sábado, 30 de agosto de 2008

Vuela el corazon y la izquierda donde (ensayo poético)

X Fesal Chain


Afuera la gente hace lo suyo hace por vivir,
Afuera los lobos son lobos aún...


Reducto ético, reducto de aquellos que piensan, dicen y hacen así sin brechas, ¿Y es así hoy? ¿Hay lobos adentro, amor? Escucho a Noel Nicola, atentamente... yo sólo te diré, sobre las cosas de esta hora, como es que siente aquí la inmensa mayoría, lo torpe y criminal sería, dar la la espalda a los que luchan cada día, no tenderles nuestra mano...lo torpe y criminal sería, no ayudarte, con más fuerza cada día, no ponerse de tu lado y luchar aquí, contigo, por la vida...Reducto ético, reducto de aquellos que piensan, dicen y hacen así sin brechas, hay lobos aquí amor, hay lobos aquí amor, hay lobos aquí adentro, maldita lluvia la de hoy que me hace ver el mundo en blanco y negro, maldita lluvia la de hoy... yo sólo te diré, sobre las cosas de esta hora, como es que siente aquí la inmensa mayoría, la inmensa mayoría...

miércoles, 27 de agosto de 2008

La izquierda hoy, la izquierda ayer

X Fesal Chain

...nuestra canción
es fuego de puro amor
es palomo palomar,
olivo del olivar
es el canto universal
cadena que hará triunfar
el derecho de vivir en paz.

Víctor Jara


Muchas veces en el imaginario de la izquierda histórica, está el pasado. Quienes nos sentimos y actuamos en la izquierda, utilizamos el pasado, en imágenes, en música, en el arte visual, en los conceptos. Y muchas, pero muchas veces, las personas nos relacionan con el pasado, pero especialmente, como si "nos quedáramos en el pasado".

Yo discrepo, pero a su vez entiendo lo que le pasa a las personas con nuestros iconos, nuestros intelectuales, nuestros artistas. Entiendo que el imaginario del país lo ocupan muchos símbolos, muchos iconos pop, por decirlo de alguna manera. No solamente Allende, Víctor Jara, Violeta Parra o Neruda, por nombrar algunos artistas, intelectuales y políticos de la izquierda. De hecho la concertación, la alianza de socialistas y democratacristianos, ha instalado personajes que son propios de su cultura específica y que han estado presente, desde su perspectiva, en la construcción de país, el Padre Hurtado, Eduardo Frei Montalva, por nombrar los mas importantes.

Pero también y saliéndonos de la lógica política y cultural tradicional, las personas más allá de sus ideologías, adscripciones, etnias, clases o religiones han ido poniendo, como en una especie de rompecabezas, las piezas de su imaginario en la mesa del país. El Chile de la posmodernidad pone y saca piezas del puzzle, con personajes menos relevantes para la historia de la nación, pero más importantes para la historia personal o de un período, o quizás más vistos en la televisión, escuchados en la radio, leídos en las revistas de farándula. Don Francisco, por ejemplo, es un personaje nacional, capaz de llenar un estadio y convocar a millones a una jornada de caridad. Y a veces la juventud, indistintamente de su clase social, es más convocada por un grupo rock, de ska o de otros ritmos, que por un político o un poeta. Así se ha construido la posmodernidad, mediatizada.

Pero volviendo a la izquierda. Discrepo que ésta se quede en el pasado. Lo que sucede es que sus más grandes figuras son parte de la historia y cuando los izquierdistas ocupamos, en el mejor sentido de la palabra, sus imágenes, sus palabras, su música, remitimos a que hemos sido parte de la construcción histórica de Chile. Y que esta construcción es parte también del presente, somos los chilenos y chilenas herederos de sus actos y pensamientos. Y también es cierto que la izquierda levanta figuras muertas, no en vano en los últimos 35 años al menos, nuestros más grandes líderes o fueron impelidos a la muerte o derechamente asesinados. Y nuestros poetas y cantores populares también. Y no estamos hablando de los primeros años de la dictadura sino durante la totalidad de años que esta duró. El último líder político y social de la izquierda asesinado por sus ideas, lo fue el año 1989.

La batalla de las ideas no está sólo en la política. También en la cultura y el arte y en los medios de comunicación. Y desde símbolos y discursos nuestros pero mostrados en su verdadero despliegue y desarrollo. Qué joven y cuántos saben realmente que Víctor Jara experimentó en el rock y en el teatro moderno, justamente con VietRock, o que realizo música incidental de una actualidad enorme como los movimientos de La Remolienda, que la Discoteca del Cantar Popular DICAP, acogió a grupos como Los Blops, que desarrollaron una extensa discografía del música progresiva, de una gran calidad. O que la editorial Quimantú y otras editoriales estuvieron plagadas de escritores jóvenes que pudieron sacar obras experimentales, nunca antes leídas en Chile y que tienen un valor de innovación aún, como Buenas Noches Los Pastores, de Patricio Manns, por ejemplo. O qué fue co-dirigida por el poeta Alfonso Alcalde, con el cual Andrés Pérez trabajo arduamente en la obra La Consagración de la pobreza adaptada y llevada a escena con un éxito considerable, en estos tiempos. Eso en el ámbito de las artes y la cultura como actividad específica.

Y la cultura también se construye desde el conocimiento y el trabajo. En ese sentido también es un deber nuestro mostrar que los jóvenes de los 60, 70 y 80 que murieron en la lucha contra la dictadura, fueron no solamente combatientes, que ya es bastante decir, sino muchos de ellos, profesionales notables, con doctorados y estudios de pre y postgrado en centros importantes como la Universidad de Chile, la CEPAL, investigadores, profesores, ingenieros, médicos, sociólogos, que de estar vivos en una patria socialista o de mayores grados de libertad y pluralismo, trabajarían en sectores de punta de la economía, aportando sus conocimientos para el desarrollo y crecimiento de Chile.

