lunes, 27 de octubre de 2008

EL DERRUMBE DE LA CONCERTACION Y LOS COMUNISTAS EN LA MONEDA

x Fesal Chain
Miembro del equipo 
del concejal Mauro Tamayo
Cerro Navia.



Marchamos en pequeño grupo unido por un camino escarpado y difícil, fuertemente cogidos de las manos. Estamos rodeados por todas partes de enemigos, y tenemos que marchar casi siempre bajo su fuego. Nos hemos unido en virtud de una decisión libremente adoptada, precisamente para luchar contra los enemigos y no caer, dando un traspiés, al pantano vecino, cuyos moradores nos reprochan desde un principio el que nos hayamos separado en un grupo aparte y el que hayamos escogido el camino de la lucha y no el de la conciliación.
V.I Lenin, Qué Hacer


¿Elección no política de alcaldes?

Se afirma con mucha insistencia que la elección de concejales es aquella verdaderamente política y la de alcaldes no. Que esta última sería más bien de elección de líderes locales, lo que se denomina, el voto por la persona. Dicha tesis, levantada por la concertación, no tiene fundamento. Todas las elecciones políticas son eso, políticas. Lo que pasa es que con la preeminencia del pensamiento tecnocrático en todas las esferas, se hacen distinciones que van poco a poco trastornando conceptualmente la realidad, trastorno de la personalidad de los políticos y de lo político y de la realidad social misma.

Y entonces, bajo el prisma tecnocrático, súbita y mágicamente, las derrotas se convierten en victorias. Lo que se dice de lo que pasa, pasa a ser lo que pasa. Pero realmente las personas, los grupos sociales, las clases sociales, no se dejan engañar. Saben quienes fueron derrotados y quienes triunfaron en la contienda política-electoral. 

Al respecto de la tesis concertacionista, que se ve demasiado interesada, casi ideologizada en la defensa del proyecto propio, Oscar Guillermo Garretón plantea hoy en La Segunda que "la votación de concejales no es personalizada, se vota por referencia,(...) por aquel que en voto aparece en la lista del partido o la coalición de mis preferencias. Si es así, el voto de concejales es decididamente más político..." 

A mi juicio, esta la elección de alcaldes, frente a la crisis de la concertación y la cercanía de las presidenciales, fue una contienda especialmente política y más que cualquier elección pasada de alcaldes y que la misma de concejales, que, entre otras cosas, se esforzaron tremendamente en la campaña por esconder su origen partidario. Esta última estuvo altamente mediatizada por la estrategia maquilladora de los candidatos que NUNCA mostraron a excepción de la DC y el PC su adscripción partidaria.

La elección de alcaldes fue para el pueblo cansado del gobierno concertacionista una oportunidad de asestar derrotas significativas y más notorias que la elección de concejales que quedan en la retina y en el imaginario ciudadano, ganen o pierdan, como impactos políticos menores, casi anónimos o de carácter aún más locales que los propios alcaldes. Los alcaldes, a partir de la elección de Joaquín Lavín en las Condes como una especie de gestor moderno y solucionador de problemas, tienen notoriedad, presencia e impacto nacional y el pueblo supo leer esto. 


La derrota de la concertación

Así el pueblo infringió a la Concertación una derrota importante. Castigó a la concertación votando por la oposición. La forma más visible de la protesta, del castigo, fue votando por alcaldes, es decir jefes comunales de la oposición con alta presencia pública y política local y nacional. Esa es la realidad hoy. Si los personeros del oficialismo o de la izquierda histórica afirman otra cosa, se engañan a si mismos. Y de los autoengaños no se sacan conclusiones que sirvan para enmendar el rumbo perdido. 

Si trabajamos sólo como un ejemplo, un conjunto pequeño de índices de la elección de alcaldes, tenemos que con un 95,02% de las mesas escrutadas, la alianza por Chile, la derecha, el pinochetismo remozado sacó un 40, 49% de los votos en alcaldías, y la concertación gobiernista, un 38,43%. 

La alianza gobernará un tota de 140 alcaldías y la concertación 147 y si consideramos la cantidad de personas que estos dos bloque gobernaran desde las comunas, tenemos que la alianza gobernará a 3.697.070 chilenos y chilenas y la concertación a 3.152.415, es decir la derecha tendrá influencia local sobre 600.000 chilenos y chilenas más en un período altamente crítico de campaña presidencial.


El Juntos Podemos

El Juntos Podemos y específicamente los comunistas, apostaron en principio por un pacto electoral con la concertación, que se fue transformando en el transcurso de la campaña en un pacto político y en una alineación del PC hacia el bloque concertacionista. Se partió con la omisión de llevar candidatos en 17 comunas, luego a 35 y en la práctica en la totalidad de las comunas donde el partido comunista no llevo candidatos, esto sin que necesariamente se hiciera explícito. Luego se prosiguió con campañas comunes en aquellas comunas emblemáticas como PAC o Cerro Navia, para terminar con un Guillermo Teillier y una Claudina Núñez en La Moneda celebrando el supuesto triunfo concertacionista levantando los brazos juntos los personeros del régimen y recibiendo los homenajes de la presidenta Bachelet. 

