miércoles, 17 de diciembre de 2008

La filosofía, la sociología y la izquierda burocrática-funcionaria

Filosofía es crear conceptos, sociología es develar el mundo social como realmente funciona más allá de los discursos, creencias y pasiones. Ambos conocimientos poseen un atributo fundamental, el efecto teoría, es decir el crear mundos nuevos a través de la conceptualización de realidades y de la develación del mundo no como lo vemos sino como efectivamente opera. Esa es la lucha teórica, que no es sino la lucha política esencial. La transformación del mundo tiene mucho más que ver con crear conceptos y develar verdades a partir de la realidad, que sin son verificables en la práctica, siempre conducirán a acciones políticas de transformación, que con andar correteando entre los pasillos palaciegos o andar declamando mentiras sociales o meramente creencias y pasiones carentes de toda realidad. Si la izquierda es el 5% de las fuerzas sociales del país, se hace muy difícil creer en los discursos grandilocuentes de los dirigentes de la izquierda histórica, de levantar "una alternativa de izquierda en Chile, alternativa al neo liberalismo, (desde la cual) vamos a luchar por un nuevo tipo de gobierno, de democracia y de justicia social". No hay alternativa de izquierda en Chile, no habrá y lo sabemos todos, nuevo tipo de gobierno, de democracia y de justicia social. Levantar programas y alianzas desde el 5% y a partir de buenos deseos, es levantar polvo en el desierto. Pero esto no sería todo. Si se ha de levantar alternativas de deseo, carentes de toda realidad, que éstas al menos no corran medio tiempo, sino el partido completo. Y he aquí la segunda cuestión: todo lo que haga la izquierda histórica en Chile en torno a la batalla presidencial se diluirá en el segundo tiempo o vuelta, cuando ella misma llame a votar por el neo liberalismo de izquierda.Así planteadas las cosas hay un doble engaño,un auto engaño de los dirigentes, un engaño a los 400.000 seguidores de la izquierda y a parte del país que alguna vez llegó a ser un 50% del electorado nacional. Yo los invito a pensar estas cuestiones antes de apoyar candidaturas o alinearse a los cantos de sirena, por muy bellos y sinfónicos que suenen. Y no traten de hacer estrategias y tácticas con alternativas fracasadas de antemano. Si el camino de construcción ofrecido, al evaluarse con inteligencia, no avanza ni un ápice con respecto al 5% promedio o avanza escasamente y si de avanzar se convierte en una carta blanca a la concertación para seguir gobernando y administrando el neo liberalismo, sería hora de que el pueblo de izquierda más que andarse alineando por alinearse, se convocara para comenzara a pensar en el relevo de la dirigencia. Necesitamos líderes políticos y sociales, con audacia y capacidad de crear conceptos y develar verdades que tengan firme asidero en la realidad y que se conviertan a su vez en acciones políticas eficaces , con capacidad de construir fuerza social y política de izquierda. Necesitamos en suma, una clase dirigente lúcida que emplazando una teoría con capacidad de lectura de lo que realmente pasa y de la sicología del pueblo, logre coordinar lo existente y convertirlo de energía aún latente en fuerza social y política competente y con vocación y capacidad de poder. Este último camino no ha sido, no es, ni será rápido ni de resultados mágicos, será arduo, duro, difícil, porque primero que todo, todos y todas debemos ponernos en disposición de empezar a pensar el mundo social y a inventar conceptos y acciones acordes al mundo social existente, pero que a la vez prefiguren el proyecto de las mayorías. Eso requiere ser los mejores. Es difícil, no cabe duda, pero al menos no es un camino de ilusiones, de dirigentes con limitada capacidad teórica y política, que esta bueno decirlo, desde la burocracia funcionaria, nos han llevado de derrota en derrota hasta convertirnos en una muy limitada franja social refractaria con nula capacidad de maniobras. En cuanto a lo que hay que hacer, será motivo de un segundo artículo.

lunes, 15 de diciembre de 2008

El pueblo organizado puede contra la “maquinaria” de Piñera


x Bruno Sommer Catalán
para El Ciudadano


Mientras la derecha, a puertas cerradas, ya ha definido como su candidato presidencial a Sebastián Piñera, uno de los mil hombres más ricos del mundo, la Concertación desgastada busca desesperadamente torcer la mano con nombres como Eduardo Frei y José Miguel Insulza.

En las encuestas el ex presidente y el Panzer, aparecen muy por abajo del especulador que figura como favorito en las mediciones, y que la coalición gobernante tenga posibilidades reales de mantenerse en el poder, una posibilidad cada vez más lejana.

Ante el panorama, en que la Concertación se ha dedicado a administrar el modelo económico y constitucional heredado de la dictadura, sin asco, para conducir una seguidilla de gobiernos de centro derecha, de los más vende patria que haya tenido la historia de Chile, el pueblo se encuentra totalmente confundido.

La imagen o referente de izquierda se ha perdido en nuestro país en manos de partidos que han actuado como meros espectadores del show, comulgando con el modelo neo liberal y pactando por migajas, sólo tibiezas suelen verse, no obstante, el espíritu de una izquierda Allendista y Bolivariana, hoy triunfa por Latinoamérica junto al pueblo y hombres valerosos en países como Paraguay, con Lugo, Bolivia con Morales, Venezuela con Chávez y en Ecuador con Correa. Digno es de destacar el coraje de una mujer en Argentina, Cristina Fernández, quien se ha atrevido a estatizar los fondos de pensiones de su país, coraje que ha faltado en casa.

Son los errores de visión política de los gobernantes que favorecen al poderoso y nos perjudican como pueblo, son las seguidillas de acciones que desprestigian a los partidos mostrándolos como incapaces de recoger el fervor popular, lo que hace que los diálogos que hoy tienen un grupo importante de ciudadanos(as) del país, nos esté llevando a reorganizarnos mediante acciones comunicativas, redes y acción directa para avanzar hacia la concreción de soberanía popular constituyente, desoída por quienes llevan la batuta.

El gobierno que supuestamente iba a ser ciudadano, donde todos íbamos a construir el territorio para vivir después del Bicentenario, está siendo casi entregado en bandeja al poder de las corporaciones y los capitales transnacionales que es lo que representa el señor Sebastián Piñera.

Parece no haber alternativa para el más de millón y medio de jóvenes no inscritos aún en los registros electorales, en los que cientos de miles no se inscribirán nuevamente si el contrincante es más de lo mismo, es decir nace de la Concertación.

No obstante hombres como Alejandro Navarro y Jorge Arrate, aparecen como figuras de una nueva izquierda, los comunistas abanderando a Guillermo Teillier, han dejando en segundo plano a leoninos como Cristián Cuevas con más de los necesarios 35 años de edad, pero nadie sabe qué tan amplias puedan ser las primarias del pueblo de Chile, aquellas que se está llamando para marzo y para las cuales recomendaríamos como fecha un primero de mayo del 2009.

Otros hombres que suenan para la lista popular son Nelson Ávila y El ex juez Guzmán, Marcel Claude y el profesor Eduardo Artés, quién sabe si hasta los Radicales enarbolando un radical y masón, con José Antonio Gómez, se atreven a dar un paso al lado izquierdo.

Nos preguntamos quienes serán los hombres que con programa popular, el pliego del pueblo y su llamado a entrar en estado de asamblea constituyente al año de asumir, compromiso en mano, serán capaces de participar de esta primaria para valientes.

¡Atención! que no se trata de electoralizar todo, no se busca sólo Presidente, si no traspasar el poder a la Ciudadanía que pueda ser partícipe del proceso de un nuevo contrato social, la redacción de una Nueva Constitución.

Ardua tarea para neófitos de la polis, simples mortales que nos organizamos para dar la batalla por la vida. Millones de chilenos y chilenas de la mayoritaria clase trabajadora asalariada de regiones y la capital, explotados(as) que ya sabemos lo que representa Piñera y lucharemos por educar a esa idiosincrasia que por “tirarse el peo más arriba”, se define por la derecha, sin saber lo que encierra su doble ética.

Estamos a tiempo Chile querido, de torcer la mano al destino.

lunes, 8 de diciembre de 2008

LOS DEMOCRATICOS EN PLENA CRISIS

x Fesal Chain

El escenario político electoral se muestra relativamente ordenado, a pesar de los movimientos maniacos de los partidos y los precandidatos y candidatos. Aunque para la concertación y la izquierda se confirman los elementos de crisis profunda. El pinochetismo y el transformismo de la derecha llevan a Piñera y eso será así hasta la confrontación presidencial. El neo liberalismo de derecha ya tiene su candidato, su programa y organización y está en campaña hace bastante tiempo. 


La Des concertación

Tal como lo afirmara en mi artículo "El liderazgo de Ricardo Lagos", "el escenario que generó Lagos (...), fue de una mayor confusión y desorganización en la concertación. (...) Creó una verdadera paradoja entre su tratar de ordenar el escenario y las consecuencias de sus palabras. Así en un solo acto del lenguaje, no logró ni su liderazgo ni ser el ordenador, ni la unidad de la coalición, para finalmente desistir de su candidatura. Así la concertación, no tiene propuesta nueva que ofertar: ni programa, ni estrategia, ni organización, ni candidato único. 

El neo liberalismo de izquierda y la izquierda histórica en las alturas

Por otra parte surgen intentos de liderazgo desde el neo liberalismo de izquierda o desde el populismo socialista, ya un tanto marchitos. Insulza que claramente no logrará ser el candidato único, ni por secretaría, ni por primarias al igual que José Antonio Gómez del PRSD. Arrate con una propuesta claramente deslegitimada en el seno de la concertación, con su ampliación hacia la izquierda comunista y extra parlamentaria y la propuesta de creación de un conglomerado nuevo con una propuesta programática ya esbozada en el documento que firmaran comunistas y socialistas y pepedés antineoliberales hace algunos meses atrás, en donde entre otras afirmaciones se pretende rescatar el primer programa incumplido de la concertación. Por otra parte Navarro y su movimiento MAS, que valga la redundancia, a lo más es un saludo inicial de una propuesta pretendidamente desde la base y desde un socialismo antineoliberal en ciernes. 

