x Fesal Chain
1+ 0+ 0 es igual a 1. El Mago en el Tarot de Marsella. Según Jodorowsky: "I. EL MAGO Comienzo. Todo puede hacerse. Tomar su lugar. Hombre llamado a elevarse. Iniciado. Trabajo. Astucia. Arte de convencer. Espontaneidad. Egoísmo. Inicio de la búsqueda de la sabiduría perdida. Artista. Juego. Voluntad de crear".
Así la última columna del año es el comienzo, fueron 100 las que se requirieron para llegar al mundo, tomar mi lugar, mostrar mi pensamiento, mis palabras a hombres y mujeres de la izquierda chilena, a ustedes. Fue un trabajo sistemático, probablemente con menos astucia de la que hubiese querido. Con el íntimo deseo de convencer, pero atravesado por la espontaneidad que da el trabajo literario del artista, con ese cierto egoísmo que a veces nos hace palabrear sin recato y desconsiderados. Ciertamente el inicio y no el final de una búsqueda colectiva, de la sabiduría que hemos perdido en la historia, como el gran conglomerado social, cultural y político que ha construido Chile. A veces un juego, pero un juego serio que pone en tensión los deseos y los intereses propios y de los demás, y también uno que abre ventanas y puertas, pero que cierra otras para el autor y para quienes le creen o leen. La suprema voluntad de rediseñar un nuevo imaginario, una reflexión sistemática de quienes somos, de qué podemos hacer a partir de lo que somos, y de lo que debemos cambiar en nosotros mismos para cambiar la vida.
Pero también Jodorowsky nos dice: "¿Qué mira el Mago? ¿Cómo continua el paisaje?". Se trata primero de saber quien es el Mago, y se hace evidente que somos todos, hay una correspondencia entre quien escribe y quien lee, entre la boca-mano de un autor que se diluye y el ojo-oído de quienes reescriben al leer y releer los textos.Y aquí me permito una interpretación. El Mago ordena los elementos de una mesa y mira hacia la lejanía, un paisaje que no conocemos pero que en los ojos del aquel hombre se anhela y se observa. Tiene una varita, acaso como adjetivo a su ser, mágica, y una pequeña esfera amarilla en su otra mano, su sombrero en forma de ocho signa el infinito.
Acaso todo los elementos que requerimos como izquierda y como pueblo están ya hace mucho tiempo en la mesa de Chile, del mundo social y de algunas instituciones, y el paisaje que prefiguramos, si bien es difuso, está como en la carta, lejos de la mesa, lejos de nuestro estar y ser, pero a su vez lo podemos ver, no meramente imaginar.Tenemos las herramientas para ordenar los elementos y también para llegar al no lugar, a la u-topía.Todo puede hacerse. Porque realmente estamos llamados a elevarnos, a asaltar el cielo, a iniciarnos en el camino del poder social igualitario, de la justicia y la libertad anhelada.
No deseo caer en el el lenguaje del ocultismo, sino partir en esta columna número 100, que es mi comienzo y el inicio del camino para ustedes, desde una óptica distinta, desde una interpretación de la vida que no sólo es ciencia, sino arte, intuición y reinterpretación de lo escrito y reescrito: "La base fundamental de la lectura del Tarot es la toma de conciencia. Es un Arte orientado hacia la curación..."
Puesto que no ha sido sino ese, el íntimo deseo de quien les ha conversado durante un año, el poder contribuir desde mi pequeño y particular ángulo de mirada, a la curación de mi mismo y del nosotros mismos como comunidad de izquierda y como sociedad. Invocar al Yo Soy a la construcción de la identidad personal y colectiva, del Nosotros Somos, a construir el propio poder de muchedumbre lanzada al infinito, que somos. Puesto que estas columnas que se inauguran en este número que progresa, no sólo trataron de proponer otra lectura de la realidad,sino al decir de Artaud, cambiar el propio ángulo de la realidad. Porque pensar, escribir,y sobretodo reflexionar en conjunto, como ha sido realmente, es reconfigurar el lenguaje, es redireccionar la acción misma.
Somo el Mago, lo somos realmente, no lo duden. No es una promesa externa a nosotros mismos, es la lectura de lo que está en nuestro interior, puesto que no hay un adentro y un afuera realmente, sino un interior que se despliega y un exterior que se inocula en nuestros cuerpos, en nuestro cuerpo social.
Queridos amigos y amigas que me han honrado con sus lecturas, con sus críticas, con su diálogos y con sus acciones, yo estoy convencido, como decía nuestro Gitano Rodriguez, que "ha llegado aquel famoso tiempo de vivir", y si acaso lo dejamos ir, volverá infinitas veces. Y es en ésta certidumbre de la historia y de la existencia individual y colectiva como pueblo, es que los invito como ustedes sin saberlo acaso, lo han hecho conmigo, a perseverar en el intento, con un nuevo pensamiento que nace de lo viejo, con una acción transformada, transformadora y autónoma, sin dependencias y ataduras de ningún tipo, con voluntad, con disciplina, con método, a luchar de modo permanente por lo que creen y aman.