En este ámbito, sin lugar a dudas y así fue, murieron muchos de los mejores. Una anécdota tremenda es que Miguel Enríquez, medico, secretario general del MIR, con su especialización en neurología, ya en 1973-74 estaba leyendo y estudiando sistémica, cibernética de primer y segundo orden, la base del conocimiento científico técnico de la informática y de los nuevos estudios de cognición, evidentemente no era el único. O que Ignacio Valenzuela Pohorecky, comandante del FPMR que fue asesinado por la CNI a los 30 años, ya había trabajado en programas de la CEPAL, en el Banco del Desarrollo, y había realizado estudios de postgrado en la Universidad Complutense de Madrid y en Escolatina, ambos primerísimos alumnos de su generación en el pregrado.

¿Qué quiero decir con todo lo anterior?, que muchas de las historias reales, lo que está detrás del mito oficial ya alargado por al menos 40 años de una izquierda anquilosada, rígida, e ineficiente, es que la izquierda chilena fue extremadamente innovadora y capaz y muy superior a muchos y que lo somos hoy, y lo seríamos de nuevo en altas, medianas o pequeñas esferas de poder, en la reorganización del estado, de la cultura, de las artes, de la patria entera. Eso es lo que hay que comunicar.

Si podemos admitir un error fundamental, al menos yo lo creo así, es la incapacidad nuestra de hacer masiva o lo más masiva posible, la historia de nuestros cuadros, de nuestros artistas, intelectuales, profesionales y técnicos. Y la historia tan escondida de nuestros trabajadores, de como fueron buenos, capaces, organizadores en las empresas socializadas y volverían a serlo. Desterrar el mito sobre la izquierda histórica y especialmente sobre los comunistas y de la cultura comunista en general, que nos hemos anclado en el pasado o que sabemos solo estar en contra. Hemos sido parte de la historia y lo seguiremos siendo, pero no una parte menor, no una parte mediocre, hemos sido una parte fundamental de la construcción del imaginario cultural de Chile, en el más amplio sentido de la palabra, como el hacer de un pueblo.

Y si hoy aún nos falta actualización y mayor incidencia, es porque en buena medida nos mataron a los mejores cuadros en los últimos 30 años y porque hemos estado afuera de la organización de la patria ya por mucho tiempo. Pero lo que ellos hicieron no es una nostalgia, es una energía real, del mundo de las ideas y de la herencia cultural que muchos jóvenes, recogimos en su momento y otros lo hacen hoy y lo seguirán haciendo. Porque hay una cuestión que no te la da la ideología o el seguimiento dogmático de ciertos preceptos de la economía tan en boga hoy, las técnicas en último caso se aprenden, Que es el pensar. La formación de cómo pensar, de cómo acercarse a los fenómenos, de cómo innovar y realizar los cambios, esa es una cuestión que justamente, nuestros muertos, pero no sólo ellos, nuestros compañeros y compañeras que sobrevivieron y que gobernaron Chile, y que fueron los que organizaron la resistencia, nos dejan y nos han dejado como herencia.

Es cierto, la cuestión es reactualizar los conocimientos, pero por seguro esto se hará sobre terreno fértil y nunca transando los principios. ¿Quien dijo que para ser bueno en lo tuyo, tienes que ser liberal, dominante y fascista, o liberal-socialdemócrata y transar la igualdad y la justicia y obnubilarte con las técnicas de la dominación burguesa?

Y eso es lo que debemos decirle a Chile, a los jóvenes a, todos quienes tengan el mito de una izquierda ya fenecida o sin bajage. Desterrar los mitos, también es mostrar por que los nuestros son iconos, el por qué llegaron ahí, es decir mostrar su trayectoria, su vida. Cuando las personas se dan cuenta que los mas preclaros tomaron el camino nuestro y que los más preparados e innovadores dieron pelea frontal, entienden que la izquierda a pesar de estos tiempos de relativa depresión, siempre ha sido y será el espacio del cambio, el espacio históricamente posible de realizar innovación y de aquellos con mayor sensibilidad y capacidad cognitiva para salir de sí mismos, mirar a los otros e incluso dar la vida por los demás.

Finalmente y esto es una tarea urgente y es que porque los que sobrevivimos tenemos el techo alto, no sólo basta decir que uno es de izquierda, hay que comportarse como tal y honrar siempre a los nuestros y si cometemos errores o a veces somos demasiado humanos en nuestras debilidades y limitaciones, bueno, a dar la cara, rehacer el camino, no volver a errar en lo posible y seguir adelante con lo mejor de lo nuestro. En esto hay que ser claros y como lo dice Daniel Jadue (1) en un artículo titulado Los Desafíos de la Izquierda Chilena, nuestra tarea para comunicar todo lo bueno que hemos tenido y que existe en ciernes hoy como herencia y está presente en muchos y muchas, solo será posible de realmente mostrar con transparencia si: "no nos comportamos iguales que aquellos a quienes tanto criticamos y somos iguales que aquellos a quienes decimos querer reemplazar para emancipar a nuestro pueblo y para trabajar por el mejoramiento de su calidad de vida, de sus expectativas y del cumplimiento de sus sueños".

Amigas y amigos, los que murieron o están vivos pero no en primera línea y lo dieron todo, fueron notables en ser ética , profesional o técnicamente superiores al enemigo, y descollaron en su humanidad y amplitud de criterio, seguir su camino es el imperativo.