Ahora bien, la cuestión es clarificar el escenario real, más allá de las declaraciones de los actores.El lenguaje no es la realidad aunque pretenda configurarla y la política de los partidos y actores no son los manifiestos y la retórica, sino los actos presentes y futuros y su historia. 

Pretender creer que los mismos políticos concertacionistas desde dentro, desgajados o a punto de desgajarse del bloque oficialista podrán levantar una alternativa distinta a lo que se ha hecho en los últimos 20 años, es ilusorio. 

Arrate por mucho que se declare crítico al sistema, fue Ministro de la concertación y antes fue el delfín del padre de la renovación socialista, Carlos Altamirano, un díscolo permanente, pero que a la hora de saber cuantos pares son tres moscas, siempre se alineó a la concertación tal cual la conocemos. Los firmantes del famoso manifiesto crítico son todos personeros de la concertación, actualmente militando y comunistas de la cúpula que levantaron su Pacto Por Omisión fracasado en la práctica, si uno analiza los datos duros. Navarro aunque se rebele frente al establishment, ha declarado a los cuatro vientos su lealtad al gobierno neoliberal de Bachelet hasta sus últimos días de ejercicio. Con respecto al PC su propuesta más allá de ahistórica, lo que avala es la autopercepción y el autoreconocimiento de su derrota como partido eje y generador de una política de izquierda antineoliberal y autónoma.

Así el escenario de alternativas de izquierda a la concertación se constituye desde ella, y va desde el despliegue de elementos aún presentes en ella , como el arratismo en una incipiente alianza con la izquierda histórica del PC que pretende convencer a sus militantes y convencer al país de que estamos en el mismo escenario del Frente Popular y que lo único válido políticamente hoy es detener a la derecha y no construir alternativa, hasta cuadros desgajados recientemente que también plantean una estrategia similar a Arrate y que más allá de los discursos desde ya incoherentes (salirse de la concertación y apoyar a Bachelet) habrá que ver como se emplazan realmente. 

Pero lo más grave de la crisis y lo triste de esta historia, es que todo este movimiento inicial tanto del neo liberalismo de izquierda como de los supuestamente críticos, queda anulado desde sus inicios por los mismos actores. Hablando claro, ¿Para qué tanta parafernalia de la izquierda neoliberal de Insulza y Gómez y de la izquierda supuestamente crítica, la arratista, la navarrista y la teillierista, si al fin y al cabo ya todos sabemos su libreto: que terminarán subsumidos al freísmo los primeros y llamando a votar por Frei los primeros y los segundos, para parar al pinochetismo?¿Es esa la tremenda alternativa de izquierda en Chile, jugar a una supuesta autonomía o a criticar duramente, para terminar apoyando a lo que se critica? 

El Freismo

Frente a la izquierda concertacionista y extraconcertacionista como un todo, se levanta la alternativa de Frei, que tiene un liderazgo propio y favorablemente para él y sus cuadros, superior a la desgastada DC, el partido más golpeado de la coalición, no sólo electoralmente sino política e ideológicamente. La DC y no es misterio, ya no es alternativa de cambio para nadie, sino un partido en decadencia por más que sus actores pretendan lo contrario.

Un balance inicial

El auto denominado progresismo en su conjunto, ha sucumbido a su propia historia e inconsecuencia, al tratar en 20 años de administrar el modelo neo liberal y se encuentra hoy en el marasmo. Su única carta es el caudillo de un partido desmoronado y una coalición desintegrada que siguiendo la lógica de que no se hará en el futuro lo que no se fue capaz de hacer en el pasado, representa más de lo mismo, pero esta vez en las peores condiciones de gobernabilidad futura. Y la izquierda extra concertación, además de caer a niveles bajísimos de apoyo popular desde 1973, caerá además en la ilegitimidad de apoyar primero a líderes críticos y desgastados que provienen de la misma concertación y lo más grave sucumbirá en la derrota ideológica y probablemente electoral, cuando apoye a Frei en la segunda vuelta. 

Algunas conclusiones, Marx, el pueblo y el partido comunista

Los democráticos burgueses y pequeño burgueses y los democráticos populares no dan pie con bola. Y la explicación es simple, no es como dice Ricardo Nuñez una cuestión de ordenamiento interno para no autoinflingisrse una derrota histórica. Eso sería simplista. El problema de los democráticos, de todos, es que durante 20 años han insistido en comandar la sociedad chilena con un programa neo liberal y su administración del modelo es actualmente ineficiente e ineficaz. No basta comparar el período concertacionista con la dictadura y enarbolar éxitos. Ese es un ejercicio de auto engaño y engaño al pueblo en su conjunto. Si la concertación no hubiera sido capaz de al menos optimizar el modelo pinochetista, que entre otras cosas pudo hacer por la existencia del mismo, no habría durado ni siquiera un período presidencial. 

Y al respecto, no debemos nunca olvidar a Marx quien, con otras palabras, afirmara que cuando las relaciones sociales (de producción) son un freno al desarrollo de las fuerzas productivas, se abre un tiempo de revolución social. Usando básicamente la misma lógica de las cosas, Pinochet cumplió un ciclo de vida política, cuando su dirección comenzó a frenar el desarrollo de las fuerzas productivas del modelo neo liberal de derecha. Hoy el progresismo en su conjunto y la izquierda histórica, que paradojalmente se alía a la concertación en plena crisis de dirección política, comienzan a perder el poder político y la dirección del modelo de neoliberalismo de izquierda, cuando son en efecto un freno al desarrollo de las fuerzas productivas del mismo. 

Lo que está claro hasta ahora, es que el bloque hegemónico está en una crisis terminal, que su dirección política del modelo está agotada y que el pueblo en su conjunto, ilusoriamente comienza a avanzar junto a la alternativa del neo liberalismo de derecha. Lo que está sucediendo hoy es reponsabilidad de la concertación en su conjunto, de los sectores críticos y del partido comunista. cada uno por razones distintas, los primeros por su obstinada vocación neo liberal, los segundos por su desgaje populista que en ningún caso será la construcción de una alternativa radicalmente distinta a los primeros.

Y los últimos, la izquierda histórica, será responsable de que la derecha gane con amplia base social, por su nefasto diagnóstico de la situación política nacional, de creer que se puede avanzar con el neo liberalismo de izquierda y los socialistas populistas, para golpear al neo liberalismo de derecha y así construir una plataforma autónoma de los populares y una alternativa de cambios. 

Al respecto, el partido comunista, desgraciadamente emplaza una estrategia errada, que lo único que hace es abandonar a las masas a su suerte, con esta subsumisión a los populismos y al bloque social demócrata neo liberal, tal como lo plantié en el artículo "Porqué estamos en una coyuntura crítica": El abandono del partido comunista de las tesis antineoliberales generarán un abandono completo de la izquierda histórica de un programa y una estrategia popular de salida al capitalismo neo liberal y lo que es más grave, un abandono completo de los sectores sociales críticos al neo liberalismo y empujará a millones del mundo popular a ser, por una parte meramente ciudadanos, que a lo más podrán elegir entre dos modelos de neo liberalismo, que sólo se diferencian por sus comandos o destacamentos, y por otra parte a ser una masa informe fuera del sistema político-electoral, no sujeta ni a conducción ni a representación ni a la construcción de un poder autónomo de la élite.

martes, 2 de diciembre de 2008

¿La Izquierda hoy?


Por Alejandro Lavquén

José Saramago, escritor, premio Nóbel e histórico militante comunista, ha dicho que hoy la Izquierda “no piensa ni actúa”. Que le falta coraje para enfrentar los desafíos actuales. No es el primero que realiza una crítica de este tipo, o con similares conclusiones. Desde la caída del muro de Berlín y fragmentación de la Unión Soviética, la Izquierda entró en un período de crisis del cual no ha podido sobreponerse. Los partidos comunistas, que siempre marcaron presencia esencial en los procesos sociales por su capacidad de organización y disciplina interna, hoy prácticamente han desaparecido en muchos países, y en otros tienen una presencia mínima. Por su parte, los partidos socialistas han tomado el rumbo de la social democracia o derechamente se han encaminado hacia la reacción, aunque en su discurso intenten disimularlo.

En mi opinión, me parece que el análisis de Saramago es un enfoque desde un punto de vista más bien europeo, pues en Latinoamérica la Izquierda ha logrado dar una batalla más eficaz que sus pares del viejo mundo. Se han podido levantar propuestas en ese sentido, incipientes e inciertas si se quiere, como el proyecto bolivariano o los procesos en Ecuador, Paraguay, Argentina, Brasil o Bolivia, todos definidos de izquierda, pero por verse en el tiempo si lograrán su consolidación. Sería importante eso sí, definir claramente qué se entiende hoy por Izquierda. De lo contrario se produce una situación de conceptos paralelos que jamás podrán dialogar ni encontrarse, como es necesario que suceda para poder edificar un proyecto realmente unitario.

En el caso de Chile, la Izquierda no se recupera del descalabro que significó la dependencia dogmática de la Unión Soviética. Le ha costado encontrar referentes y el nivel de debate ideológico debe ser el peor de su historia. Siempre me he preguntado si a sus dirigentes les interesa dar ese debate con la amplitud que requiere. Sin censuras y con autocrítica real. Desde sus inicios como república, Chile se ha caracterizado por el caudillismo en política, y los dirigentes de los partidos actúan con esa lógica. Mientras existan dirigentes dogmáticos, faltos de autocrítica y sin comprender los cambios que se han dado en el mundo, la izquierda chilena permanecerá en el marasmo. En los hechos, hoy sólo el partido Comunista mantiene una estructura orgánica capaz de emprender desafíos políticos mayores, pero lamentablemente ha perdido su capacidad de desarrollar políticas de masas y ha preferido los pactos con la Concertación para intentar obtener, en las próximas elecciones parlamentarias, dos o tres cupos. Derecho que no cuestiono en absoluto, pero me causó asombro, por ejemplo, ver en las pasadas elecciones municipales a altos dirigentes comunistas apoyando a candidatos como Álvaro García, ex ministro de economía de la Concertación, un neoliberal de tomo y lomo, que además estuvo cuestionado por manejos poco claros. Es decir, se apoya a personajes que jamás implementarían políticas sociales como las que propone la Izquierda, por el contrario.

