puso más bien, encarnada en su figura, en una dimensión heroica y trascendente y hasta hoy se le ha dado un espacio de crecimiento enorme.
Nosotros la izquierda, que tuvimos, de la generación de Guzmán, a grandes ideólogos y políticos, sistemáticos y de una inteligencia también pocas veces vista en la historia de Chile, de la talla de un Miguel Enríquez por nombrar a alguno, y que fue asesinado por los aparatos terroristas del estado pinochetista, debíamos y debemos ser capaces, en el caso específico de Guzmán y su corpus teórico, de haber levantado y levantar nuestras tesis, nuestros fundamentos teóricos y dar dura batalla a su diseño, en el mismo campo que Guzmán desplegó sus capacidades, en el de la lucha de ideas. Más allá de la legitimidad y justeza de la lucha político militar contra el pinochetismo. Porque había lucha política, social pero también ideológica que dar y seguir dando. Al respecto el mismo Gúzman planteaba:
Lejos estamos los defensores del criterio señalado de pensar que las proscripciones jurídicas sean suficientes para derrotar hoy la amenaza marxista. La victoria duradera en su combate depende aún en mayor medida de otros frentes de acción, como son el mejoramiento de las condiciones económico-sociales que le reste el fértil caldo de cultivo que la miseria y la ignorancia le brindan a su prédica demagógica del odio; la ya comentada eficacia en la lucha antisubversiva y antiterrorista y, sobre todo, una sólida y razonada refutación en el plano de las ideas que sobresalga por su carácter reflexivo, alejado de todo espíritu consignista, porque éste invita al rechazo en el temperamento chileno y, especialmente, en las actuales generaciones más jóvenes.
¿Qué estaba diciendo sino, en un lenguaje anticomunista que al menos son tres los frentes a ámbitos de acción política: el proyectos socioeconómico, la lucha político-militar y la lucha ideológica y cultural?
Es largo y motivo de otro artículo describir y explicar no solamente los contenidos del pensamiento de Jaime Guzmán, sino especialmente su lógica implacable, pero a modo de ejemplo déjenme citar tan sólo dos ideas fundamentales de Guzmán, planteadas por él mismo en "El camino político", Realidad, año 1, N° 7, diciembre 1979, pp. 13-23. :
"En otras palabras, en vez de gobernar para hacer, en mayor o menor medida, lo que los adversarios quieren, resulta preferible contribuir a crear una realidad que reclame de todo el que gobierne una sujeción a las exigencias propias de ésta. Es decir, que si llegan a gobernar los adversarios, se vean constreñidos a seguir una acción no tan distinta a la que uno mismo anhelaría, porque —valga la metáfora— el margen de alternativas que la cancha imponga de hecho a quienes juegan en ella, sea lo suficientemente reducido para hacer extremadamente difícil lo contrario. Este predicamento es, a nuestro juicio, lo que más diferencia el enfoque político que denota el nuevo régimen, respecto del que fuera tradicional en nuestro país. Conforme a la nueva mentalidad, la importancia de quién gobierne en el futuro no desaparece, pero se atenúa considerablemente, porque las posibilidades de triunfo se circunscribirían a tendencias moderadas y relativamente similares entre sí".
(...) "Porque no se trata sólo de que se restituyan a las personas aquellas libertades económicas y sociales que a éstas corresponden, y que les han sido gradualmente usurpadas. Circunscribir el Estado a su debida dimensión, se impone ciertamente como esencial. Pero además es menester que el ejercicio de dichas libertades personales por un período suficientemente dilatado se haga carne entre los chilenos, a fin de que la vivencia de sus frutos encuentre en cada ciudadano su más ardiente defensor".
Estas dos ideas fundamentales entre otras, han sido el legado de Guzmán a la historia y a la cultura de Chile, por una parte el diseño del entramado institucional y económico en el que los actores políticos y sociales han debido moverse en estos últimos 20 años, pero por sobre todo, el triunfo cultural sobre la mayoría de nuestros compatriotas, es decir de hacerles propio que el individualismo liberal de la responsabilidad meramente personal y del hoy denominado emprendimiento sean los valores y acciones legitimas desde y por las cuales fundar toda la práctica histórica, comunitaria y social.
