La realidad es que nos encontramos todavía en la prehistoria de la humanización. Por lo tanto, el grado de civilización que hemos logrado históricamente es igualmente prehistórico. Esto no implica que en el nivel civilizatorio actual no existan algunas reglas básicas cuando se trata de este tipo de discusiones.
La discusión de diferentes posiciones es un momento constitutivo del desarrollo del conocimiento, y por eso deberíamos evitar todo aquello que lo impide. Si desde vuestra (la respuesta no esta personalizada) sensibilidad y pensamiento mi cuestionamiento les parece no aceptable, entonces fundamenten una respuesta sin descalificaciones.
Ahora si niegan la existencia del problema y solo les preocupa “no pisar el palito” entonces algunos datos adicionales.
Al interior del JPM el eje PC-IC ha desarrollado en el último tiempo un “acercamiento” a la “Concertación” que es evidente. El “pacto por omisión” solo se explica en el contexto de ese acercamiento. Las diferenciaciones actuales no las comparto. En política todo pacto es político. El pacto por omisión postulaba una cooperación política en un proceso político por excelencia: el proceso eleccionario que determina los “Gobiernos Municipales”. El significado político que esto tiene en el contexto del desarrollo de toda la sociedad chilena se puede discutir. Sin duda la elección presidencial tendría en relación a lo municipal un significado político mayor. Pero en política todo es político. Un claro indicador de esto es justamente el hecho que no pocos personeros de la Concertación así lo expresan: el pacto por omisión compromete el voto en una segunda vuelta presidencial. Algunos dicen claramente que el PC no permitirá que por sus votos gobierne la derecha tradicional. Esta afirmación funciona siempre.
Aclarado esto, la pregunta que yo trato de discutir es como el acercamiento político del eje PC-IC influirá en el desarrollo del JPM. En especial pienso que es de gran importancia discutir en forma transparente cuales son las diferentes posiciones que existen sobre este tema. El problema ya existe y no se puede negar. No se trata de “pisar el palito” se trata de tomar posición frente a un tema de importancia para el desarrollo de un movimiento de izquierda. Da lo mismo si lo que dicen otro corresponde con lo que dice el eje PC – IC, el tema es inevitable.
Si discuto la relación del JPM con la Concertación, no se entiende la crítica de no haberme referido a la derecha. En este contexto solo interesa la derecha como un referente del sistema político y económico actual. No discuto aquí la relación del JPM con la derecha tradicional.
Más me interesa el acercamiento ideológico de la Concertación y la Alianza y como sus discursos en lo económico se parecen cada día más. “Fortaleciendo el desarrollo de mercados “libres” (sin regulación dice el dogma neo liberal) se dispararan dinámicas que regularan el desarrollo hacia la prosperidad y la equidad” son los discursos que a menudo hemos escuchado de voceros de la Alianza y la Concertación. Aquí existe una gran coincidencia. Las diferencias comienzan en la intensidad de las regulaciones que se piensan desarrollar políticamente. Estamos en lo económico frente a dos fuerzas de derecha. Ambas celebran como un logro el crecimiento económico. Ricardo Lagos uso el argumento económico para diferenciarse de la dictadura, destacando que el crecimiento logrado por la Concertación ha sido superior. La Concertación sufre de mala memoria.
El primer gobierno post dictadura de esa fuerza política marco claramente la diferencia con la dictadura indicando en lo económico de favorecer un crecimiento que seria funcional con la Justicia Social. R. Lagos renovó ese compromiso siendo candidato a la presidencia proclamando “Crecimiento con Equidad”. Las cifras mencionadas solo pretenden demostrar lo que realmente ha sucedido en los últimos 18 años: Chile es hoy más rico que antes. El crecimiento es mayor al logrado por la dictadura en el mismo periodo anterior. Lo que no ha variado como producto del crecimiento económico es la distribución de la riqueza. Por lo tanto la equidad no mejoro (vale indicar que en estas cifras están incluidos todos los beneficios de los programas sociales desarrollados por los gobiernos de la Concertación; pero también hay que indicar que la distribución se mide sin tomar en cuenta las riquezas privadas acumuladas históricamente).
Vale recordar que los conceptos Izquierda y Derecha originalmente diferenciaban a las fuerzas progresistas de las conservadoras. Esta diferenciación implica que las fuerzas conservadoras están dirigidas a que se conserven las estructuras actuales que eternizan los beneficios que solo favorecen a unos pocos. Las fuerzas progresistas a lo menos cuestionan la injusticia social y buscan el desarrollo de sociedades incluyentes. En términos practico lo que persiguen las fuerzas conservadoras es antagónico a las pretensiones de un movimiento de izquierda que justamente cuestiona lo que las fuerzas conservadoras defienden: sus privilegios.