Por otro lado, tampoco queda claro las instancias de lucha, y surgen preguntas de sentido común: ¿Son válidas aún todas las formas de lucha? ¿Cuál es hoy la táctica y estrategia revolucionarias? ¿Cómo se integrarán a la lucha social los movimientos marginales, que tienen más adeptos que militantes los partidos políticos de izquierda? En fin, todo eso se debe discutir, son muchas las interrogantes. Para que esto ocurra debe existir voluntad por parte de quienes están en condiciones de generar los espacios necesarios y facilitar la infraestructura. También está el problema de los dirigentes apoltronados que no quieren recambio en las direcciones partidarias o sindicales, a menos que pongan a sus incondicionales en los puestos que dejan. No son pocos a los cuales el libremercado les acondicionó el esfínter.

Pienso que deberíamos comenzar por reescribir el Manifiesto Comunista, obviamente manteniendo las ideas centrales, pero adecuadas a la época. Y no estoy siendo sacrílego, ya Marx y Engels, en el prólogo a la edición alemana de 1872, dejaban una ventana abierta para este proceso. El manifiesto no es la Biblia, sino que debe ser releído y analizado con las herramientas que nos otorga el materialismo dialéctico y las ciencias sociales e históricas más desarrolladas. Un día se lo propuse a un dirigente pero, tras escuchar mi planteamiento, quiso arrebatarme –de muy mala manera- mi carné rojo, así como un obispo habría querido arrebatar el escapulario a un cura que hubiese osado decir que la virgen María se vería mejor con mini falda.

Y si lo pienso bien: deben ser bellas las piernas de María.




martes, 25 de noviembre de 2008

El pivote de la política es el pueblo

El pivote de la política es el pueblo. Ya sea que se le denomine soberano, ya sea se le denomine movimiento de masas, poder popular, movimiento social, movimiento popular, pobres del campo y la ciudado o proletariado. El pivote es el pueblo si queremos hacer una política real.  Lo que no se entiende tantas veces es que si se hace política palaciega, política de mero diálogo desde la clase política, ya sea de componendas o de relativa discordia, sin considerar al soberano, lo único que se hace es erradicar de la política al pueblo y por tanto dejar a los grupos sociales, a las clases y a la nación completa sin política real de transformación. Entonces, a veces el error lógico de los que analizamos la política y que la hacemos, es complejizar demasiado este principio fundamental. El pivote de la política es el pueblo y no hay política sin él o termina agotándose en breve espacio y tiempo, transformándose en administración pública y consensos con los dominantes. Cuando he afirmado una y otra vez que los partidos políticos  chilenos están en las alturas y se han olvidado del pueblo, lo que afirmo una y otra vez, es que los destacamentos y representaciones, por una parte, ya ni siquiera representan, y es cosa de observar la crisis de representación del sistema electoral, y por otra, menos convergen y participan junto al pueblo en los territorios sociales y políticos del mundo popular en su conjunto. Los partidos  no construyen desde el mundo popular, ahí en el trabajo territorial. Que los partidos de la izquierda histórica se hagan presentes en los sindicatos y en las marchas de los sectores sociales postergados es una expresión muy básica, muy corporativa de la política popular y de masas. Es el acompañamiento casi oportunista del movimiento social en la lucha por mejoramientos parciales. Lo que falta es una política. Es decir una relación orgánica, territorial y sectorial entre las expresiones del pueblo y los partidos políticos de la izquierda y un programa y estrategia con vocación de poder. Esto tan simple y tan evidente, la política de elite lo ha dejado en el baúl de los recuerdos y casi no se habla de esto en ninguna parte. Quizás este artículo breve debería preceder a todo aquello que he escrito al respecto, para esclarecer el fundamento de mis artículos. No es más que la consideración fundamental que la política nace y se desarrolla sólo y sólo si, si es expresión del soberano y se profundiza si el soberano, el pueblo o como se le quiera llamar hace su política y no aquella que los partidos dictan en las alturas del diálogo, la negociación y la negación del pueblo como soberano. Así que más valdría que los distintos destacamentos empezaran a pensar y actuar en conformidad al principio fundante de la política, que no es sino la conformación del poder del pueblo para gobernar su destino y hacer la política, la única posible, la que se asienta en las necesidades y sueños del soberano y no en los intereses de una casta divorciada de las reales aspiraciones populares. 

domingo, 23 de noviembre de 2008

El traje nuevo del emperador

Por Pía Montalva / La Nación
Puntada sin hilo


"Toma toda una vida llegar a ser un hombre universal". La frase pertenece a Ricardo Lagos. Abre el texto que escribe y publica en homenaje a los ochenta años del escritor mexicano Carlos Fuentes, luego de informar que no seguirá deshojando margaritas porque, ahora sí, está disponible para competir por la Concertación en las próximas elecciones presidenciales. Según la propia definición de Lagos la universalidad no se busca, simplemente llega. Ocurre cuando se ha llevado una existencia cosmopolita que se forja residiendo en lugares diversos y cultivando una identidad no excluyente.

El esperado anuncio no se emite en la provincia. Al igual que los niños encargados a la cigüeña por nuestras abuelas o los últimos gritos de la moda, que dieron que hablar durante casi todo el siglo XX, la novedad llega directamente desde París. Más específicamente, proviene de un café ubicado en el barrio Trocadero, cerca de la Tour Eiffel, símbolo universal de progreso, erigido cien años después de la revolución francesa, con ocasión de la también universal Exposición de 1889. Es la siutiquería PPD que de un tiempo a esta parte rodea al candidato.

Hubo una época en que "don Ricardo" se vanagloriaba de sus orígenes mesocráticos y de una cultura familiar marcada por la sencillez. A nadie se le habría ocurrido formular gratuitamente juicios estéticos sobre su look o mencionar la marca de sus trajes. Porque los espléndidos ternos Andreoli, hechos a medida con los mejores materiales italianos, apenas se dejaban ver. El cuerpo investido, el poder, el proyecto político emergían indiferenciadamente. Como el mejor de los sastres, Lagos conocía y manipulaba a la perfección cada detalle de su indumentaria. Nada de asesores de imagen. Puro instinto. El resultado generaba un efecto tan potente que le creíamos el cuento ese de que encarnaba la República. Particularmente cuando vestía de azul. Austero y todo, a pesar de su antigua filiación radical, el hombre se cuidaba del negro funcionario.

En estos días Ricardo Froilán Lagos Escobar, el "Presidente fundador", estrena inéditos e invisibles ropajes. Imitando al emperador de Andersen encabeza una procesión con la complicidad de su tienda política que insiste en perfilarlo como un líder internacionalizado, capaz de generar "ideas y actitudes nuevas". Los trajes Andreoli han sido despojados de su condición de fetiches, superados entre otras cosas por el nada glamoroso Transantiago. Por eso el pueblo no para de cuchichear: "Pero si va desnudo".

jueves, 20 de noviembre de 2008

Decir....Derrotamos a la dictadura sólo con un lápiz... es un insulto a la memoria histórica


X Miguel Lawner 

Esta es la presentación que hiciera Miguel Lawner, el 21 de octubre en la Biblioteca de Santiago, en el lanzamiento del libro de Tita Friedmann, "Mi hijo Raúl Pellegrín, Comandante José Miguel", de Editorial LOM.

Necesitábamos un libro como el que nos entrega Tita Friedmann. En estos largos años de lo que hemos conocido en Chile como la transición, demasiadas verdades se han conocido a medias, otras han tardado demasiado en conocerse, y aun persisten versiones maliciosamente tergiversadas sobre numerosos hechos o personas que exigen un necesario esclarecimiento.

La historia del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, sus orígenes y desarrollo, es una de estas asignaturas pendientes, y el libro que hoy comentamos, es una gran contribución para el restablecimiento de la verdad.

Se trata del relato conmovedor de una madre que describe la corta vida de su hijo: Raúl Pellegrin Friedmann , fundador del FPMR, adolescente con 15 años de edad al momento del golpe militar del 11 de Septiembre de 1973, y que cayó asesinado quince años mas tarde, mientras encabezaba dicho destacamento popular.

Con Tita Friedmann nos une una larga amistad, compartiendo ideales y el noble oficio de arquitectos. Los dramáticos episodios acontecidos en nuestra existencia, no han quebrado una relación, que se conserva tan sólida como hace ya unos sesenta años.

Pertenecemos a la generación que ingresó a la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Chile, en los años posteriores al fin de la Segunda Guerra Mundial, motivados por la ola progresista que cubrió toda la humanidad, como consecuencia de la derrota inferida al nazismo, y en particular por el rol de la Unión Soviética en dicha conflagración. La superioridad del socialismo parecía indiscutible, y las más altas figuras de la cultura universal adherían a los Partidos Comunistas en todo el mundo, también en Chile.

En nuestra Escuela de Arquitectura, el movimiento estudiantil había impuesto una profunda renovación de los planes de estudio: la Reforma del 46, caracterizada por su alto contenido social. Ingresamos a la Jota y después al Partido Comunista un gran número de estudiantes, varios de los cuales además contrajimos matrimonio, entre ellos, la Tita y Raúl Pellegrin Arias, conocido familiarmente como el Pollo; su hermana: Ety y Pablo de Carolis; el Maco Gutiérrez y Betty Fishman; Carlos Albrecht y Yolanda Schwartz; Pedro Iribarne y Sonja Friedman; Ricardo Tapia Chuaqui; Pancho Ehijo; Sergio González; Alejandro Rodríguez, Sergio Bravo Ramos, que mas tarde derivó al cine, Moisés Bedrack, y nosotros dos con mi compañera, Anamaría Barrenechea, sin mencionar a tantos de las generaciones que nos sucedieron.