Yo invito a los jóvenes de izquierda a ponerse a la altura de nuestros adversarios y enemigos, a la altura teórica cuando estos son ideólogos y estudiarlos, desentrañar sus contenidos y la lógica interna de sus propuestas, para dar dura batalla al avance de las ideas liberales de nuestros adversarios y enemigos. Yo no celebro la muerte de Guzmán, me habría gustado tenerlo vivo entre nosotros y discutirle paso a paso sus ideas, haber desnudado frente al pueblo de Chile las consecuencias de ineficiencia e ineficacia y también trágicas de su propuesta teórica y el divorcio evidente entre su lógica de las cosas y lo que el tan persistentemente llamaba su conciencia moral, cuando tristemente afirmó en una entrevista de Blanca Arthur sobre el Informe Rettig que:
"El dolor de cualquier persona ha sido motivo de un requerimiento ineludible a mi conciencia moral y a mi sensibilidad, separándolo por entero del análisis político que uno haga sobre los orígenes o responsabilidades en el sufrimiento." o,
"Naturalmente que el detalle de ciertas actitudes de especial crueldad siempre impacta. Pero aun suponiendo que no haya exageración en ello, creo que lo central hay que buscarlo en los factores que permitan formarse un juicio ético y político. Pienso que el análisis racional debe prevalecer por sobre la explotación emocional de hechos semejantes."
Justamente estas frases explica también la odiosidad que Guzmán generó en muchos chilenos y chilenas, porque él en su tremenda capacidad intelectual, era capaz de divorciar esta racionalidad y su proyecto político de las consecuencias "reales" y por tanto físicas, sociales, económicas y también emocionales de este proyecto sobre la vida de miles y millones de chilenos y chilenas que sufrieron en aras de su diseño y planificación, el holocausto y genocidio del pinochetismo y sufren hoy la exclusión del proceso de instauración y maduración del moderno capitalismo financiero.
No dudo que si Guzmán hubiera sido un hombre más integrado entre su racionalidad y emocionalidad, habría sido una persona plena capaz de poner toda su inteligencia al servicio del bienestar de los chilenos y chilenas y no al servicio del odio y proyecto excluyente de una clase social y de un régimen oprobioso y extremadamente prágmatico que ha dejado su huella en todos los destacamentos políticos y en la manera de realizar los proyectos.
Pero todo lo anterior de nada sirve, si nosotros y nosotras hombres y mujeres de la izquierda consecuente, no somos capaces de hacer el ejercicio teórico y cultural de avanzar sobre el legado de Guzmán, hacer una crítica teórica profunda y poner en el imaginario y en la mente de los chilenas y chilenos una propuesta de una lógica y de contenidos superiores a los de Guzmán, tanto en los planos del funcionamiento social, como en el plano ético. Porque no basta solamente con la ética. Hay que dar la lucha teórica en todos los planos y vencer.
Mientras no lo hagamos, la derecha política y social y su propuesta cultural seguirá creciendo y hegemonizando Chile, y permeando al liberalismo desarrollista y socialdemócrata e incluso auna parte importante de la izquierda histórica. Mientras no lo hagamos, mientras no ganemos la lucha teórica y cultural, seguiremos siendo una ínfima minoría incapaces de transformar el mundo, nuestro Chile y de poner a la orden del día, entre otras cosas, la necesidad de la revolución social como proyecto eficiente y eficaz de vida cotidiana, política, económica, cultural y éticamente superior.
sábado, 8 de noviembre de 2008
Franz FANON: Conclusión de "Los condenados de la tierra"
Compañeros:
Hay que decidir desde ahora un cambio de ruta. La gran noche en que estuvimos sumergidos, hay que sacudirla y salir de ella. El nuevo día que ya se apunta debe encontrarnos firmes, alertas y resueltos.
Debemos olvidar los sueños, abandonar nuestras viejas creencias y nuestras amistades de antes. No perdamos el tiempo en estériles letanías o en mimetismos nauseabundos. Dejemos a esa Europa que no deja de hablar del hombre al mismo tiempo que lo asesina dondequiera que lo encuentra, en todas las esquinas de sus propias calles, en todos los rincones del mundo.