En este contexto es necesario ubicar correctamente en lo que se ha convertido la “Concertación”. Aquí los discursos no valen. Sirven para conocer intenciones. Pero ellos llevan 18 años gobernando, por lo tanto sus intenciones no se pueden leer desde lo que dicen, hay que leerlas desde lo que concretamente hicieron.
Y sin dudas podemos decir que la “Concertación” en los últimos 18 años hizo muchas cosas. Hicieron crecer económicamente al país en forma mas efectiva que la dictadura, pero no lograron mejorar la distribución (por lo tanto la injusticia social es la misma que hace 18 años atrás). La Concertación decidió un camino de integración a la globalización respetando las “recomendaciones” de las instituciones mundiales del neo liberalismo. Decidió poner a economistas neo liberales como ministros de hacienda. Siguió la lógica neoliberalista impuesta por la dictadura en las políticas de privatización. Convirtió el lenguaje del neo liberalismo en el lenguaje de Estado. Todos los jóvenes chilenos, según la Concertación, deberán transformarse en “Emprendedores Proactivos”. La iniciativa privada se confirma como el mecanismo central de desarrollo a pesar que la experiencia vivida nos muestra que eso solo asegura el crecimiento económico pero no la mejoría de la equidad. La Concertación ya hizo suya el concepto de desarrollo del neo liberalismo y lo reduce solo al crecimiento económico. El concepto de la equidad que decide lo que es una fuerza del progreso (del desarrollo) desaparece de la definición de progreso.
En lo económico le derecha tradicional y la concertación han homogenizado sus discursos. Siempre hay matices. Unos son neo liberales radicales y los otros son neo liberales moderados, a pesar que no en pocas situaciones los discursos neo liberales moderados o radicales se escuchan en ambos bloques. La Concertación celebra como progreso el crecimiento y no toma posición frente al problema estructural por excelencia: la concentración. Desde el Bien-Estar de sus cúpulas se han transformado en una fuerza conservadora. No pueden permitir que la calidad de vida lograda para sus grupos familiares disminuya. A nivel subjetivo el Bien-Estar como el Mal-Estar son determinante para la forma como el ser humano actuad sobre el mundo.
Sin duda existen muchos que hoy apoyan a la Concertación, y que desde su inspiración histórica de izquierda piensan estar en lo correcto. Ellos sin dudas podrían ser parte de un movimiento de izquierda. Pero aparecer en la foto con las cúpulas concertacionistas por lo menos borra las necesarias diferenciaciones entre las fuerzas ahí representadas.
El principal argumento esgrimido hasta ahora es logra superar la exclusión que provoca el sistema binominal. Como siempre estamos frente a procesos acumulativos, vale preguntar en el contexto de los próximos procesos eleccionario cual será la postura que tomara el JPM frente a estos y como será el proceso al interior del JPM para dirimir sobre posibles llamamientos frente a la segunda vuelta presidencial. Discutir esto desde ya es lo único que me interesa.
Al insistir en este tema, no es mi intención “hacer pisar el palito” a nadie. Me inquieta constatar que nuevamente se puede producir un debilitamiento del JPM al negarse a discutir lo que es evidente.
La postura del JPM frente a la “Concertación” y los partidos políticos que la componen no es un tema menor.
El PC ya ha manifestado a través de hechos concretos como el llamado a votar por Bachelet el año 2006, cual era en ese momento su posición frente a un gobierno concertacionista. De eso el PC es responsable. Por lo tanto también es responsable, en las proporciones que correspondan, de las políticas que ha desarrollado el gobierno de Bachelet. La decisión de llamar a votar por ella crea una situación de responsabilidad.
Hacer uso de los resultados concretos de las municipales para hacer valer una posición sobre otra me parece peligroso en el frágil proceso de desarrollo del JPM. Las minorías merecen un respeto al margen de la ingeniería eleccionaria.
Es un ejercicio democrático transparentar las posiciones frente a un tema que es de importancia. El JPM tiene que desarrollar una institucionalidad capaz de discutir estos y otros temas de una forma amplia. Finalmente todas las decisiones tienen que sostenerse en esos mecanismos participativos. Coartar la discusión de posiciones diferentes con descalificaciones solo ahoga la “pugna de ideas”. El conocimiento sobre lo que hacemos en política solo se puede desarrolla en espacios en los cuales la “pugna de ideas” esta garantizado.
Fuente: Colectivo LER
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