Es difícil concebir una amistad tan estrecha como la que se generó en este lote. Fernando Ortiz nos bautizó como la aldea, porque siempre llegábamos apatotados, ya sea a las asambleas de la Fech, como a las fiestas, al cine o a los paseos.

Destacamos en nuestros estudios y más tarde en el ejercicio profesional, conservando siempre a lo largo de los años, los ideales asumidos en la juventud. Nunca separamos la arquitectura del compromiso social.

Nos formamos políticamente en los años de la represión de González Videla. Bajo la conducción de Ricardo Fonseca, de Galo González y Luis Corvalán, el partido nos hizo personas de espíritu abierto, unitario, desprovistos de sectarismo, lejos de la caricatura que suelen atribuirnos.

Tuvimos el privilegio de ser protagonistas en los 20 años de crecimiento del movimiento popular en Chile que culminaron con el triunfo de Allende, y casi todos fuimos distinguidos con altas responsabilidades en su gobierno.

Esas fueron las familias cohesionadas en cuyo seno se criaron nuestros hijos. Nacieron rodeados de ideales, del amor y la solidaridad. 

Raúl Alejandro Pellegrin Friedmann es uno de ellos. La mayoría ingresó a las Juventudes Comunistas de Chile y a muy tierna edad cumplieron tareas políticas. Se unieron a las brigadas muralistas, o cargaron sacos de harina durante los paros sediciosos contra el gobierno de la Unidad Popular. Raulí -como lo llamaba Tita-, endureció sus tiernas manos cosechando tomates en las jornadas de trabajos voluntarios.

El golpe militar en Septiembre del 73 acabó de cuajo con el proceso excepcional que encabezó Salvador Allende. Nuestros hijos vieron frustradas sus expectativas en plena adolescencia. Les cercenaron su futuro. Algunos perdieron a sus padres, la mayoría se quedó sin estudios y sin país 
La casa de los Pellegrin Friedmann fue allanada brutalmente, siendo destruidos utensilios, mobiliario o inofensivos objetos domésticos por lo cual la familia debió refugiarse en la Embajada de la República Federal Alemana. Una vez en su interior, el niño les expresó a sus padres muy seria y categóricamente:

“No quiero que me digan mas Raúl ni Raulito. Desde ahora soy Alejandro para siempre” Afirmación que resultaría una suerte de presagio. 

La familia se estableció en Frankfurt -Am- Main. Durante tres años, Alejandro se entregó con pasión a las tareas de la solidaridad internacional y formó el conjunto Víctor Jara, entre otras múltiples actividades. Allí confirmó las condiciones de líder que ya había puesto en evidencia durante su infancia. Tita nos recuerda que la profesora de música Luz Albert del colegio La Girouette, donde Raúl cursó la educación básica se refirió a él en esta forma:

Hay niños a los cuales se les puede presentar cualquier materia: dóciles, receptivos. Raúl, en cambio, hacía que uno preparara la clase a nivel de Raúl Pellegrin. Era súper activo. Era listo para cuestionar o proponer variaciones con un alto poder de encantamiento, súper inteligente era Raúl.

A su vez, Chela, su profesora de castellano sostiene lo siguiente: 

Para los profesores es difícil recordar a todos sus alumnos, especialmente cuando el trabajo ha sido por más de treinta aсos. Desde el comienzo me impresión у Raúl Pellegrin. Era pequeño, pero sobresalía en todas las actividades que realizábamos. Improvisábamos los experimentos y nos divertíamos. Recuerdo que el curso estaba constituido por alumnos muy diferentes, lo que me hacía difícil a veces, atender a niсos como Raúl, más inteligentes e interesados.

Su compañero de educación secundaria en la Alianza Francesa, Benjamín Galemiri lo recuerda así:

Nunca pasé mejores y más vibrantes momentos que junto a Raúl, por su desarmante sentido del humor, el humor de las palabras con las que jugábamos todo el día. De alguna manera formábamos una especie de dupla humorística tipo hermanos Marx, ya que, a nuestra manera hacíamos la revolución de las palabras, que es la que yo seguí en mi vida. Raúl tenнa libertad de reírse de medio mundo porque era un genio. Todo se le estaba permitido gracias a su fascinante luz interna. Era un huracán en matemáticas, en física, en química, en todas aquellas materias más duras.

Las posibilidades de trabajo y de estudio en la República Federal Alemana no fueron fáciles para la familia, y a fines de 1976 optaron por trasladarse a Cuba, país donde los esperaban de brazos abiertos ya que Raúl y Tita habían respondido al llamado de la revolución en 1960, cuando la emigración masiva de profesionales, obligó a recurrir a la solidaridad internacional para cubrir los programas del nuevo régimen. Cuatro años habían permanecido entonces en la Isla, y su retorno doce años más tarde resultó como volver a casa.

Al arribar a Cuba, el joven Pellegrin, con solo 18 años a cuesta, no vaciló respecto a su futuro. Con la complacencia del padre y la ignorancia de su madre, se incorporó de inmediato a la formación militar, junto a otros chilenos llegados a la Isla en calidad de exiliados políticos.

Estudió allí hasta 1979 en la Escuela Internacional de Armas General Antonio Maceo, con la misma tenacidad con que asumió todas las responsabilidades en su corta vida. Un compañero de carrera, Rafael Muñóz lo retrata así:

Su inteligencia y modestia en imponerse por lógica le daba gran autoridad. Siempre estaba pensando más allá del momento que vivía. Tenía el respeto ganado por la autoridad que imponía con argumentaciones. Se tomaba el tiempo que fuera necesario para transmitir sus ideas. Era el único que tenía la capacidad de líder y jefe por sobre los demás. Para él no era preocupación el poder. Mas que un jefe, era un líder.

A mediados de 1979, Fidel Castro reunió al contingente de militares chilenos preparados en Cuba y les planteó la necesidad de apoyar al Frente Sandinista en los combates decisivos que tenían lugar en Nicaragua. El joven Pellegrin se incorporó al frente de batalla con el nombre de Benjamín, y vivió en plenitud la felicidad del triunfo, contribuyendo a organizar el nuevo ejército de una revolución victoriosa, como lo afirma Miguel, uno de sus compañeros de lucha.
 
Raúl Alejandro retorna a Cuba ya experimentado en combates y es en 1980 cuando la situación que se vive en Chile define su próximo destino.

La dictadura chilena se afianza después de haber destruido la democracia, y busca institucionalizarse convocando en 1980 a un plebiscito destinado a aprobar una nueva constitución, referéndum que tendrá lugar sin registros electorales y sin mesas receptoras de sufragios sometidas al control popular.

El resultado es previsible, y el 11 de Septiembre de ese año, Pinochet anuncia la aprobación mayoritaria de una constitución que le asegura al menos otros 10 años de mandato.

Resultaba evidente que para poner fin a la dictadura no bastaban las formas tradicionales de lucha. En una histórica reunión efectuada dos meses más tarde en Estocolmo, Luis Corvalán invoca el derecho del pueblo chileno a la rebelión. Declara lo siguiente: 

El pueblo sabrá descubrir en la lucha las formas específicas de expresión de su proceso democrático y revolucionario dando paso, seguramente, a los mas variados mйtodos que ayuden a desarrollar el movimiento de masas, aislar a la tiranнa, aunar fuerzas, abrir perspectivas de victoria. Es el fascismo el que crea una situación frente a la cual el pueblo no tendrá otro camino que recurrir a todos los medios a su alcance, a todas las formas de combate que lo ayuden, incluso a la violencia aguda, para defender su derecho al pan, a la libertad y a la vida (1)

Estuve presente en el encuentro de Estocolmo y confieso que todos los presentes quedamos conmovidos, respaldando el mensaje con una ovación inolvidable. 

El planteamiento formulado por Corvalán contó con el respaldo unánime de la izquierda. Clodomiro Almeyda, Secretario General del Parido Socialista afirmó poco después en Madrid que ...se abandonan las ideas aperturistas, y se da paso a la lucha insurreccional.(2)

Por su parte, el Presidente del Partido Radical, Anselmo Sule, declaró en México que ...ya hay consenso en que el derecho a la rebelión es un derecho que se ha ganado el pueblo, y que la lucha amada, como parte de una lucha total, es también una forma de rebelión, aunque no la única.” (3)

También el Mapu, el Mapu Obrero Campesino y la Izquierda Cristiana manifestaron su respaldo a esta política.

Este es el verdadero origen del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, que nace bajo iniciativa del PC chileno, como brazo armado de la resistencia contra la dictadura.

Raúl Alejandro ingresa clandestino a Chile a mediados de 1983, encabezando un contingente de combatientes del Frente. Ahora su apodo es Rodrigo, y mas tarde será José Miguel.
En el país se han iniciado las protestas poniendo en jaque la capacidad represiva de Pinochet, que hasta entonces parecía invencible. La presencia del Frente intensifica el nivel de las protestas, surgen las barricadas, las fogatas, los apagones que la población aplaude alborozada.

Hacia fines de 1985 tambalea el dictador. En la protesta de Octubre de ese año, el propio Pinochet aborda un helicóptero para constatar por sus propios ojos la magnitud del alzamiento popular. El Mercurio titula al día siguiente: Santiago aislado por un cinturón de fuego. Las protestas cubren ya todo el contorno de la capital. De Arica a Magallanes resuenan las cacerolas.

En 1986, considerado por nosotros el aсo decisivo, dos acontecimientos marcarán el rumbo de las acciones. El atentado a Pinochet que pone al descubierto la capacidad operativa del Frente, y el descubrimiento de los arsenales introducidos clandestinamente en Carrizal Bajo.

Previendo un desenlace incontrolable, y alarmado por la magnitud alcanzada por las protestas en Chile, el Departamento de Estado de los Estados Unidos presiona al dictador para llegar a un acuerdo que garantice la estabilidad del modelo vigente, al mejor estilo gato pardo, y cambia a su embajador para facilitar la imposición de una nueva estrategia. Además, el cardenal Fresno se suma a estos planes y propicia el llamado Acuerdo Nacional.