(1) Daniel Jadue, Arquitecto y Sociólogo de la Universidad de Chile.
Artículo: Los Desafíos de la Izquierda Chilena
www. luisemiliorecabarren.cl

martes, 26 de agosto de 2008

Derecha e Izquierda en la Izquierda

x Fesal Chain

Es muy antigua y extensa la discusión de las llamadas desviaciones de la Izquierda hacia posiciones de derecha o de ultraizquierda en el espacio de operaciones posibles de los partidos y movimientos.

En primer lugar a mi me gusta rescatar un concepto que estudiamos largamente en Economía Política y que planteaba que la Izquierda era o existía, en tanto tenía una posición anticapitalista. Esa es una definición que no llama a equívocos.

Por otra parte un elemento enriquecedor de este debate lo plantea un texto denominado Lo Militar en la Política de los años 80, realizado por Camilo, y citado por el profesor Augusto Samaniego en el que se afirma latamente: " ...desde el punto de vista metodológico-teórico es indiscutible que las ‘desviaciones’ ideológicas no se dividen en de izquierda o derecha; forman un todo sistémico. Pero, lo más relevante en la experiencia chilena había sido la incapacidad teórica y política para prever y abordar estratégicamente la definición del ‘problema de poder’ y de la objetivamente necesaria tendencia a la ‘contrarevolución’, sostenida con todos los recursos del imperialismo norteamericano y la gran burguesía. Las reacciones de ‘ultraizquierda’ –con todo el grave daño que causaron la unidad de orientación y conducción estratégica del proyecto de la UP- sólo pueden analizarse desde la carencia de una concepción integral de la estrategia revolucionaria; a eso le llamaba ‘desviaciones de derecha’. Dice, por ejemplo: “Inscribiéndose el fenómeno ‘izquierdista’ dentro del hecho positivo mayor que es la inclinación masiva de importantes sectores intermedios al campo de la revolución, el que ésta (la ultraizquierda) ocupe un espacio operativo mayor que el objetivamente permisible, dependerá en último término del propio movimiento obrero, de la existencia en él de una política de principios multilateralmente revolucionaria, y de la capacidad del Partido de vanguardia para no dejar ni problemas, ni formas orgánicas, ni acciones vacantes a la acción aventurera y anarquista”. Se agrega que durante la UP hubo distintas debilidades para impulsar iniciativas que correspondían al ‘estado de ánimo’ de los movimientos populares. Esos errores, se dice, hicieron posible que la ‘ultraizquierda’ penetrara más fácilmente en algunos partidos ‘del proletariado’. Y se remata: “...En fin de cuentas, muchas veces ‘el izquierdismo’ no es otra cosa que ‘la expiación de los pecados reformistas’ del movimiento obrero”...”Las desviaciones de izquierda y derecha existieron dialécticamente enlazadas...en sus respectivas visiones unilaterales de la realidad que se vivía”... “Las desviaciones de derecha se manifestaron en concepciones...que constreñían ...el desarrollo de la revolución a un movimiento meramente evolutivo...”.

No es necesario explicarlo, esta visión en su contexto histórico se plantea problemas centrales del accionar de los partidos de la clase obrera, la revolución, su defensa, y la constitución reformista o revolucionaria, que si tienen que ver con el poder de las clases sociales dominadas.

Vista así las cosas: Reafirmar un declarado y potente anticapitalismo y la capacidad de acceder o construir el poder y defenderlo, son cuestiones bastante más importantes para la izquierda histórica y los genuinos partidos obreros, que los largos debates inconducentes, propio de la intelectualidad de la clase media, de que si somos de derecha o de izquierda dentro de la izquierda o que si determinadas tácticas no hacen convertirnos en infantilistas o socialdemócratas, claro, éstas son cuestiones relativamente importantes, pero incomparablemente menores con la de emplazar una fuerza social y política anticapitalista con vocación de poder y defensa del proceso de cambios radicales.

Ya está bueno de quedarnos en una cierta retórica y debemos ir desde desde los movimientos tácticos necesarios, redefiniendo estas y no otras cuestiones, que más allá del potente poder de la burguesía financiera chilena y mundial, del potente dominio de sus partidos concertacionistas y de la derecha y más allá del rol de las fuerzas armadas en esta defensa, la izquierda latinoamericana y asiática ya están gobernando y haciendo la revolución social, que tanto requiere Chile en estas horas aciagas.

lunes, 25 de agosto de 2008

Lo dominante, la lucha de ideas y nuestros esfuerzos

x Fesal Chain

Que difícil se hace hoy comunicar los valores de la igualdad y la justicia social, en un modelo en que los valores del esfuerzo personal, de la responsabilidad meramente individual y el éxito económico son los dominantes.

Hace algunos días escuchaba al Subcomandante Marcos por Internet, ya hacía dos años que no hablaba públicamente. Salió al aire para decirnos que no estaba de acuerdo con la concepción tradicional del poder, aquella que, en simplificadas palabras, entendía que la vanguardia o los partidos lúcidos mostraban el camino y generaban la conciencia de lo que los pobres debían hacer. Nos hablaba de que era posible aprender de aquellos que como los indígenas de Chiapas habían sabido resistir 500 años de dominación europea y mexicana y que esta resistencia era básicamente el continuar vivos, siendo indígenas en pleno México. Y que era posible ponerse a su lado, sólo eso.

Yo alguna vez afirmé en un foro discusión con Carmen Castillo Echeverría, que el drama de los populares siempre había sido que la pequeña burguesía ya sea de izquierda o de centro, construía el país o dirigía el país a su imagen y semejanza y no contemplaba la realidad del mundo popular, sus formas concretas de construir comunidad o sociedad. Era lo mismo de Marcos en otras palabras.