Hace siglos que Europa ha detenido el progreso de los demás hombres y los ha sometido a sus designios y a su gloria; hace siglos que, en nombre de una pretendida "aventura espiritual" ahoga a casi toda la humanidad. Véanla ahora oscilar entre la desintegración atómica y la desintegración espiritual.
Y sin embargo, en su interior, en el plano de las realizaciones puede decirse que ha triunfado en todo.
Europa ha asumido la dirección del mundo con ardor, con cinismo y con violencia. Y vean cómo se extiende y se multiplica la sombra de sus monumentos. Cada movimiento de Europa ha hecho estallar los límites del espacio y los del pensamiento. Europa ha rechazado toda humildad, toda modestia, pero también toda solicitud, toda ternura.
No se ha mostrado parsimoniosa sino con el hombre, mezquina, carnicera, homicida sino con el hombre.
Entonces, hermanos ¡¿cómo no comprender que tenemos algo mejor que hacer que seguir a esa Europa?!
Esa Europa que nunca ha dejado de hablar del hombre, que nunca ha dejado de proclamar que sólo le preocupaba el hombre, ahora sabemos con qué sufrimientos ha pagado la humanidad cada una de las victorias de su espíritu.
Compañeros, el juego europeo ha terminado definitivamente, hay que encontrar otra cosa. Podemos hacer cualquier cosa ahora a condición de no imitar a Europa, a condición de no dejarnos obsesionar por el deseo de alcanzar a Europa.
Europa ha adquirido tal velocidad, loca y desordenada, que escapa ahora a todo conductor, a toda razón y va con un vértigo terrible hacia un abismo del que vale más alejarse lo más pronto posible.
Es verdad, sin embargo, que necesitamos un modelo, esquemas, ejemplos. Para muchos de nosotros, el modelo europeo es el más exaltante. Pero en las páginas anteriores hemos visto los chascos a que nos conducía esta imitación. Las realizaciones europeas, la técnica europea, el estilo europeo, deben dejar de tentarnos y de desequilibrarnos.
Cuando busco al hombre en la técnica y el estilo europeos, veo una sucesión de negaciones del hombre, una avalancha de asesinatos.
La condición humana, los proyectos del hombre, la colaboración entre los hombres en tareas que acrecienten la totalidad del hombre son problemas nuevos que exigen verdaderos inventos.
Decidamos no imitar a Europa y orientemos nuestros músculos y nuestros cerebros en una dirección nueva. Tratemos de inventar al hombre total que Europa ha sido incapaz de hacer triunfar.
Hace dos siglos, una antigua colonia europea decidió imitar a Europa. Lo logró hasta tal punto que los Estados Unidos de América se han convertido en un monstruo donde las taras, las enfermedades y la inhumanidad de Europa han alcanzado terribles dimensiones.
Compañeros: ¿No tenemos otra cosa que hacer sino crear una tercera Europa? Occidente ha querido ser una aventura del Espíritu. Y en nombre del Espíritu, del espíritu europeo por supuesto, Europa ha justificado sus crímenes y ha legitimado la esclavitud en la que mantiene a las cuatro quintas partes de la humanidad.
Sí, el espíritu europeo ha tenido singulares fundamentos. Toda la reflexión europea se ha desarrollado en sitios cada vez más desérticos, cada vez más escarpados. Así se adquirió la costumbre de encontrar allí cada vez menos al hombre.
Un diálogo permanente consigo mismo, un narcisismo cada vez más obsceno, no han dejado de preparar el terreno aun cuasidelirio, donde el trabajo cerebral se convierte en sufrimiento, donde las realidades no son ya las del hombre vivo, que trabaja y se fabrica a sí mismo, sino palabras, diversos conjuntos de palabras, las tensiones surgidas de los significados contenidos en las palabras. Ha habido europeos, sin embargo, que han invitado a los trabajadores europeos a romper ese narcisismo y a romper con ese irrealismo.
En general, los trabajadores europeos no han respondido a esas llamadas. Porque los trabajadores también se han creído partícipes en la aventura prodigiosa del Espíritu europeo.
Todos los elementos de una solución de los grandes problemas de la humanidad han existido, en distintos momentos, en el pensamiento de Europa. Pero los actos de los hombres europeos no han respondido a la misión que les correspondía y que consistía en pesar violentamente sobre esos elementos, en modificar su aspecto, su ser, en cambiarlos, en llevar, finalmente, el problema del hombre a un nivel incomparablemente superior.