Con el transcurso del tiempo, tienen éxito las tentativas por dividir a la izquierda, y un sector importante se suma al Acuerdo Nacional que establece -de hecho- el reconocimiento de la constitución pinochetista, aceptando la concurrencia al plebiscito convocado para 1988.

Ya sabemos la historia. El 5 de Octubre de ese año triunfa el No y a pesar de la obstinación del tirano por desconocer el veredicto de las urnas, las presiones internas e internacionales lo obligan a aceptarlo, pactando los términos de la transición que todos conocemos. 

El curso de los acontecimientos ha erosionado las relaciones del Partido Comunista y del Frente, que nunca fueron de comprensión total, y en 1987 se produce la ruptura separándose del Partido un sector importante del rodriguismo encabezado por Raúl Alejandro.

Por uno y otro lado se cometieron errores y en definitiva, las masas buscaron espontáneamente un camino unitario, no insurreccional.

El Partido convoca a sus militantes a inscribirse en los Registros Electorales, a fin de asegurar el triunfo de la opción No en el plebiscito.

El libro de Tita nos cuenta que su hijo Raúl, junto con la colaboración de un reducido número de cuadros, fue consolidando un pensamiento propio que él mismo definiría como “El rodriguismo es la aplicación del Marxismo Leninismo a las realidades de Chile” Así nacieron dos documentos: el “Rediseño político Interno” y “Estrategia de la Guerra Patriótica Nacional”.

Según otro de sus compañeros -el Chino Rojas-, Raúl Pellegrin, sabía que por el camino que se estaban dando los acontecimientos en 1988 se iban a perpetuar en nuestro país la dictadura y principalmente su sistema.

Él quiso atravesarse en ese camino y no se equivocó en lo medular: el diseño de un país nacido en dictadura con matices y remiendos.

Es conforme a la estrategia de la Guerra Nacional Patriótica que el Frente lanza a fines de Octubre de 1988 -días después del plebiscito- el ataque al cuartel policial de Los Queñes, concebido como una operación de propaganda armada, que concluye con la muerte de Raúl Pellegrin y de su compañera Cecilia Magni.

El resultado de la acción en Los Queñes, y la caída del Número Uno de la organización, terminaron por abortar casi desde su nacimiento, la estrategia de enfrentar a la dictadura en todos los terrenos. 

Permítanme acá expresar una disgresión personal al margen del texto que estamos comentando.
Han transcurrido veinte años desde que ocurrieron estos sucesos y aun está pendiente un análisis serio y reflexivo de las causas que motivaron la ruptura del frente con la organización política que impulsó su creación.

Es indiscutible que las cosas se manejaron mal ya que el Partido apareció abandonando a su propia suerte a un destacamento admirable. A jóvenes que se jugaron la vida para contribuir a que todos nosotros podamos hoy disfrutar de nuestros derechos más esenciales.

El deber de todo revolucionario es procesar constantemente el estado de las relaciones sociales, analizando las condiciones objetivas y subjetivas existentes, a fin de definir la estrategia adecuada para cada etapa.

Yo mismo admito, que ya desde comienzos de 1986 comenzaba a constatar una merma sustantiva de las movilizaciones sociales. Con ocasión del paro nacional convocado para el 2 y 3 de Julio de ese año, el doctor Mario Vidal y yo fuimos encargados de dar el vamos a las protestas programadas en el centro de la capital, y nos encontramos que en el lugar donde antes éramos capaces de reunir varios miles de manifestantes, ahora habíamos congregado apenas unos 200 compañeros.

Algo había cambiado. Ya sea por habilidad de nuestros adversarios o por consecuencia de nuestras propias insuficiencias, lo cierto es que se había modificado la correlación de fuerzas.

Además, la coyuntura internacional estaba lejos de jugar en nuestro favor. Caía el muro de Berlín, uno tras otros desaparecían sin pena ni gloria los países socialistas de Europa, algo mas tarde zozobraba la revolución sandinista, y el neoliberalismo emergía avasallador en todo el orbe.

A estas alturas es fácil ser general después de la batalla: Ignoro los detalles del conflicto PC-Frente, pero percibo que no hubo los esfuerzos suficientes por parte de la Dirección del Partido para retener a todo el rodriguismo, y por otra parte, creo que el Frente se negó a entender los cambios operados en el movimiento de masas, empecinándose en continuar con su línea, no obstante la nueva situación. 

El libro concluye con un relato pormenorizado de la doctora Carla Pellegrin, hermana de Raúl, que investigó pacientemente la verdad de lo ocurrido en Los Queñes. Carla pudo acceder al proceso judicial de este caso: 5 kilos de papeles desordenados que clasificó y seleccionó cuidadosamente. Entrevistó a sobrevivientes y recorrió paso a paso la zona del enfrentamiento, logrando reconstruir la última semana de vida de su hermano, y contribuyendo así al esclarecimiento de la verdad.

El empecinamiento de Carla y de Rafael Walker, ex marido de Cecilia Magni, impidieron que se cerrara la investigación judicial que había sido sobreseída once veces en el curso de 18 años, hasta que finalmente, hace apenas un año, un juez acucioso informó oficialmente, que estaban confesos y encarcelados los torturadores y asesinos de Raúl Pellegrin y Cecilia Magni, el Teniente Coronel de Carabineros Julio Verne Acosta, y el paco Mauricio Bezmalinovic.

Días atrás, con motivo de cumplirse 20 años del Plebiscito del NO, la Concertación recordó este acontecimiento con un magro acto efectuado en el Court Central del Estadio Nacional. Los medios de comunicación prestaron gran cobertura a esta celebración, lo que nos permitió enterarnos de nuevos antecedentes respecto a las tentativas de Pinochet por perpetuarse en el poder.

Varios dirigentes de la Concertación volvieron a ufanarse de haber derrotado a la dictadura sólo con un lápiz.

Esta afirmación es un insulto a la memoria histórica.

Jamás el tirano habría admitido ni siquiera llegar al plebiscito, a no mediar la magnitud que alcanzaron las protestas contra su régimen, en las cuales el Frente Patriótico Manuel Rodríguez desempeñó un rol fundamental. El plebiscito fue solo el corolario de un proceso social incontenible, al que se echó mano como tabla de salvación a fin de impedir un auténtico cambio social.

Los hechos objetivos demuestran que las aprensiones de Raúl Pellegrin tenían fundamento. El tirano retuvo durante varios años el puesto de comandante en jefe del ejército, y mas tarde ejerció como senador vitalicio, Su modelo económico sigue en pié al igual que la Constitución y el espurio sistema electoral binominal, y no ha sido derogada la Ley de Amnistía.

Es verdad que hemos avanzado en el esclarecimiento de muchos crímenes y algunos asesinos han sido privados de libertad.

Todo esto dentro de un cuadro político lleno de ambigüedades, de lo cual es un buen ejemplo el memorial dedicado a Jaime Guzmán, que está a punto de ser inaugurado. Es un homenaje al principal ideólogo de la dictadura, y autor de la constitución que ha sofocado nuestra democracia. Ignoramos si será cierto o no, pero se anuncia la posible presencia de nuestra Presidenta en el acto inaugural.

Destaquemos sin embargo, que los momios no la han sacado barata en este asunto, ya que el movimiento ciudadano impidió que dicho monumento se instalara en Plaza Baquedano debiendo levantarse bajo las polleras de la Embajada de los Estados Unidos, ya que está situado en la Costanera frente a esa sede diplomática. Podría decirse con toda propiedad que el diablo los junta.

Raúl Alejandro Pellegrin Friedmann tendrá algún día el sitial que se merece en la historia de Chile, junto a los héroes que venera nuestra patria. Al igual que Espartaco alzando a los esclavos contra el Imperio Romano; al igual que el guerrillero Manuel Rodríguez desafiando al ejército español, al igual que Salvador Allende defendiendo con su vida la democracia, al igual que Marta Ugarte, que Víctor Díaz, que Jorge Muñoz, al igual que Orlando Letelier, Carlos Prats, Miguel Enríquez y tantos otros compañeros que la historia sabrá honrar. 

Gracias Tita por haber oxigenado la enrarecida atmósfera política con este texto honesto, conmovedor, a ratos dramático, pero necesario para la recuperación de la memoria histórica en nuestro país.

Fuente: G-80

miércoles, 19 de noviembre de 2008

LA POLÍTICA DE LOS POLÍTICOS Y LA POLÍTICA DEL MUNDO POPULAR

Fesal Chain, poeta, escritor y sociólogo.

En un texto muy clarificador que me presto una alumna, titulado Dispersar el Poder, de Raúl Zibechi, se plantea una cuestión central: "La revolución es partera de la historia. La frase de Marx sintetiza una concepción de la revolución que ha sido sepultada por los marxistas. (...) La revolución ayuda al nacimiento del mundo nuevo, pero no es ella quien lo crea. Ese nuevo mundo ya existe, en determinado grado de desarrollo. (Al respecto) reflexiona Marx sobre la experiencia de la Comuna de París: "Los obreros -decía- no tienen ninguna utopía lista para implantar por decreto del pueblo. Ellos no tienen que realizar ningún ideal, sino simplemente dar suelta a los elementos de la nueva sociedad que la vieja sociedad burguesa agonizante lleva en su seno".

Por otra parte Zibechi afirma: "La historia del siglo XX está repleta de partos de mundos que encarnan relaciones sociales "viejas". Este es un hecho dramático que ha traído nefastas consecuencias. En general las revoluciones no han parido mundos nuevos sino que los revolucionarios intentaron construir el nuevo mundo desde los aparatos estatales (...) más allá de la mejor buena voluntad de los revolucionarios, lo cierto es que los estados no son los instrumentos adecuados para crear relaciones sociales emancipatorias".

Y termina: "Desde este punto de vista, lo más revolucionario que podemos hacer es empeñarnos en crear nuevas relaciones sociales al interior de nuestros territorios, relaciones que nacen en la lucha y se sostienen y expanden gracias a ella".