Hoy la inmensa mayoría de los líderes políticos concertacionistas y de derecha, en conjunto con los líderes empresariales y una pequeña burguesía tecnocrática aliada a estos poderes, quiere construir este país a imagen y semejanza de los valores propios, que no son sino los valores históricos de los dominadores. El esfuerzo personal, la responsabilidad individual, la lucha ya no comunitaria ni menos social, sino individual y máxime familiar, por el mejoramiento de la "calidad de vida", la mítica construcción armónica, en que los intereses contrapuestos entre clases o grupos sociales, no son más que pequeñas dificultades en el camino de los logros de cada uno.

Hoy los populares, su vida, la igualdad y la justicia social no son valores, la concepción de a cada cual según sus necesidades, a cada cual según sus capacidades, se ha trocado radicalmente por la igualdad de oportunidades, es decir a cada cual según la mejor actitud, o la actitud correcta para acceder a bienes y servicios en un mercado, en que a lo más hay que corregir la oferta, es decir mejorar algunas condiciones básicas de trabajo, ingreso y del sistema educativo y de salud pública, es decir, entregar herramientas para tener las capacidades óptimas para acceder a esos bienes y servicios.

Entre la la iluminada socialdemocracia de la igualdad de oportunidades y equidad y una derecha de libre mercado, se mueve hoy el vapuleado mundo popular, que se muestra en televisión como el espacio definitivo de la delincuencia, de la inseguridad y el tráfico de drogas y en el caso aún existente de la conciencia ultra derechista o propiamente fascista, como un espacio de seres infrahumanos, flojos, cazurros y aprovechadores.

El lenguaje de los dominantes sobre el mundo popular, de estas oligarquías políticas, económicas y tecnocráticas que no viven más que su propia realidad, en sus propios barrios muy alejados de los sectores populares y que se reproducen en sus lugares particulares de trabajo, salud, educación y consumo, va desde la falta de condiciones estructurales para acceder al mercado, a la falta de valores y actitudes de emprendimiento individual.

No es motivo de este artículo hacer un análisis económico de los resultados de la aplicación de los modelos. No por querer rehuir el tema, sino porque en definitiva, esta aplicación no ha resuelto el problema fundamental, de la existencia de clases sociales y amplias capas de la población subsumidas en la pobreza, en el trabajo precario, en ingresos mínimos familiares por decreto, ni siquiera acordes al ingreso mínimo establecido para salir de ella, en condiciones de ofertas de salud y educación estatal muy por debajo de lo que las clases y capas dominantes pueden acceder en el sistema privado, en definitiva en condiciones reales de existencia en donde la desigualdad y el esfuerzo personal o la mera subsidariedad estatal para vencerla, se consideran "naturales" y de ahí partimos.

Que complejo se nos hace a todos quienes creemos que efectivamente existe la realidad de los dominadores y dominados, el poder comunicar esto. Que complejo es hoy plantear, que a pesar de las condiciones extremadamente difíciles del mundo popular y en el que efectivamente se desarrollan estrategias de sobrevida ilegales o muchas veces aspiracionales acordes a los cantos de sirena de los dominadores, que es este mundo popular bombardeado por la burguesía y la pequeña burguesía, el que ha construido durante 500 años de dominación, valores y estrategias propias, cualitativamente distintas al dominador y que lo hace un sector social con identidad específica, que le ha permitido seguir existiendo, reafirmándose como un sector social real y que no se puede ser negado, en la forma de discursos que pretenden representarlos y solucionarle sus problemas, independientemente de ellos mismos y del conocimiento de su realidad concreta, más allá de los deseos de unos y otros.

Los valores de la solidaridad y de unidad del mundo popular, que se han expresado en la historia de Chile en acciones propias de emprendimiento, de lucha permanente contra la adversidad y contra los propios dominadores, tanto en las comunas, como en los lugares de trabajo, en las calles, en lo político y también desde la violencia popular, han ido configurando un proyecto propio, que aún no cristaliza, en gran medida por la falta de sistematización de la propuesta, por la falta de desarrollo interno de una ciencia política popular, como la ha manifestado largamente el historiador Gabriel Salazar.

Por otra parte, que necesario es plantear que los partidos de la izquierda consecuente, aprendamos más de las experiencias de la izquierda mundial, de aquellos que como Marcos se sitúan desde la humildad del que debe aprender de aquellos con quienes queremos avanzar en el mejoramiento radical de la vida.

La izquierda chilena ha estado siempre muy ligada al mundo popular, de los trabajadores, de los pobres del campo y la ciudad, y en el caso de los partidos históricos de la clase obrera, han sido constituido por los propios trabajadores y los sectores populares, sin embargo a veces en la historia de Chile, los partidos, han tenido actitudes de vanguardia, de querer enseñar y propagar fuertemente especies de manuales de pensamiento y acción, más que contribuir a la sistematización del conocimiento del mundo popular. Actitud que los aleja de una mayor integración con los sectores sociales a los cuales deben aliarse. El marxismo, el leninismo u otros conocimientos son necesarios, pero deben acoplarse a las condiciones reales de acción y conocimiento popular de 500 años de resistencia a los dominadores.

En definitiva este articulo, quiere reflexionar sobre la importancia de la lucha teórica o conceptual en el Chile de hoy, que los sectores socialdemócratas y derechistas han logrado imponer una manera de ver el mundo y a los sectores populares. Que los partidos de la izquierda deben ser capaces, en un mundo de dificultades mayores que en el pasado, de poner nuevamente a la orden del día, muy presente en la conciencia y en el lenguaje de amplios capas, la historia y la realidad concreta del mundo popular, y paralelamente ir desarrollando formas cada vez más creativas y democráticas para colaborar a sistematizar el conocimiento y la acción política popular, para ponernos a su lado y nunca atrás y nunca adelante, ambas condiciones que significarán que no nos vean, que no nos acompañemos, para constituirnos en una gran fuerza social y política convergente y con capacidad de triunfar en lo teórico, en lo social y en lo político.