Ahora asistimos a un estancamiento de Europa. Huyamos, compañeros, de ese movimiento inmóvil en que la dialéctica se ha transformado poco a poco en lógica del equilibrio. Hay que reformular el problema del hombre. Hay que reformular el problema de la realidad cerebral, de la masa cerebral de toda la humanidad cuyas conexiones hay que multiplicar, cuyas redes hay que diversificar y cuyos mensajes hay que rehumanizar.
Hermanos, tenemos demasiado trabajo para divertirnos con los juegos de retaguardia. Europa ha hecho lo que tenía que hacer y, en suma, lo ha hecho bien; dejemos de acusarla, pero digámosle firmemente que no debe seguir haciendo tanto ruido. Ya no tenemos que temerla, dejemos, pues, de envidiarla.
El tercer Mundo está ahora frente a Europa como una masa colosal cuyo proyecto debe ser tratar de resolver los problemas a los cuales esa Europa no ha sabido aportar soluciones.
Pero entonces no hay que hablar de rendimientos, de intensificación, de ritmo. No, no se trata de volver a la Naturaleza. Se trata concretamente de no llevar a los hombres por direcciones que los mutilen, de no imponer al cerebro ritmos que rápidamente lo menoscaba y lo perturban. Con el pretexto de alcanzar a Europa no hay que forzar al hombre, arrancarlo de sí mismo, de su intimidad, no hay que quebrarlo, no hay que matarlo.
No, no queremos alcanzar a nadie. Pero queremos marchar constantemente, de noche y de día, en compañía del hombre, de todos los hombres. Se trata de no alargar la caravana porque entonces cada fila apenas percibe a la que la precede y los hombres que no se reconocen ya, se encuentran cada vez menos, se hablan cada vez menos.
Se trata, para el Tercer Mundo, de reiniciar una historia del hombre que tome en cuenta al mismo tiempo las tesis, algunas veces prodigiosas, sostenidas por Europa, pero también los crímenes de Europa, el más odioso de los cuales habrá sido, en el seno del hombre, el descuartizamiento patológico de sus funciones y la desintegración de su unidad; dentro del marco de una colectividad la ruptura, la estratificación, las tensiones sangrientas alimentadas por las clases; en la inmensa escala de la humanidad, por último, los odios raciales, la esclavitud, la explotación y, sobre todo, el genocidio no sangriento que representa la exclusión de mil quinientos millones de hombres. (Las tres cuartas partes del total en el momento en que esto se escribe).
No rindamos, pues, compañeros, un tributo a Europa creando estados, instituciones y sociedades inspirados en ella.
La humanidad espera algo más de nosotros que esa imitación caricaturesca y en general obscena. Si queremos transformar a África en una nueva Europa, a América en una nueva Europa, confiemos entonces a los europeos los destinos de nuestros países. Sabrán hacerlo mejor que los mejor dotados de nosotros.
Pero si queremos que la humanidad avance con audacia, si queremos elevarla a un nivel distinto del que ha impuesto Europa, entonces hay que inventar, hay que descubrir.
Si queremos responder a la esperanza de nuestros pueblos, no hay que fijarse sólo en Europa. Además, si queremos responder a la esperanza en los europeos, no hay que reflejar una imagen, a un ideal, de su sociedad y de su pensamiento, por los que sienten de cuando en cuando una inmensa náusea.
Por Europa, por nosotros mismos y por la humanidad, compañeros, hay que cambiar de piel, desarrollar un pensamiento nuevo, tratar de crear un hombre nuevo.
Esta Conclusión del libro, escrito en francés de Franz FANON: Les damnés de la terre, François Maspero, París, 1961, está tomada de la edición en español Los condenados de la tierra, FONDO DE CULTURA ECONÓMICA, México, 1983 (es la séptima reimpresión de la segunda edición en español, la primera es de 1963), (Páginas 287 a 292) . Total 293 páginas.
Los politicastros liberales del progresismo
x Fesal Chain, Sociólogo.