En mi ensayo de la Sociología de la Resistencia afirmo en otras palabras algo similar, por una parte el mundo social actualmente se organiza o da suelta a su existencia independientemente del estado, de manera descentralizada y fragmentaria y también como reacción al estado, que se organiza en una fortaleza central. Estado que es siempre hoy la organización no sólo de los aparatos del poder sino del capital financiero en su conjunto.

Los partidos políticos en el mundo y en Chile son expresiones del estado y no del mundo social. O dicho de otra manera se constituyen internamente desde el modelo estatal y quieren llegar a él, y lo que es más dramático aún que la política de los revolucionarios clásicos, que esto se da cada vez de manera más autónoma con respecto al mundo social. En Chile se ha hecho tan evidente al punto que los partidos en su conjunto acceden al poder estatal sin mediar ni la lucha, ni la participación, ni la votación de las mayorías y al mismo tiempo emplazando sus máquinas internas. Al respecto el padrón envejecido y el binominal son clara muestra de aquello como lo gerontocrático de sus cuadros y estructuras. 

Pero también se ve esto en las estrategias de la izquierda extra parlamentaria que ya no debe acceder a las masas para concursar y ganar, bastan pactos políticos o acuerdos de acceso a las listas electorales de los dominantes para repartirse el viejo padrón y colocar un representante en el poder estatal. Y en casos más reactivos aún, conversaciones de palacio o negociaciones individuales a partir de las máquinas partidarias para colocar funcionarios públicos menores en el aparato del estado.

Por eso que la contradicción principal en el seno de la izquierda extra parlamentaria en Chile, ya no es lucha armada de masas o vía chilena al socialismo. En realidad ni siquiera hay contradicción puesto que la totalidad de sus destacamentos unos más otros menos en su potencia, diseñan y actúan desde la estrategia de la negociación de elite.

No está de más decir que el sistema estatal del capital financiero ni siquiera, como hace 38 años, es un vehículo de ampliación de la participación ni menos de acceso al poder del mundo popular. Y cuando lo fue, sólo disciplinó las energías populares ese dar suelta su organización, de tal manera que anulo la fuerza social y la subsumió a la estrategia de los partidos. Así el intento de revolución en Chile fue abortado, no sólo por la reacción sino por los reformistas en una primera etapa (1970-1973).

Pero también los revolucionarios en el período 1973-1986, en su concepción estadocentrista, al tratar de subsumir la estrategia popular a la mera estrategia de lucha armada de los aparatos militares, nunca trabajaron sistemáticamente lo político de lo social y arrastraron a la estrategia popular a la derrota.

Mirada la realidad así, si el estado fuese un vehículo o un lugar a asaltar, la matriz de pensamiento de toda la izquierda terminaría por ahogar la fuerza social del mundo popular, negando su especificidad o la política de lo social.

Pero como ya no es ni lo uno ni lo otro, dada la construcción de fortaleza del sistema estatal del capital financiero, la izquierda auto derrotada y ciega al mundo social, sólo hace juegos de palacio o desde arriba, en el diálogo con los destacamentos neo liberales de la izquierda y de la derecha o ya ocupó espacios de mandos medios en el poder estatal.

Pero lo social existe y tiene su política que no es la de los partidos en su juego de negociaciones ni tampoco en su juego de maquinas internas. Mientras éstos juegan arriba y despliegan sus maquinas afuera del estado para llegar a él o dentro del estado para incidir, el pueblo despliega su política. Que siempre para los de arriba (hoy la izquierda extra parlamentaria incluida), es otra cosa y no política. Es desorden, espontaneismo, falta de conciencia, abulia, delincuencia, violencia injustificada y vandalismo, anomia para los sociólogos del orden y de la finalidad dada por las elites.

Pero no es así y cualquiera que reflexione desde la práctica popular y observe, se da cuenta que la diversidad de manifestaciones realmente existentes de lo social popular, son expresiones y manifestaciones de organización social, de política propia y de economía popular.

La paradoja del neo liberalismo de izquierda, de derecha y de la izquierda extra parlamentaria (que tiene muy bien puesto el nombre, ya que no está en el parlamento pero tampoco en lo social) es que la construcción sistémica que hacen, genera un poder dual acaso mayor que el del pasado, puesto que no solo lo popular existe y se organiza en distintos planos sino que a su vez por abandono de la elite, de la clase política, va construyendo autonomía.

Con esto no digo que la revolución esta ni siquiera en ciernes, o que el pueblo se moviliza a grandes zancadas, puesto que la revolución o la acción popular a gran escala es un acto político que justamente ayuda al nacimiento del mundo nuevo como sistema hegemónico pero no es él. Lo que afirmo es que dada la dinámica del sistema en su conjunto, de lo político divorciado de lo social y de lo social abandonado y autonómico de manera creciente, el mundo nuevo comienza a tener más cuerpos.

El problema ya no será si existen o no territorios sociales fecundos para el nuevo mundo dominante, sino si la política de los partidos nuevos entiende esto: que sólo es posible que el mundo nuevo en ciernes se haga dominante, si los propios partidos políticos dejan de tener una cultura estadocéntrica y comienzan a ponerse al lado de lo popular como una organización más que facilite, sistematice y traduzca la organización social del mundo popular y su expresión política en ciernes.

martes, 18 de noviembre de 2008

Discusiones Necesarias

x Andrés Zöllner Sánchez

La realidad es que nos encontramos todavía en la prehistoria de la humanización. Por lo tanto, el grado de civilización que hemos logrado históricamente es igualmente prehistórico. Esto no implica que en el nivel civilizatorio actual no existan algunas reglas básicas cuando se trata de este tipo de discusiones.

La discusión de diferentes posiciones es un momento constitutivo del desarrollo del conocimiento, y por eso deberíamos evitar todo aquello que lo impide. Si desde vuestra (la respuesta no esta personalizada) sensibilidad y pensamiento mi cuestionamiento les parece no aceptable, entonces fundamenten una respuesta sin descalificaciones.

Ahora si niegan la existencia del problema y solo les preocupa “no pisar el palito” entonces algunos datos adicionales.

Al interior del JPM el eje PC-IC ha desarrollado en el último tiempo un “acercamiento” a la “Concertación” que es evidente. El “pacto por omisión” solo se explica en el contexto de ese acercamiento. Las diferenciaciones actuales no las comparto. En política todo pacto es político. El pacto por omisión postulaba una cooperación política en un proceso político por excelencia: el proceso eleccionario que determina los “Gobiernos Municipales”. El significado político que esto tiene en el contexto del desarrollo de toda la sociedad chilena se puede discutir. Sin duda la elección presidencial tendría en relación a lo municipal un significado político mayor. Pero en política todo es político. Un claro indicador de esto es justamente el hecho que no pocos personeros de la Concertación así lo expresan: el pacto por omisión compromete el voto en una segunda vuelta presidencial. Algunos dicen claramente que el PC no permitirá que por sus votos gobierne la derecha tradicional. Esta afirmación funciona siempre.

Aclarado esto, la pregunta que yo trato de discutir es como el acercamiento político del eje PC-IC influirá en el desarrollo del JPM. En especial pienso que es de gran importancia discutir en forma transparente cuales son las diferentes posiciones que existen sobre este tema. El problema ya existe y no se puede negar. No se trata de “pisar el palito” se trata de tomar posición frente a un tema de importancia para el desarrollo de un movimiento de izquierda. Da lo mismo si lo que dicen otro corresponde con lo que dice el eje PC – IC, el tema es inevitable.

Si discuto la relación del JPM con la Concertación, no se entiende la crítica de no haberme referido a la derecha. En este contexto solo interesa la derecha como un referente del sistema político y económico actual. No discuto aquí la relación del JPM con la derecha tradicional.
Más me interesa el acercamiento ideológico de la Concertación y la Alianza y como sus discursos en lo económico se parecen cada día más. “Fortaleciendo el desarrollo de mercados “libres” (sin regulación dice el dogma neo liberal) se dispararan dinámicas que regularan el desarrollo hacia la prosperidad y la equidad” son los discursos que a menudo hemos escuchado de voceros de la Alianza y la Concertación. Aquí existe una gran coincidencia. Las diferencias comienzan en la intensidad de las regulaciones que se piensan desarrollar políticamente. Estamos en lo económico frente a dos fuerzas de derecha. Ambas celebran como un logro el crecimiento económico. Ricardo Lagos uso el argumento económico para diferenciarse de la dictadura, destacando que el crecimiento logrado por la Concertación ha sido superior. La Concertación sufre de mala memoria. 

El primer gobierno post dictadura de esa fuerza política marco claramente la diferencia con la dictadura indicando en lo económico de favorecer un crecimiento que seria funcional con la Justicia Social. R. Lagos renovó ese compromiso siendo candidato a la presidencia proclamando “Crecimiento con Equidad”. Las cifras mencionadas solo pretenden demostrar lo que realmente ha sucedido en los últimos 18 años: Chile es hoy más rico que antes. El crecimiento es mayor al logrado por la dictadura en el mismo periodo anterior. Lo que no ha variado como producto del crecimiento económico es la distribución de la riqueza. Por lo tanto la equidad no mejoro (vale indicar que en estas cifras están incluidos todos los beneficios de los programas sociales desarrollados por los gobiernos de la Concertación; pero también hay que indicar que la distribución se mide sin tomar en cuenta las riquezas privadas acumuladas históricamente).

Vale recordar que los conceptos Izquierda y Derecha originalmente diferenciaban a las fuerzas progresistas de las conservadoras. Esta diferenciación implica que las fuerzas conservadoras están dirigidas a que se conserven las estructuras actuales que eternizan los beneficios que solo favorecen a unos pocos. Las fuerzas progresistas a lo menos cuestionan la injusticia social y buscan el desarrollo de sociedades incluyentes. En términos practico lo que persiguen las fuerzas conservadoras es antagónico a las pretensiones de un movimiento de izquierda que justamente cuestiona lo que las fuerzas conservadoras defienden: sus privilegios.