A proposito de la RPM y nuestra generación.

x Fesal Chain

precisamente en la perspectiva de pensar
siempre con cabeza propia
y profundizar el anti dogma
la anti ‘ortodoxia’.

Este breve artículo no es un texto teórico, es más bien una especie de recordatorio de vida. Leyendo el artículo de Augusto Samaniego en Palimsesto, revista de la USAH, presente en este sitio, hago algunos recuerdos de mi/nuestra formación en el que fuera el Instituto ARCIS en la década de los 80, específicamente durante 1986-1990. Eramos jóvenes, muy jóvenes y eso nos da hoy muchas explicaciones respecto de nuestras actitudes políticas y de cualquier tipo. Muchas veces, esa frase de que la juventud es una enfermedad que se cura con los años, a pesar de ser tremendamente despectiva y descalificatoria, muestra esa carcaterística dificultad de la juventud por tener una mirada, por decirlo de alguna manera, octogonal o al menos de 180 grados, amplia. Comenzamos nuestra participación política en las poblaciones y en los sindicatos y además formamos en ARCIS el grupo La Rosa Blindada y ahí nos encontramos, variados personajes de variadas culturas de la izquierda, menos las juventudes comunistas . Se nos tildó de anticomunistas muchas veces y fue una especie de mini terremoto en ese reducto declaradamente pro PC que un grupo de estudiantes levantara una lista alternativa en las elecciones a la lista de la J. No es tema de este artículo referime a lo que eramos o la relativa poca importancia de los sucesos de lucha estudiantil interna en un centro de educación ilegal y privado y muy pequeño en ese entonces. Lo que era muy importante, era que la gran mayoría de nuestros profesores, excelentes profesores por lo demás, venían del exilio y los del ámbito comunista, muchos de la RDA. Con ellos nos sentíamos muy bien. Incluso algunas veces compartíamos en las casas y bueno fuimos invitados a ese mega encuentro del que habla Samaniego en el ICAl dirigido por Lawner, donde el PC y especialmente aquellos ligados a la RPM y que en realidad eran sus mentores, mostraron una vitalidad y una franca heterodoxia en múltiples manifestaciones teóricas, intelectuales y artísticas. Para muchos de nosotros, el Chico, el Turco y otros, fue una especie de mentís público a nuestro supuesto anticomunismo y también fue un mentís público a todos aquellos que veían en el PC una especie de partido del reformismo obrero, estalinista y gris. Es que realmente la RPM tenía como dice el profesor Samaniego en su texto, un componente heterodoxo fundamental, que quizás teóricamente es largo de explicar, pero que se veía, se respiraba y se sentía en la práctica. Al menos para nosotros, todavía jóvenes, en la práctica misma de conversar, debatir y compartir con algunos de aquellos que fueron los mentores de dicha política. Ese era el PC que en esos tiempos nos comenzaría a seducir. Estaba en las calles, en la lucha de múltiples sectores, tenía un debate intenso en torno a la renovación del comunismo en la Unión Soviética, tomaba lo más dinámico de la Revolución Cubana, en especial el pensamiento del M26 de julio y a su vez era profundamente nacional, era un partido de cuadros muy bien preparados y era un partido de masas.

Con este artículo no deseo levantar banderas, no es mi fin. Sólo decir que ese PC fue el que comenzamos a querer cuando aún eramos un poco niños . Pero también decir que mi generación no sólo fue hija de la derrota de la UP, ni hija de la Dictadura, fue también hija de la Revolución Nicaragüense y un poco prima mejor dicho, de ese puñado de hombres y mujeres, los de la generación del 70, de aquellos que se atrevieron al tiranicidio y que combinaban la lucha teórica como maestros y la lucha política con todos sus componentes, y que en el día a día siempre nos daban lecciones de rigor,(estudiamos por ejemplo, gran parte del Capital, traducido directamente en clases desde el alemán) pero también nos mostraban un cierto desparpajo y una actitud muy lejana a los antiguos comunistas, mas bien formales.

Yo celebro haber estudiado y haberme formado con ellos, a la larga influyeron mucho más de lo que ellos mismos o yo mismo creía. Hoy y hace ya una década soy comunista, y quizás no es el mismo partido de los 80 y tampoco mucho de ellos están aquí, ni el la vida ni el partido mismo, pero eso no importa demasiado, sin caer en mesianismos ni en perder la humildad que debe siempre caracterizarnos, yo me siento un poco herederos de su ímpetu, un poco, una pequeñísima voz de ellos aquí, no puede ser de otra manera, me formaron teórica, intelectual y porque no decirlo, como hombre. Gracias a todos ellos, yo se que mi generación y lo que queda de esa Rosa Blindada no los olvida. De nombres no me acuerdo, es que vengo del oJo y de los tiempos de la RMP.

domingo, 24 de agosto de 2008

El espíritu de esta página, el espíritu de los tiempos que corren

x Fesal Chain

Ha pasado durante los últimos 40 años, literalmente, mucha sangre bajo los puentes, en nuestra historia y en la historia de la humanidad, en la lucha de los trabajadores por sus derechos, por la igualdad, por la democracia popular. Han habido avances y retrocesos, no solamente en relación a la obtención del poder por parte del proletariado, sino también en la forma de administración de éste y en la puesta en marcha de modelos del poder popular.

Y hace ya 20 años, el neoliberalismo socialdemócrata y ultraderechista, ha monopolizado las respuestas a los problemas del pueblo, a sus necesidades y anhelos, sin dar respuesta efectiva e estos problemas y necesidades. El capitalismo financiero e informatizado, se ha enseñoreado en nuestra patria y en gran parte del mundo. Hace 20 años la derrota fue real. La derrota de la izquierda y de los revolucionarios. Pero esto ha cambiado, porque si existe un lección de la propia historia, es que es dinámica, se mueve y nunca está dicha la última palabra. En China, Vietnam, la India, Nepal, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Cuba, en las montañas del México maya y en muchas partes del mundo, la izquierda continúa viva y dirigiendo los procesos de participación popular camino al socialismo del siglo XXI.