Hacer política de palacio es parte de la tradición de la política chilena, tanto del progresismo como de la derecha. No en vano el pinochetismo golpista lo primero que hizo en términos muy reales, pero también altamente simbólicos, fue bombardear el Palacio de La Moneda, el palacio presidencial. Con esto dio un garrotazo a 163 años de historia política palaciega y refundó el estado (el régimen y la economía) e instituyó, al menos en una primera etapa, una manera popular fascista de hacer política. Con el general popular Oscar Bonilla recorriendo las poblaciones y con el terrorista de estado Miguel Krassnoff Marschenko reprimiendo a la izquierda que se había entronizado en los territorios políticos y sociales del pueblo. El proyecto nacionalista estatal de Patria y Libertad, la DINA y los gremios PYME y de comerciantes fue ahogado por el proyecto liberal gremialista del ahora beatificado Jaime Guzmán.
Pinochet posteriormente, quien tanto criticó la politiquería y la demagogia, tomó el mismo camino de la tradición política chilena reafirmando el liberalismo y llegando incluso a presentarse como candidato presidencial, transformando su imagen de soldado golpista en una de civil de perla en la corbata, que recorría el país besando niños.
Pero evidentemente, desde antes de la dictadura, la política se había constituido como un ejercicio de mera representación liberal. El máximo caudillo de la República, Arturo Alessandri, era un populista de tomo y lomo, arrastraba a las masas, a su querida chusma al borde del palacio para arengarla, pero no desea realizar grandes reformas económicas ni una orgánica de lo popular y del emplazamiento de su poder, como Perón en Argentina o como lo hace hoy Chavez en Venezuela.
Luego Ibañez que emula desde otra perspectiva a Arturo Alessandri y los gobiernos radicales que a lo sumo plantean un rol preeminente del estado y una especie de parlamento corporativo, donde las "fuerzas vivas" de la comunidad estuviesen presentes.
Jorge Alessandri, ultraliberal, es desde la perspectiva del populismo un alto en el camino, con su propuesta de gobierno de gerentes, se adelanta a la tecnocracia gremialista de Guzmán, y sigue siendo una un caudillo representativo de la vieja república.
Frei padre es el moderno populista con su su marcha de la Patria joven y su ya clásica Revolución Capitalista en Libertad. Allende es una mixtura entre el viejo republicanismo representativo-populista y un incipiente revolucionarismo que apunta al poder popular y a la transición del capitalismo a un régimen de mayor justicia social, y siempre subsumiendo al pueblo organizado a la dirección del estado y del gobierno. Esta mixtura de Allende es un caso especial en la política de la izquierda y lo catapulta a ser el Padre del primer intento serio de la Revolución Chilena posible.
En los 90, la concertación es el bloque político quien más rescata el populismo republicano, tanto en su discurso de cambios y de reformas como en la simbología, pero justamente es especialmente populista cuando levanta frente a su propio discurso, un programa neoliberal cercano a Guzmán y a los Chicago boys, y así conforma un liberal populismo de corte representativo. Sus presidentes no escapan a este molde y Ricardo Lagos es quien más lo encarna.
Por otra parte el partido comunista, que en los 80 había inaugurado con su Política de rebelión popular de Masas, una manera más orgánica de hacer política en el bajo pueblo, además con una clara apuesta por la política militar de cuadros y masas y un programa socialista, hoy ha vuelto al reformismo obrero de Millas, y a su concepción política de la época del Frente Popular, es decir a una política representativa, reformista en cuanto a la promesa que realiza (romper con el neoliberalismo, vía reformas parciales para llegar a cumplir el primer programa de la propia concertación) y populista en cuanto su estrategia es siempre terminar votando por el liberal populismo de la concertación en todas las segundas vueltas posibles.
Es claro que en estos 88 años de vida republicana han habido intentos de revertir el populismo representativo y levantar un programa socialista de cambios frente al liberalismo puro, desarrollista o liberal populista, así fue el caso del POS de Luis Emilio Recabarren, durante el período 1912-1922, del MIR de Enríquez durante el período 1965-1973, de la UP de Allende entre 1970 y 1973, quien sino afirma la revolución socialista al menos intenta aún bajo dominio estatal, organizar al pueblo y generar cambios profundos en la estructura de propiedad y da su vida por ello. Y posteriormente el MDP (PC, PS Almeyda , MIR. PRSD y otro grupos socialistas) durante el período 1981-1987, de las jornadas populares de protesta y la Asamblea de la Civilidad.