En este contexto es necesario ubicar correctamente en lo que se ha convertido la “Concertación”. Aquí los discursos no valen. Sirven para conocer intenciones. Pero ellos llevan 18 años gobernando, por lo tanto sus intenciones no se pueden leer desde lo que dicen, hay que leerlas desde lo que concretamente hicieron.

Y sin dudas podemos decir que la “Concertación” en los últimos 18 años hizo muchas cosas. Hicieron crecer económicamente al país en forma mas efectiva que la dictadura, pero no lograron mejorar la distribución (por lo tanto la injusticia social es la misma que hace 18 años atrás). La Concertación decidió un camino de integración a la globalización respetando las “recomendaciones” de las instituciones mundiales del neo liberalismo. Decidió poner a economistas neo liberales como ministros de hacienda. Siguió la lógica neoliberalista impuesta por la dictadura en las políticas de privatización. Convirtió el lenguaje del neo liberalismo en el lenguaje de Estado. Todos los jóvenes chilenos, según la Concertación, deberán transformarse en “Emprendedores Proactivos”. La iniciativa privada se confirma como el mecanismo central de desarrollo a pesar que la experiencia vivida nos muestra que eso solo asegura el crecimiento económico pero no la mejoría de la equidad. La Concertación ya hizo suya el concepto de desarrollo del neo liberalismo y lo reduce solo al crecimiento económico. El concepto de la equidad que decide lo que es una fuerza del progreso (del desarrollo) desaparece de la definición de progreso.

En lo económico le derecha tradicional y la concertación han homogenizado sus discursos. Siempre hay matices. Unos son neo liberales radicales y los otros son neo liberales moderados, a pesar que no en pocas situaciones los discursos neo liberales moderados o radicales se escuchan en ambos bloques. La Concertación celebra como progreso el crecimiento y no toma posición frente al problema estructural por excelencia: la concentración. Desde el Bien-Estar de sus cúpulas se han transformado en una fuerza conservadora. No pueden permitir que la calidad de vida lograda para sus grupos familiares disminuya. A nivel subjetivo el Bien-Estar como el Mal-Estar son determinante para la forma como el ser humano actuad sobre el mundo.

Sin duda existen muchos que hoy apoyan a la Concertación, y que desde su inspiración histórica de izquierda piensan estar en lo correcto. Ellos sin dudas podrían ser parte de un movimiento de izquierda. Pero aparecer en la foto con las cúpulas concertacionistas por lo menos borra las necesarias diferenciaciones entre las fuerzas ahí representadas.

El principal argumento esgrimido hasta ahora es logra superar la exclusión que provoca el sistema binominal. Como siempre estamos frente a procesos acumulativos, vale preguntar en el contexto de los próximos procesos eleccionario cual será la postura que tomara el JPM frente a estos y como será el proceso al interior del JPM para dirimir sobre posibles llamamientos frente a la segunda vuelta presidencial. Discutir esto desde ya es lo único que me interesa.

Al insistir en este tema, no es mi intención “hacer pisar el palito” a nadie. Me inquieta constatar que nuevamente se puede producir un debilitamiento del JPM al negarse a discutir lo que es evidente.

La postura del JPM frente a la “Concertación” y los partidos políticos que la componen no es un tema menor.

El PC ya ha manifestado a través de hechos concretos como el llamado a votar por Bachelet el año 2006, cual era en ese momento su posición frente a un gobierno concertacionista. De eso el PC es responsable. Por lo tanto también es responsable, en las proporciones que correspondan, de las políticas que ha desarrollado el gobierno de Bachelet. La decisión de llamar a votar por ella crea una situación de responsabilidad.

Hacer uso de los resultados concretos de las municipales para hacer valer una posición sobre otra me parece peligroso en el frágil proceso de desarrollo del JPM. Las minorías merecen un respeto al margen de la ingeniería eleccionaria.

Es un ejercicio democrático transparentar las posiciones frente a un tema que es de importancia. El JPM tiene que desarrollar una institucionalidad capaz de discutir estos y otros temas de una forma amplia. Finalmente todas las decisiones tienen que sostenerse en esos mecanismos participativos. Coartar la discusión de posiciones diferentes con descalificaciones solo ahoga la “pugna de ideas”. El conocimiento sobre lo que hacemos en política solo se puede desarrolla en espacios en los cuales la “pugna de ideas” esta garantizado.


Fuente: Colectivo LER 

viernes, 14 de noviembre de 2008

Retratos entre Banderas


Tanto escribir, tanto... Pongo en las mañanas letras unas al lado de otras, ideas, razones, tanto escribir, corregir, que cada palabra diga lo que quiere decir.....Pero cuando al levantarme puse estas imágenes regaladas por una mujer sensible y callada, se me cayeron las palabras al suelo, y las ideas volaron al fin. Este es nuestro camino, nuestro amor y nada nos detendrá, nada, ni las mil frases de los otros que no nos conocen, ni entienden ni nos aman, ni los mil fusiles amargos que siempre esperan a la vuelta de la esquina, ni mil millones de votos pagados, esto somos, nada más ni menos, somos la historia chiquita, somos la vida que avanza... Gracias por existir y ser, gracias por darme la oportunidad de estar aquí, junto a ustedes... Un abrazo, Fesal Chain.


Imágenes, emociones y sueños capturados por Solange Allendes. Se observan los rostros de gran parte del equipo que, día trás día, sigue construyendo un lugar único, un espacio mejor para nuestra gente.


jueves, 13 de noviembre de 2008

Ricardo Lagos y su liderazgo

Ricardo Lagos ha realizado este miércoles 12 de noviembre, una declaración al conjunto de la Concertación y también a la izquierda extra parlamentaria, en un intento de liderazgo de la neo liberal izquierda institucional y de la social democracia chilena.

En esta declaración plantea  4 ideas centrales: 

1.- La necesidad de que la coalición gobernante tenga nuevas  ideas, propuestas y objetivos a partir de los avances y metas ya logradas.
2.- El tener una coalición ordenada que actúe con cultura de gobierno y lealtad. Disciplina y lealtad de quienes representan la coalición tanto en el gobierno como en el parlamento. 
3.- El carácter siempre supra-suprapartidario del Presidente de la República como jefe de la coalición para que pueda en torno a ideas y valores acordados y compartidos impulsar con eficiencia las tareas de gobierno. 
4.-  Incorporar a las nuevas generaciones dándoles todo el espacio que deben tener en el diseño del futuro y ampliar la coalición a quienes desean una conducción de progreso y de mayores oportunidades.

En relación a los contenidos del punto uno, plantea en síntesis: 

1.- Un crecimiento basado cada vez más en el desarrollo de un sistema de innovación en ciencia y tecnología. 
2.- Una sociedad de garantías que progresivamente cubra de manera adecuada las exigencias de todos los chilenos en salud, educación, y protección social. 
3.- Una democracia más competitiva y más amplia y participativa
4.- Un Chile capaz de enfrentar de manera creativa y múltiple los desafíos ambientales y del cambio climático de manera audaz y pionera entre los países emergentes.

La propuesta de Ricardo Lagos, es más de lo mismo, es lo que ha querido realizar la Concertación ya durante 20 años sin lograrlo realmente, con un énfasis en la disciplina, en la lealtad de los cuadros a la coalición misma y al gobierno, y sujeción casi absoluta al jefe de estado como jefe de estado y de la coalición. Lo único quizás novedoso es su llamado a ampliar la coalición, que es evidentemente a estas alturas, una necesidad imperiosa de la Concertación, si desea vencer a la derecha.

Si a esto le sumamos su ambiguedad con respecto a si él como dirigente, se sujetará a las primarias o no, es decir si se disciplinará tanto como él le pide al resto que lo haga, al mecanismo de primarias, el escenario que genera Ricardo Lagos con esta misiva, es de una mayor confusión y desorganización en la Concertación. Ya se comienzan a ver las divisiones que ha producido su declaración. Lagos ha generado una verdadera paradoja entre su tratar de ordenar el escenario y las consecuencias de sus palabras. Así en un solo acto del lenguaje,  no logra ni su  liderazgo y ser el ordenador, ni la unidad de la coalición.

A mi juicio esto demuestra la profunda crisis de la Concertación, no tiene propuesta nueva que ofertar: ni programa, ni estrategia, ni organización. 

Es decir las ideas de siempre un tanto remozadas, el cómo llevarlas acabo no queda claro más que como una general declaración de ampliación de la democracia y de inclusión de los jóvenes y de la izquierda extra parlamentaria. Y no tiene claramente, un ordenamiento básico tanto de la coalición de partidos como del gobierno que carece de hoy de la autoridad mínima. Para rubricar, no tiene un líder que sea capaz de "mandar a parar" la escalada de descomposición interna tanto a nivel de gobierno como de la propia coalición.

Si se continúa así, la derecha avanzará sobre lo que en definitiva sucede, el vacío de conducción del neo liberalismo de izquierda, y se presentará como la alternativa neo liberal de mejor gestión al modelo. Cuestión que en esto de neo liberalismos más o menos, puede ser que efectivamente sean mejores.


martes, 11 de noviembre de 2008

Jaime Guzmán/su asesinato/nuestro enorme desafío

X Fesal Chain, Sociólogo.

Jaime Guzmán Errázuriz, fue el más preclaro ideólogo de la dictadura militar y un hombre de una inteligencia pocas veces vista en el ámbito de la intelectualidad orgánica o ligada a fuerzas sociales y políticas con vocación de poder. 

Guzmán fue el líder teórico y espiritual del proyecto político más transformador del siglo XX en Chile, el de la construcción del moderno capitalismo financiero nacional y transnacional y de la institucionalidad política, social y cultural que hasta el día de hoy nos rige y en la que los actores políticos y sociales consciente o inconscientemente,  juegan el juego que Guzmán fue capaz de diseñar. 