Y esto es muy simple de explicar, la lucha de clases, que hoy podemos entender, no es el único motor de las luchas populares, sigue siendo determinante en ellas y producto de las relaciones sociales de producción, distribución y consumo del capital financiero hoy globalizado. Mientras exista capitalismo, habrá lucha de clases, esta ley, que no es sino la ley del valor, está probada en la práctica histórica.

Pero también se han probado otras leyes del propio caminio de construcción socialista. Ya lo planteó Luis Corvalán en sus reflexiones sobra la caída de los socialismos reales, cuando afirmó que un modelo de comunismo sin mercado, de planificación centralizada, no fue el mejor camino para responder a las necesidades de las amplias capas de la población. En la Checoslovaquia de Dubcek, fue posible un comunismo de mercado, sin que este mecanismo de la economía generara concentración de riqueza en manos privadas, en tanto las empresas siempre fueron de propiedad estatal y de los trabajadores.

Otra ley de la construcción socialista, es que debe ser indisoluble la revolución, la defensa armada de ella, el poder popular y la democracia política. En aquellos paises en que el estalinismo como modelo de construcción política se impuso, las masas trabajadoras fueron paulatinamente restando apoyo a los procesos de construcción de sociedades igualitarias. El tema es complejo pero es necesario entender que el igualitarismo radical, donde una casta político-militar dirige ferreámente los procesos del poder popular, genera en el tiempo un divorcio entre los destacamentos y el pueblo. En este mismo sentido, el concurso democrático por la dirección de la revolución de los distintos destacamentos del proletariado, se hace una necesidad imperiosa, no es deseable ni eficaz una lucha interna al interior de las direcciones proletarias por imponerse unos sobre otros, la unidad del proletariado debe tener un justo correlato en la unidad de los destacamentos políticos del mundo de los trabajadores y del mundo popular y no una mera unidad nominal sino unidad en la diversidad. Todo dentro de la revolución y nada fuera de ella, pero todo realmente, los consensos y disensos en la manera de llevar adelante el proceso de cambios.

Esta reflexión teórica es necesaria hoy día, y estamos felizmente en un período de ascenso de las luchas populares y la izquierda consecuente ya sea en la oposición o en el estado, debe tomar las reflexiones producto de las experiencias históricas de la propia izquierda, sus aciertos y sus errores. Estamos en un período histórico magnífico y maravilloso, pues podemos gracias a nuestros actos buenos o malos, construir una forma y un modelos de relación al interior de los propios partidos de la izquierda y entre estos y el mundo popular y de los trabajadores, que nos permita implementar procesos exitosos y perdurables.

Hay otros elementos que es necesario analizar, pero que podremos hacerlo en otros artículos, tales como la relación del mundo de los trabajadores, de los partidos de la izquierda con las fuerzas armadas en un país como el nuestro, en que éstas tradicionalmente han sido instrumento de las clases dominantes para imponer, valga la redundancia, la dominación burguesa y el capitalismo financiero.

sábado, 23 de agosto de 2008

Acuerdo por Omisión

x Fesal Chain

I.- A PROPÓSITO DEL ACUERDO O PACTO POR OMISIÓN

El asunto del Pacto o Acuerdo por Omisión del JPM y la Concertación, y que ha generado naturales apoyos y disensos, reacciones a favor y en contra, es el antiguo dilema planteado a la izquierda histórica y revolucionaria de la relación entre la lucha por la ampliación y profundización de la democracia y su carácter de clase. O dicho de otro modo, la relación entre la lucha democrática y la capacidad de la izquierda de ir paulatinamente conduciéndola y no estar supeditada en el sistema, a los intereses de las clases dominantes.

El Partido Comunista ha planteado ir avanzando en la participación en todos los espacios sociales y políticos posibles y ya no solamente en algunos, como las luchas sectoriales o la movilización social. Para ello ha ido estableciendo alianzas tácticas, acuerdos o pactos con el adversario concertacionista, que hoy es parte del bloque dominante, para golpear al enemigo principal, la derecha.

La cuestión es que los desacuerdos que pudieran establecerse en algunos sectores de la izquierda o sectores de base, se refieren justamente si en este ejercicio democrático, propiamente político, es posible mantener la autonomía y desde ella crecer y ser capaz de representar y conducir a amplias capas y clases dominadas y no ser absorbidos por los objetivos del adversario.

De mi punto de vista, como sociólogo, pero también como militante del PC, el Pacto o Acuerdo apunta en el sentido correcto, puesto que ya van 37 años en que el Partido ha estado no solamente excluido o marginado (esta conceptualización siempre se refiere a los otros, es decir siempre hay otros que excluyen o marginan), sino más bien, producto de la historia nacional reciente y por decisiones propias, en una lucha frontal contra la dominación: en un primer momento contra la dictadura y en segundo momento histórico, contra los sectores que dirigieron una salida pactada de la dictadura con el propio pinochetismo, y que actualmente administran el modelo neoliberal heredado.

En mi opinión, más allá de las declaraciones, la lucha actual de profundización democrática, no solamente tiene que ver con golpear a la derecha pinochetista e impedir su ascenso al poder, sino fundamentalmente con ocupar todos los espacios democráticos posibles, que a la vez que provoquen un certero golpe al pinochetismo, profundicen el sistema democrático y sobretodo, generen un propio crecimiento, una mayor capacidad de representación y conducción de los sectores populares y dominados en general, para la transformación del sistema y del modelo imperante.

