Leí hace muy poco el apoyo de Guillermo Teillier, presidente de nuestro partido a Álvaro García candidato PPD a la Alcaldía de Cerro Navia. Como así también una entrevista al candidato Gutiérrez de Estación Central, donde plantea, textualmente, que nuestro partido se omite en nuevas 17 comunas a cambio de nada.
Yo defendí el Pacto por Omisión en un artículo que efectivamente sale en el blog de nuestro candidato a concejal Mauro Tamayo y en éstas páginas. Y lo sigo defendiendo en tanto la necesaria reforma electoral y la inserción de nuestro partido en el espacio del sistema de partidos.
Sin embargo en el mismo artículo planteo con énfasis que "dar la lucha electoral y recuperar nuestro sitial en la institucionalidad, mediante pactos con los sectores menos reaccionarios del bloque en el poder, no puede hacernos olvidar que hoy una buena parte del padrón electoral, al menos la mitad es oposición a la Concertación, por sus ineficiencias e ineficacias en las políticas públicas y sus crecientes grados de corrupción. Sumado a esto su evidente traición a los postulados históricos de la izquierda como directriz de cambios al sistema liberal".
Por otra parte, si bien la Dirección de nuestro partido tiene amplias facultades para desarrollar dicho pacto y las estrategias conducentes a romper el cerco, no estoy de acuerdo con que a cada semana tengamos noticias de apoyos del Partido a candidatos a alcaldes de la Concertación, a cambio de nada. Los pactos o negociaciones NO son ESO. Los pactos o negociaciones contemplan que ambas partes ganen y que se cumplan las condiciones de satisfacción propias, que no son sino en el caso de los comunistas, participación del pueblo en la toma de decisiones de los gobiernos locales y control por parte de este de las prácticas antipopulares y de corrupción de los gobiernos locales.
No estoy de acuerdo que andemos haciendo actos de buena fe, apoyando gratuitamente a la concertación, como lo afirma tan orgulloso el compañero Gutiérrez, que por lo demás ni siquiera tiene el apoyo de la concertación como mereciera, en su propia campaña.
Si ponemos 17 comunas más, al menos es necesario pedir garantías de gobiernos locales participativos y con plataformas de cambio y en lo posible, nuevas omisiones de la concertación. O si no cometemos un error político garrafal. El futuro nos lo indicará, cuando los Alcaldes de la concertación, hagan lo que estimen conveniente en sus comunas, sin previo aviso y menos consultando a los comunistas.
Son los fragores de la campaña, no podemos negarlo, sin embargo la cuestión es qué significa para los habitantes de Cerro Navia si el Señor García sale Alcalde.
Si García es más de lo mismo, según las propias denuncias de nuestro candidato a concejal sobre las málas prácticas del PPD en la comuna, no sirve de nada detener a la derecha, tal como lo plantea un artículo en este mismo sitio: "Esta tesis (de detener a la derecha con la omisión, N.del E.) puede restar Alcaldías a la UDI y R. Nacional, y detener por algún tiempo la llegada al gobierno de la derecha, pero mantendrá las mismas alcaldías en manos de sectores de la Concertación tan partidarias del modelo como los primeros. El ala derechista de la Concertación podrá imponer así sus candidatos, potenciándose un sector tan aliado de las transnacionales y del gran empresariado que saquean las riquezas del país y explota al pueblo, como la derecha más tradicional.Y si García no es más de lo mismo desgraciadamente ya no dependerá de nosotros los comunistas de Cerro Navia, al menos expresado en un pacto por escrito con condiciones bien explícitas de garantías de participación popular y de freno a la corrupción local.
Perdonénme compañeros y compañeras, he tratado de ser siempre ecuánime en este tema, sin embargo, una cosa es el Pacto por Omisión ya sancionado e informado, para recuperar nuestro sitial institucional en el sistema político, Pacto que sigo apoyando, y otra es que en todas las comunas en que no llevamos candidatos a Alcaldes, le firmemos una especie de cheque en blanco a la concertación, sin condiciones de satisfacción que garanticen la participación popular y el freno a las prácticas de corrupción, de un conglomerado que ha defendido los intereses de los poderosos sitemáticamente y que se encuentra en franca crisis terminal.
Si ayer cometimos el error de no negociar en ningún terreno, hoy no cometamos el error de regalar nuestro apoyo y especialmente con un conglomerado político nada de confiable, que ha traicionado una y otra vez las aspiraciones populares y también los compromisos de su propio programa, como lo afirmara nuestro Presidente Guillermo Teillier, en su proclamación a candidato a Presidente de Chile.
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