Esto que planteo es fundamental, en tanto estoy convencido, que más allá de que los actores sociales y políticos de fines del siglo pasado, hayamos vivido la acción personal  de Guzmán como ideólogo y político y las consecuencias  sistémicas de sus actos, dudo razonablemente que muchos de los que hoy lideran procesos políticos y tratan de realizar análisis de la realidad chilena, hayan ni siquiera leído a Jaime Guzmán y sepan desde un pormenorizado estudio de sus textos, la tremenda profundidad y sistematicidad de su diseño y planificación y como ésta fue capaz de plasmarse en la realidad chilena.

Y lo último es gravísimo. No hay error más nefasto en ámbito de la ideología y de la política que subestimar al enemigo. No basta con ser un enconado opositor meramente político a la figura de Jaime Guzmán y a lo que representó en el pasado histórico de Chile y a lo que representa hoy. Menos sirve levantar exabruptos contra su figura. Y no sirvió, en modo alguno su asesinato. Al respecto, no me pareció en su momento, ni me parece hoy que el asesinato de Guzmán haya sido un acto revolucionario. 

En primer lugar porque para ciertos destacamentos de la izquierda armada, el acto militar siempre lo consideraron absolutamente divorciado de lo político, de las tendencias de la lucha de clases y de cómo esta se desarrollaba "realmente". Y  porque nunca consideraron la existencia de campos cualitativamente distintos en el seno del pinochetismo. Existía el campo ideológico del pinochetismo y el campo político-militar, de los  aparatos represivos de éste.  Guzmán era el ideólogo de la dictadura, no el jefe de su policía política. Con esto quiero decir que a nadie se le ocurriría, ni se le ocurrió,  a propósito de confundir campos, discutir teóricamente con Manuel Contreras o con Miguel Krassnof. Era correspondiente frente a los aparatos DINA, realizar defensa y ataque político militar. Por eso que asesinar a Jaime Guzmán fue tan improcedente como tratar de haber tenido comunicación epistolar con el Mamo o con Krassnoff en plena guerra sucia , o negociar políticamente con aquellos que eran el brazo armado del pinochetismo o su mano de hierro. 

En segundo lugar, porque justamente si estamos de acuerdo que Jaime Guzmán fue entre otros el cerebro coordinador y planificador del modelo pinochetista neoliberal,  era y es por eso, que había y que hay que ser capaces de dar frente a su propuesta, con una lucha teórica capaz de desbancar los fundamentos del pinochetismo cultural, social y político. Al asesinar a Guzmán, no se mató ni mucho menos la idea ni el emplazamiento de ella en la sociedad chilena. Se le puso más bien, encarnada en su figura, en una dimensión  heroica y trascendente y hasta hoy se le ha dado un espacio de crecimiento enorme.

Nosotros la izquierda, que tuvimos, de la generación de Guzmán, a grandes ideólogos y políticos, sistemáticos y de una inteligencia también pocas veces vista en la historia de Chile, de la talla de un Miguel Enríquez por nombrar a alguno,  y que fue  asesinado por los aparatos terroristas del estado pinochetista, debíamos y debemos ser capaces, en el caso específico de Guzmán y su corpus teórico, de haber levantado y levantar nuestras tesis, nuestros fundamentos teóricos y dar dura batalla a su diseño, en el mismo campo que Guzmán desplegó sus capacidades, en el de la lucha de ideas. Más allá de la legitimidad y justeza de la lucha político militar contra el pinochetismo. Porque había lucha política, social pero también ideológica que dar y seguir dando. Al respecto el mismo Gúzman planteaba: 

Lejos estamos los defensores del criterio señalado de pensar que las proscripciones  jurídicas sean  suficientes  para derrotar hoy la  amenaza marxista. La victoria duradera en su combate depende aún en mayor medida de otros  frentes de  acción, como son el mejoramiento de las condiciones económico-sociales que le reste el fértil caldo de cultivo que la miseria y la ignorancia le brindan a su prédica demagógica del  odio; la ya comentada eficacia en la lucha antisubversiva y antiterrorista y, sobre todo, una sólida y razonada refutación en el plano de las ideas que sobresalga por su carácter reflexivo, alejado de todo espíritu consignista, porque éste invita al rechazo en el temperamento chileno y, especialmente, en las actuales generaciones más jóvenes.

¿Qué estaba diciendo sino, en un lenguaje anticomunista que al menos son tres los frentes a ámbitos de acción política: el proyectos socioeconómico, la lucha político-militar y la lucha ideológica y cultural?

Es largo y motivo de otro artículo describir y explicar no solamente los contenidos del pensamiento de Jaime Guzmán, sino especialmente su lógica implacable, pero a modo de ejemplo déjenme citar tan sólo dos ideas fundamentales  de  Guzmán, planteadas por él mismo en "El camino  político", Realidad, año 1, N° 7, diciembre  1979, pp.  13-23. :

"En otras palabras, en vez de gobernar para hacer, en mayor o menor medida, lo que los adversarios quieren, resulta preferible contribuir a crear una realidad que reclame de todo el que gobierne una sujeción a las exigencias propias de ésta. Es decir, que si llegan a gobernar los adversarios, se vean constreñidos a seguir una acción no tan distinta a la que uno mismo anhelaría, porque —valga la metáfora— el margen de alternativas que la cancha imponga de hecho a quienes juegan en ella, sea lo suficientemente reducido para hacer extremadamente difícil lo contrario. Este predicamento es, a nuestro juicio, lo que más  diferencia el enfoque político que denota el  nuevo  régimen,  respecto del que  fuera tradicional en nuestro país. Conforme a la nueva mentalidad, la importancia de quién  gobierne en el futuro no  desaparece, pero se  atenúa  considerablemente, porque las posibilidades de triunfo se circunscribirían a tendencias moderadas y relativamente similares entre sí". 

(...) "Porque no se trata sólo de que se restituyan a las personas aquellas libertades económicas y sociales que a éstas corresponden, y que les han sido gradualmente usurpadas. Circunscribir el Estado a su debida dimensión, se impone ciertamente como  esencial. Pero además es menester que el ejercicio de  dichas  libertades personales por un período  suficientemente dilatado se haga carne entre los chilenos, a fin de que la vivencia de sus frutos encuentre en cada ciudadano su más ardiente defensor"

Estas dos ideas fundamentales  entre otras,  han sido el legado de Guzmán a la historia y a la cultura de Chile, por una parte el diseño del entramado institucional y económico  en el que los actores políticos y sociales han debido moverse en estos últimos 20 años, pero por sobre todo, el triunfo cultural sobre la mayoría de nuestros compatriotas, es decir de hacerles propio que el individualismo liberal de la responsabilidad meramente personal y del hoy denominado emprendimiento sean los valores y acciones legitimas desde y por las cuales fundar toda la práctica histórica, comunitaria y social.

Yo invito a los jóvenes de izquierda a ponerse a la altura de nuestros adversarios y enemigos, a la altura teórica cuando estos son ideólogos y estudiarlos, desentrañar sus contenidos y la lógica interna de sus propuestas, para dar dura batalla al avance de las ideas liberales de nuestros adversarios y enemigos. Yo no celebro la muerte de Guzmán, me habría gustado tenerlo vivo entre nosotros y discutirle paso a paso sus ideas, haber desnudado frente al pueblo de Chile las consecuencias de ineficiencia  e ineficacia y también trágicas de su propuesta teórica y el divorcio evidente entre su lógica de las cosas y lo que el tan persistentemente llamaba su conciencia moral, cuando tristemente afirmó en una entrevista de Blanca Arthur sobre el Informe Rettig que: 

"El dolor de cualquier persona ha  sido motivo de un requerimiento  ineludible a mi conciencia moral y a mi sensibilidad,  separándolo por entero del análisis político que  uno haga  sobre los orígenes o  responsabilidades en el sufrimiento." o,

"Naturalmente que el detalle de ciertas actitudes de especial crueldad siempre  impacta. Pero aun  suponiendo que no haya exageración en ello, creo que lo central hay que buscarlo en los factores que permitan  formarse un juicio ético y político. Pienso que el análisis racional debe prevalecer por sobre la explotación emocional de hechos semejantes."

Justamente estas frases explica también la odiosidad que Guzmán generó en muchos chilenos y chilenas, porque él en su tremenda capacidad intelectual, era capaz de divorciar esta racionalidad y su proyecto político de las consecuencias "reales" y por tanto físicas, sociales, económicas y también emocionales de este proyecto sobre la vida de miles y millones de chilenos y chilenas que sufrieron en aras de su diseño y planificación, el holocausto y genocidio del pinochetismo y sufren hoy la exclusión del proceso de instauración y maduración del moderno capitalismo financiero.

No dudo que si Guzmán hubiera sido un hombre más integrado entre su racionalidad y emocionalidad, habría sido una persona plena capaz de poner toda su inteligencia al servicio del bienestar de los chilenos y chilenas y no al servicio del odio y proyecto excluyente de una clase social y de un régimen oprobioso y extremadamente prágmatico que ha dejado su huella en todos los destacamentos políticos y en la manera de realizar los proyectos.

Pero todo lo anterior de nada sirve, si nosotros y nosotras hombres y mujeres de la izquierda consecuente, no somos capaces de hacer el ejercicio teórico y cultural de avanzar sobre el legado de Guzmán, hacer una crítica teórica profunda y poner en el imaginario y en la mente de los chilenas y chilenos una propuesta de una lógica y de contenidos superiores a los de Guzmán, tanto en los planos del funcionamiento social, como en el plano ético. Porque no basta solamente con la ética. Hay que dar la lucha teórica en todos los planos y vencer. 

Mientras no lo hagamos, la derecha política y social y su propuesta cultural seguirá creciendo y hegemonizando Chile, y permeando al liberalismo desarrollista y socialdemócrata e incluso auna parte importante de la izquierda histórica. Mientras no lo hagamos, mientras no ganemos la lucha teórica y cultural, seguiremos siendo una ínfima minoría incapaces de transformar el mundo, nuestro Chile y de poner a la orden del día, entre otras cosas, la necesidad de la revolución social como proyecto eficiente y eficaz de vida cotidiana, política, económica, cultural y éticamente superior.