Es cierto, y no se puede dejar de mencionar, que esta táctica provoca ciertas externalidades o efectos indeseados, tales como supeditar a las bases a los acuerdos establecidos o eventualmente desradicalizar las luchas populares, en la medida que todos los esfuerzos de la coyuntura, y especialmente en períodos eleccionarios como este, apuntan a respetar los acuerdos con el adversario y no confrontarlo totalmente, al menos en los espacios de la omisión. Pero también es cierto que los efectos coyunturalmente negativos, están sujetos a un efecto principal, que es la ampliación de la participación democrática del partido y del JPM y de su capacidad futura de representación y conducción política y de generación de un proyecto popular altamente convocante.

Es de alguna manera, entender que hoy, dadas las condiciones de desconstrucción democrática y dominio del neoliberalismo concertacionista y ultraderechista, es necesario no solo estar en la trinchera contra el sistema de dominación en su conjunto, sino también realizar movimientos tácticos que permitan avanzar en los objetivos superiores, de construcción de la alternativa popular al neoliberalismo, a la concertación y la derecha.

Si todos en el Partido y junto a nuestros aliados, somos capaces de entender el movimiento táctico, no solo empujaremos con fuerza las acciones necesarias, sino que a la vez estaremos plenamente conscientes de que este movimiento, es eso, un movimiento táctico y no una alianza electoral y política con la concertación.

Es ni más ni menos un acuerdo básico, que particularmente nos permite como Partido crecer, representar y conducir de mejor manera a los actores en los procesos políticos y sociales, y hoy junto a la concertación, como parte del bloque antiderecha, detener a la derecha en su intento de acceder al poder político y con ello monopolizar la totalidad del poder.

Con una derecha derrotada y una concertación en evidente crisis, a partir de septiembre del 2008, concursaremos desde todos los espacios, desde este sistema político constreñido, desde las luchas sectoriales, desde las movilizaciones legítimas de amplios sectores del pueblo, por el más amplio apoyo de masas, para la construcción de una alternativa popular al modelo dominante.

Mas temprano que tarde, seremos capaces nuevamente de hacer de nuestra patria un país de amplias libertades e igualdad social, donde todos los trabajadores y trabajadoras de Chile tendremos un lugar preponderante en el nuevo gobierno democrático y popular.
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II.- PRECISIONES EN TORNO AL DOCUMENTO
A PROPÓSITO DEL ACUERDO O PACTO POR OMISIÓN

En el breve documento anterior, establezco a propósito del pacto por omisión, que “la cuestión es que los desacuerdos que pudieran establecerse en algunos sectores de la izquierda o sectores de base, se refieren justamente si en este ejercicio democrático, propiamente político, es posible mantener la autonomía y desde ella crecer y ser capaz de representar y conducir a amplias capas y clases dominadas y no ser absorbidos por los objetivos del adversario”.

Bueno, me gustaría a partir de este punto profundizar algunas cuestiones para ir fijando de manera más justa mi análisis y mi posición.

Lo que me interesa recalcar, es que el Pacto necesariamente significa: un movimiento táctico, que por decirlo de alguna manera, activa al Partido en su estrategia de mayor aliento, de ir conformando un bloque político y social por grandes cambios al modelo económico y político desde el sistema político de partidos. Pero a la vez, esto no significa olvidar, ni mucho menos lo que nos decía nuestra querida Gladys al caracterizar a la Concertación: El “viraje y transformación de la Concertación en una fuerza política del capitalismo neoliberal que se comenzó a producir ya durante la dictadura, cuando se recompuso la lucha del pueblo y se transformó en un poderoso y combativo movimiento de millones de chilenos luchando por la democracia. Y nos reafirmaba: después, la derecha y la Concertación, consolidaron su Pacto estratégico, que significó la clausura de una transición real a la democracia y la mantención de todo lo esencial del sistema económico e institucional impuesto por la dictadura”.

Más aún, es justamente debido a este diagnostico de la situación política nacional, que es necesario realizar todos los movimientos tácticos para romper el cerco impuesto por el pinochetismo y la concertación.

Hoy se dan las posibilidades, de que a partir del acuerdo por omisión, se puedan duplicar la cantidad de alcaldes del Partido y/o del JPM y evidentemente se sientan las bases para preparar un acuerdo del mismo tipo a nivel parlamentario, que permita a las fuerzas de izquierda estar en el parlamento de la república por primera vez después de 37 años de lucha ininterrumpida contra el bloque neoliberal dominante, lucha que en el período 1973-2008 se dio en la clandestinidad, en las calles, en las movilizaciones y en los sectores sociales y productivos. Justamente estas luchas encabezada por aquellos que ya no están, han permitido que lleguemos como fuerza social y política en crecimiento, a poner nuestras condiciones sobre la mesa de esta democracia protegida y de este modelo económico injusto.

Pero en relación a este punto, tampoco es posible olvidar a otro de los nuestros, Luís Emilio Recabarren, que nos planteó ya en 1922 que “el objeto que nos lleva al parlamento, a la Cámara de Diputados o al Senado, es única y exclusivamente conquistar una posición más para nuestra propaganda revolucionaria, anticapitalista y de ataque directo al estado burgués y a sus instituciones decrépitas (…) Nosotros sostenemos que la tarea de propaganda y de crítica desde un sillón del Senado que puede hacer un representante comunista, beneficia y alcanza a todo el proletariado y por lo tanto, a toda la masa trabajadora”.