No nos extrañemos entonces de lo que pasa hoy en la izquierda, que es lo dominante desde 1920. 73 años de modelo liberal en su forma de populismo representativo contra sólo 15 años de intentos fallidos de ORGANIZACIÓN DEL PODER POPULAR PARA LA REVOLUCIÓN POLÍTICA Y SOCIAL ANTICAPITALISTA.
Es cierto que el actual siglo nos muestra tendencias regresivas del desarrollo de la lucha de clases, pero también es cierto que en este siglo se han realizado las revoluciones venezolana, boliviana y ecuatoriana, que si bien muestran un claro apego a la legalidad y a la via pacífica e institucional, y un programa de economía mixta, tambien muestran una clara tendencia al cambio DE LA PROPIEDAD DE LOS MEDIOS Y DEL CAPITAL y a la organización del poder popular o de los movimientos sociales y una voluntad férrea por defender sus procesos políticos, desde la negociación pero también desde el pueblo en armas ya sea a través de los ejércitos proclives a la revolución o a través de la organización popular armada, si fuese necesario.
Hoy en Chile, con nuestros politicastros del progresismo y ya muerto Allende , Enríquez y Gladys Marín, la única utopía que se plantea es la de reformas mínimas AL SISTEMA ECONÓMICO y al sistema electoral y la estrategia, tener candidatos fuera de la concertación en la primera vuelta para terminar votando por la misma concertación en segunda vuelta, a cambio de nada o de cargos en el parlamento. Ese es el trabajo revolucionario de la izquierda chilena del 2000.
jueves, 6 de noviembre de 2008
Los de arriba y los de abajo
x Fesal Chain, Sociólogo
Ya se ha escrito suficiente sobre la limitadísima legitimidad de las instituciones de la democracia excluyente y la baja participación popular en la elección de representantes. Prácticamente la mitad de los ciudadanos con derecho a voto, no participan del proceso electoral. Además hoy podemos observar como los distintos bloques políticos y partidos se van quebrando y aquellos disidentes de cada conglomerado, han terminado por retirarse de sus partidos de origen y han formado nuevos partidos y movimientos.
La concertación ha tenido al menos tres grandes quiebres, la salida de una parte importante de sus militantes, los "colorines" de la DC, de un sector del PPD representados por Schaulson y Flores y ahora el retiro del Alejandro Navarro y cerca de 135 militantes del PS.
Más allá de las consecuencias electorales del resquebrajamiento de la concertación y del inminente triunfo de la derecha en las elecciones presidenciales y parlamentarias próximas, lo que se está fraguando a grandes trancos, es una crisis profunda de la dirección política del sistema de dominación democrático capitalista de la sociedad chilena.
En el caso del partido comunista, por mucho que sus dirigentes lo nieguen o quieran tapar el sol con un dedo, está sucediendo lo mismo, con menos impacto político y social , dado, por una parte el modo de conducción comunista, que tiende a esconder sus crisis internas hasta que se hacen evidentes, como por su escasa representación y dirección social. Hoy hay una importante masa de militantes comunistas de base que han constituido incluso una coordinadora de comunas que son oposición interna a la débil conducción de Teillier y Carmona.
La cuestión que importa es la forma de resolución de esta crisis de dirección política de la democracia capitalista. Hacer prospectiva es difícil siempre, pero en el caso de la sociedad chilena es aún más difícil dado su arraigada y rígida estructura institucional y una larga inmovilidad social y política de los de abajo.
La manera clásica de observar y analizar, es que cuando los de arriba se quiebran, los de abajo pueden incidir en los procesos políticos y sociales. Sin embargo aun falta un largo camino de reordenamiento de los distintos destacamentos, para en primer lugar definir de manera más exacta quienes están arriba y quienes no.
Porque la política chilena hace mucho tiempo que sólo se estructura desde arriba. Hoy todos los destacamentos están o tienden a estar arriba. Desde la UDI hasta el PC. Y ese es uno de los dramas históricos de la política y de lo social en el Chile post dictadura.