Vamos amigos y amigas, compañeros y compañeras, hermanos y hermanas, con amor, adelante, en todos las tareas que emprendamos, adelante, con todas las fuerzas de nuestras historias, adelante, con todas las fuerzas de la historia.
Por siempre agradecido Fesal Chain.
Así la última columna del año es el comienzo, fueron 100 las que se requirieron para llegar al mundo, tomar mi lugar, mostrar mi pensamiento, mis palabras a hombres y mujeres de la izquierda chilena, a ustedes. Fue un trabajo sistemático, probablemente con menos astucia de la que hubiese querido. Con el íntimo deseo de convencer, pero atravesado por la espontaneidad que da el trabajo literario del artista, con ese cierto egoísmo que a veces nos hace palabrear sin recato y desconsiderados. Ciertamente el inicio y no el final de una búsqueda colectiva, de la sabiduría que hemos perdido en la historia, como el gran conglomerado social, cultural y político que ha construido Chile. A veces un juego, pero un juego serio que pone en tensión los deseos y los intereses propios y de los demás, y también uno que abre ventanas y puertas, pero que cierra otras para el autor y para quienes le creen o leen. La suprema voluntad de rediseñar un nuevo imaginario, una reflexión sistemática de quienes somos, de qué podemos hacer a partir de lo que somos, y de lo que debemos cambiar en nosotros mismos para cambiar la vida.
Pero también Jodorowsky nos dice: "¿Qué mira el Mago? ¿Cómo continua el paisaje?". Se trata primero de saber quien es el Mago, y se hace evidente que somos todos, hay una correspondencia entre quien escribe y quien lee, entre la boca-mano de un autor que se diluye y el ojo-oído de quienes reescriben al leer y releer los textos.Y aquí me permito una interpretación. El Mago ordena los elementos de una mesa y mira hacia la lejanía, un paisaje que no conocemos pero que en los ojos del aquel hombre se anhela y se observa. Tiene una varita, acaso como adjetivo a su ser, mágica, y una pequeña esfera amarilla en su otra mano, su sombrero en forma de ocho signa el infinito.
Acaso todo los elementos que requerimos como izquierda y como pueblo están ya hace mucho tiempo en la mesa de Chile, del mundo social y de algunas instituciones, y el paisaje que prefiguramos, si bien es difuso, está como en la carta, lejos de la mesa, lejos de nuestro estar y ser, pero a su vez lo podemos ver, no meramente imaginar.Tenemos las herramientas para ordenar los elementos y también para llegar al no lugar, a la u-topía.Todo puede hacerse. Porque realmente estamos llamados a elevarnos, a asaltar el cielo, a iniciarnos en el camino del poder social igualitario, de la justicia y la libertad anhelada.
No deseo caer en el el lenguaje del ocultismo, sino partir en esta columna número 100, que es mi comienzo y el inicio del camino para ustedes, desde una óptica distinta, desde una interpretación de la vida que no sólo es ciencia, sino arte, intuición y reinterpretación de lo escrito y reescrito: "La base fundamental de la lectura del Tarot es la toma de conciencia. Es un Arte orientado hacia la curación..."
Puesto que no ha sido sino ese, el íntimo deseo de quien les ha conversado durante un año, el poder contribuir desde mi pequeño y particular ángulo de mirada, a la curación de mi mismo y del nosotros mismos como comunidad de izquierda y como sociedad. Invocar al Yo Soy a la construcción de la identidad personal y colectiva, del Nosotros Somos, a construir el propio poder de muchedumbre lanzada al infinito, que somos. Puesto que estas columnas que se inauguran en este número que progresa, no sólo trataron de proponer otra lectura de la realidad,sino al decir de Artaud, cambiar el propio ángulo de la realidad. Porque pensar, escribir,y sobretodo reflexionar en conjunto, como ha sido realmente, es reconfigurar el lenguaje, es redireccionar la acción misma.
Somo el Mago, lo somos realmente, no lo duden. No es una promesa externa a nosotros mismos, es la lectura de lo que está en nuestro interior, puesto que no hay un adentro y un afuera realmente, sino un interior que se despliega y un exterior que se inocula en nuestros cuerpos, en nuestro cuerpo social.
Queridos amigos y amigas que me han honrado con sus lecturas, con sus críticas, con su diálogos y con sus acciones, yo estoy convencido, como decía nuestro Gitano Rodriguez, que "ha llegado aquel famoso tiempo de vivir", y si acaso lo dejamos ir, volverá infinitas veces. Y es en ésta certidumbre de la historia y de la existencia individual y colectiva como pueblo, es que los invito como ustedes sin saberlo acaso, lo han hecho conmigo, a perseverar en el intento, con un nuevo pensamiento que nace de lo viejo, con una acción transformada, transformadora y autónoma, sin dependencias y ataduras de ningún tipo, con voluntad, con disciplina, con método, a luchar de modo permanente por lo que creen y aman.
Vamos amigos y amigas, compañeros y compañeras, hermanos y hermanas, con amor, adelante, en todos las tareas que emprendamos, adelante, con todas las fuerzas de nuestras historias, adelante, con todas las fuerzas de la historia.
Por siempre agradecido Fesal Chain.
Entre comillas párrafos de "El Tarot de Marsella Restaurado (Alejandro Jodorowsky)"
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