Finalmente y a partir del nuevo movimiento táctico que nos puede colocar nuevamente en el espacio de la institucionalidad política, no es posible olvidar nuestra propia experiencia reciente. En la lucha contra la dictadura, el Partido levantó la Política de la Rebelión Popular de Masas, es decir todas las formas de lucha contra el fascismo. Hoy, el estar presente en las luchas electorales y de manera cada vez más eficaz, nos permitirá combinar resueltamente la lucha electoral y las capacidades de representación de nuestros líderes políticos y sociales, con las luchas y movilizaciones sociales. Desarrollar múltiples y variadas formas de lucha democrática.

Puesto que el estar presente en el sistema político de partidos, no ha significado en la historia del partido y no debe significar nunca el dejar de estar junto al pueblo en las calles, en los lugares de trabajo, en las universidades, liceos y escuelas, en las comunas populares, luchando codo a codo por la democracia y la justicia social. Ni menos si las condiciones cambian a un gobierno autocrático o la tiranía no usar todas las capacidades de lucha que el partido tiene cono acervo histórico. La cuestión, a mi entender, es siempre actuar en consonancia con la situación política nacional y realizar las acciones tácticas acordes a las condiciones realmente existentes.

Una síntesis necesaria: Revolución y Democracia

X Fesal Chain

A propósito de las críticas de Pablo Milanés al proceso de la revolución cubana, hechas en distintos medios de España en los últimos meses y por la importancia que Pablo ha tenido en la construcción de la sociedad socialista y de su innegable y genuina adhesión al proceso en marcha, para mí es importante abrir un breve debate en el seno de la izquierda chilena consecuente y antineoliberal, sin caer en lo que los compañeros de los 80 que se fueron del PC y del Mir cayeron, en la socialdemocracia concertacionista, y tampoco caer en una obsecuencia que nos ciega.

Después de la caída del bloque socialista siento que en esta izquierda, se puede hablar francamente sin caer en descalificaciones, pero tengo claro también que hay compañeros y compañeras que no aceptan ninguna crítica o análisis a los procesos de la izquierda histórica y revolucionaria y bueno creo como dijo el Ché, que sólo a partir de nuestros errores aprendemos y avanzamos, no es bueno idealizar, somos materialistas .

Sería muy doloroso ver caer a Cuba por errores de la dirección del proceso revolucionario o por falta de velocidad de ciertos cambios que esta misma dirección ya ha estado planteando, y en realidad sería muy doloroso ver a caer a Cuba, por cualquier razón y que quedara en manos de una ultraderecha a todas luces odiosa y ultraliberal.

Cuba es de los cubanos y no cometeré en este artículo el error habitual de los anticomunistas de inmiscuirse e interferir en los soberanos procesos de la Isla. Sólo que para muchos de nosotros sigue siendo Cuba un modelo de sociedad que no nos deja impávidos, como no nos debe dejar impávidos las críticas o análisis de destacados intelectuales y artistas que apoyan el proceso revolucionario. Lo que pase allí, también concierne a toda la izquierda latinoamericana, en momentos históricos en que el avance de ésta marca nuevos rumbos de reconstrucción del proyecto socialista.

Al respecto, puedo decir que tengo 42 años y que cuando cayó el muro y el bloque socialista, del cual fui muy crítico de sus aspectos dictatoriales, desde una posición revolucionaria, no fue en absoluto para mí y para nadie que perteneciera a la izquierda anti estalinista, un hecho de festejos, fue terrible ya que sabíamos que la pérdida del referente más importante de la izquierda del siglo XX, la Unión Soviética, sería un hecho que marcaría un camino difícil y de derrotas en los años posteriores, así fue y la recuperación ha sido lenta y los más golpeados los sectores populares.

Por eso el tema. Como decía Volodia Teitelboim, no debemos hacer estatuas de los hombres, sino ir avanzando con todas nuestras fuerzas sobre aquello que hicimos mal o que finalmente no interpreta a las grandes mayorías en sus anhelos más profundos.

Yo sé que la nuevas generaciones en el seno de la izquierda histórica y revolucionaria son abiertas al diálogo y podrán entender que mi generación, puede aportar a una mirada histórica sin dogmatismos estériles.

En el fondo, cómo hacer una propuesta desde el comunismo chileno, crítica, revolucionaria y democrática, acorde a los tiempos que vivimos. Sueño aún con lo que yo llamaba en los 80, la construcción de la revolución democrática, plenamente interpretativa de los anhelos de las mayoritarios, antiautoritaria y participativa como decía Allende, pero también capaz de ser radical y de base, usando todas las herramientas y recursos según los tiempos y apremios, y saber defenderse de los adversarios y enemigos como lo planteó el Che y aquel Fidel joven, en Chile de los 70.

A mi juicio, y que no lleve a errores este planteamiento, la izquierda en estos últimos 20 años ha sido capaz de recrearse, de levantarse y construir una alternativa, aún en ciernes pero decisiva en los combates democráticos, y estas ideas van en la dirección de aportar elementos en esta reconstrucción y avance, de potenciar nuestras propuestas y de ampliarnos a extensas capas sociales y miradas distintas.

Ya es tiempo de recoger toda la experiencia de la izquierda y de todas las izquierdas para hacer una síntesis, un balance y un camino de aciertos. Dicho de otro modo, un proceso de reformas democráticas no tiene por que caer en la socialdemocracia neoliberal y un proceso revolucionario capaz de defenderse, no tiene porque caer en el estalinismo. Rosa Luxemburgo ya lo decía reforma y revolución no son contrapuestas, la segunda contiene a la primera, y nosotros ya lo sabemos por nuestra experiencia del siglo pasado y la caída del socialismo de Europa del este, que revolución y democracia no pueden ser caras de distintas monedas.

Yo estoy convencido que desde la izquierda antineoliberal y desde el Partido Comunista de Chile, podemos hacer la síntesis y que por este camino llegaremos a la victoria definitiva inaugurando una visión novedosa a nivel planetario, como lo fue aquella del proceso revolucionario de la Unidad Popular.