El PC logró 7 alcaldías, 3 más de las había obtenido en las elecciones pasadas. En cuanto al porcentaje, es necesario observar el de concejales puesto que en el de alcaldes operó el pacto, así obtuvo un 9%.

La dirigencia del partido comunista podrá decir que la estrategia fue exitosa, sin embargo a mi juicio es válido preguntarse si el evidente viraje del partido, valen 3 alcaldías y su disminución en el porcentaje de concejales del 9,14% al 9%, cuando vemos que un partido como el PRI, claramente opositor y también hasta ahora claramente antiderecha, obtiene un 7,5% en concejales y 16 alcaldes.

La estrategia de Teillier y de la dirigencia, sólo valieron 3 alcaldías y haber perdido Estación Central y comparativamente con el PRI, alinearse con la oposición y 13 alcaldías menos. 

Finalmente Teillier no logra los ansiados dos dígitos en concejales, ni doblar las alcaldías como se había propuesto, además de poner en tensión al partido internamente y de manera rotunda, en la práctica, dejar de ser oposición y desechar las tesis de Gladys Marín, arduamente construidas durante toda la historia partidaria de los últimos 30 años.

Hoy ya vemos como los dirigentes concertacionistas desesperados, buscan un pacto parlamentario, una adhesión programática del PC, a cambio de diputados y eventuales cargos técnico-profesionales en un futuro gobierno de la concertación. Si bien Teillier se ha pronunciado negativamente a los cargos, como un hombre de raigambre comunista histórica, aún debemos observar si finalmente no termina en un estrategia de subsumisión al bloque y de fin definitivo de la independencia del partido y abandono de una estrategia lenta pero de clara identidad con los principios partidarios, de una dirección de una masa de izquierda antineoliberal y del levantamiento de un proyecto independiente de izquierda anticoncertación y antiderecha.


Algo sobre Cerro Navia, la madre de las batallas

En Cerro Navia la concertación fue derrotada. Es cierto que ganó la derecha pinochetista, pero si uno hace una lectura seria, fue porque el pueblo cerronavino optó por el castigo ala corrupción concertacionista a su visión cooptativa y política de favoritismos del girardismo, y la conducta elitista y antipopular del laguismo-neoliberalismo de García. El pueblo no tuvo otra alternativa. 

De hecho nuestro candidato Mauro Tamayo triunfó siendo la segunda mayoría comunal. Nosotros fuimos la alternativa de izquierda triunfante en Cerro Navia. Con un claro mensaje, no a la concertación corrupta, no a la derecha. No tuvimos la oportunidad de un candidato a Alcalde del Juntos Podemos o Comunista, el nuestro fue bajado en el período de constitución de las listas, producto de la insistencia de la dirigencia de implementar un Pacto que veíamos éticamente reprobable y políticamente ineficaz, que en menor escala en la comuna, demostró lo que pasó a nivel nacional. 

Frente a la crisis terminal de la concertación, conglomerado al que los comunistas siempre fuimos opositores EN LA PRACTICA, no era deseable por unos mínimos puestos edilicios, no continuar en la senda de mostrarle al pueblo que si somos alternativa, política y ética. Acá lo hicimos, sin permiso y ganó el pueblo. Hoy un contingente no menor de Cerronavinos comienza a construir con mayor fuerza aquello que ha construido en una larga historia y al menos en 4 años, una fuerza social organizada, electoral y un equipo colectivo con propuestas de gobierno local y de participación y empoderamiento popular. Este es el camino y no otro. Cuando vemos que la concertación comienza a derrumbarse y la derecha se enseñorea en la patria, resistimos y construimos poder local y poder popular con propuestas éticas de gobierno y de cambio radical.


Los dados están echados

La concertación está en una crisis terminal, la derecha tiene altas posibilidades de ganar la elección presidencial y parlamentaria. La izquierda histórica, tal como lo he afirmado insistentemente en otros artículos, ha dejado el camino de la confrontación para entrar en de la conciliación y del mal menor. Los dados están echados, el pueblo sin más alternativa que elegir entre los dos bloques del neoliberalismo, uno liberal a secas y el otro liberal-populista, probablemente como castigo al incumplimiento del programa de justicia social de la concertación terminará votando DERECHA. 

La Izquierda nuevamente tendrá una responsabilidad enorme, al no ser capaz de construir un proyecto alternativo sólido, dejando a las masas descontentas a merced del liberalismo de uno y otro signo. Aún es tiempo para que la izquierda retome su camino, que es cierto, no ha dado los frutos inmediatos que todos quisiéramos, pero que con resistencia al dominio neoliberal y capitalista, con trabajo popular de base, con empoderamiento local, con fuerza social y destacamentos y equipos colectivos de trabajo, logrará más temprano que tarde, construir las bases del gobierno popular futuro. 

Con Recabarren, Blest, Allende, Enríquez y Gladys Marín adelante. MIL VECES VENCEREMOS






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