Así como se ha ido ordenando el escenario político, lo más probable es que la totalidad de los destacamentos sólo se conformen y se estructuren en las alturas. La concertación y la derecha ya están allí simultáneamente desde hace 20 años, la izquierda extra parlamentaria llegará al estado en este período eleccionario y lo grupos, movimientos y partidos que se han desgajado de los bloques en el poder estatal, también se reordenaran desde arriba. Es decir en la negociación y acción política institucional.
No hay en Chile hoy, ningún partido o movimiento político de envergadura, que realice política de masas, en los territorios sociales, como forma de organización, acompañamiento y dirección del mundo popular, excluido de los procesos de modernización capitalista. Las elecciones municipales o la presencia de los destacamentos en las comunas son una mera reproducción del sistema representativo parlamentario y presidencial.
No existe desde hace 35 años en Chile ningún proceso de empoderamiento popular y de construcción de micropoderes y de un poder dual capaz de frenar a los de arriba en su acciones tradicionales y ser alternativa en sus quiebres, que por lo visto son meramente superestructurales o de escaramuzas entre destacamentos más o menos conformes con el sistema político y económico imperante y su manera de conducción.
Pero tal como lo indicaba, la forma de resolución es lo que importa. Si por una parte no existen partidos o movimientos con vocación y voluntad política de organización de los de abajo, más que para convocarlos a eventos de elección de representantes, por otra parte la capacidad de organización de la sociedad civil y específicamente de la sociedad civil popular, como poderes antiestatales es de bajísima intensidad. Siempre lo es, en tanto son múltiples micropoderes con bajo impacto, pero actualmente además, hay una especie de detención de la potencia de estos, tanto en su niveles de asociatividad como de acción directa en las comunas frente a situaciones de base generadoras de conflicto. Dicho de otro modo, el pueblo y sólo una parte minoritaria, solamente participa de las elecciones y sus conflictos hoy los asume como una cuestión individual y no comunitaria o de clase.
Las agrupaciones de los de abajo y el continuo de agrupaciones que se podrían generar a partir de conflictos sectoriales con el poder estatal-financiero, está en ciernes, por una cuestión de avance cultural del modelo liberal sobre el pueblo y en tanto la crisis de representación del modelo económico social aún no arrastra al modelo completo. Es decir la crisis de representación y conducción del sistema capitalista, no ha generado una crisis de la economía neoliberal y de su política representativa e ideología individualista.
Si el modelo neoliberal está en crisis hoy, es más por efecto de la crisis hipotecaria subprime, que por efecto de las altas tasas de desigualdad y concentración capitalista y de la incapacidad de sus destacamentos.
Ahora bien, si en definitiva el pueblo pobre esta abandonado a su suerte, dado que la totalidad de los destacamentos opera sólo arriba y por otra parte, éste mismo no ha generado una organización y modos de hacer política propia, existe entonces una oportunidad enorme para comenzar a trabajar en esa perspectiva.
El trabajo social y político con y desde el mundo popular tiene una oportunidad histórica, como tantas veces se ha dado en la historia de Chile, hoy más que por la crisis del modelo capitalista y de su conducción y que por los avances de la izquierda en una propuesta programática autónoma y de unidad política y social del pueblo, por abandono definitiva de ésta de un proyecto socialista y del propio pueblo, frente a un sistema democapitalista que aún logra administrar sus crisis.
Tanto los destacamentos de la concertación y el propio partido comunista lo saben y apuestan a una ampliación del sistema representativo, vía pactos por omisión, y las reformas al sistema electoral binominal y de inscripción voluntaria. Estas reformas podrán atenuar la crisis de representación, pero nunca podrán impedir la organización social y política de los de abajo como micropoderes autónomos capaces de movilizarse y plantear propuestas políticas populares propias.
Una izquierda revolucionaria en rearme que cree en la constitución del poder de los abajo y en un socialismo de nuevo cuño para el siglo XXI, tiene la posibilidad de trabajar larga y arduamente junto al pueblo, mientras los de arriba se entretienen en su juegos políticos de reforma y de cooptación del estado.
De destacamentos y direcciones sin aspiración al éxito burgués y pequeño burgués dominante, de militantes de lo social y sobretodo del propio pueblo abandonado a su suerte, depende la construcción de los movimientos sociales capaces de ejecutar su micropoder y un poder dual al sistema de dominación en su conjunto. Hoy la última palabra no está dicha.
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